-ˏ' 𝖭𝗈 𝖯𝗈𝖽𝖾𝗆𝗈𝗌 ━━ c𝖺𝗆𝗂𝗅𝗈 madrigal

14 | Angel caido por Alexandre Cabane

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-ˏ' 𝖭𝗈 𝗉𝗈𝖽𝖾𝗆𝗈𝗌 ━━ 𝘊𝘢𝘮𝘪𝘭𝘰 𝘔𝘢𝘥𝘳𝘪𝘨𝘢𝘭

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「Capítulo Catorce」

Sissi regresaba a casita después de un día relativamente tranquilo respecto a sus deberes en el pueblo; pues para su abuela, el hecho de que se viera bonita y paseara por ahí siendo amorosa con todo el mundo. Era suficiente.

Para la mayoría de ancianas y algunos jóvenes, era una chica realmente encantadora que siempre estaba dispuesta a entablar una conversación o simplemente crear un ambiente bastante rosado y romántico por donde sea que fuera.

Este, era uno de los tantos atractivos de los cuales su abuela se aprovechaba.

Pero este era un tema que ahora mismo a Sissi no le importaba mucho; llevaba al menos cuatro días buscando sin parar una respuesta a lo que había sucedido con Camilo.

Lo primo en lo que pensó, fue en buscar en su librero, ya que al ser plenamente libros de todo tipo de romance, seguramente uno de ellos tendría que tener una respuesta.

Pero en ellos no habían más que historias acarameladas sobre doncellas que eran cortejadas por hombres apuestos.

Y en ninguno, se mencionaba la aparición de una erección.

Su siguiente idea fue buscar en la "sección prohibida", a la cual casita nunca le había dado permiso de revisar.

-¡Vamos casita!, necesito encontrar algo- Le pidió tratando de sacar uno de los libros.

Pero cada vez que jalaba, parecía que este se pegaba más al librero.

-¡Tú sabes algo y no quieres decirme!-.

En respuesta, uno de los ventanales de abrió estrepitosamente agitando así también sus cortinas. A lo que Sissi tomó como una respuesta llena de angustia.

-¡¿Es algo malo?!, ¡¿No está enfermo verdad?!- Con miedo, se acercó hasta el ventanal de estilo Rococó y comenzó a llorar- ¡Por favor dime que no le pasa nada malo!, ¡no soportaría verlo enfermo!, ¡¿Fue algo que hice yo?!-.

Casita seguía negándose a dejarla leer aquellos libros, a la vez que movía sus ventanas energéticamente tratando de calmarla.

No fue hasta que su abuela entró a la habitación, que esta se detuvo.

-¿Por que tanto escándalo Sissi?, ¿Y qué haces llorando?-.

Algo molesta por verla tan alterada, camino hasta ella para analizarla de pies a cabeza y luego de cabeza a pies.

-¡No pasa nada abuelita!, estoy perfectamente bien- Mintió mientras se secaba las lágrimas.

Llevo una de sus manos al rostro de la menor para tomar su barbilla, luego la movió de lado a lado para inspeccionar bien su rostro; quedando completamente satisfecha.

-Vamos, necesito que te cambies ese vestido y te pongas unos lindos pendientes- Pidió de manera amable.

Tomó a su nieta por los hombros, y la llevó hasta su enorme vestidor, donde ambas comenzaron a mirar  los diferentes vestidos colgados por todas las paredes.

-Eres una jovencita a la cual me eh dedicado de conservar su inocencia, entonces creo que un vestido blanco o al menos rosado sería una opción excelente-.