-ˏ' 𝖭𝗈 𝖯𝗈𝖽𝖾𝗆𝗈𝗌 ━━ c𝖺𝗆𝗂𝗅𝗈 madrigal

4 | Besos y Tulipanes

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-ˏ' 𝖭𝗈 𝗉𝗈𝖽𝖾𝗆𝗈𝗌 ━━ 𝘊𝘢𝘮𝘪𝘭𝘰 𝘔𝘢𝘥𝘳𝘪𝘨𝘢𝘭

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✨Les recuerdo que en mi perfil tengo otra historia romántica de Encanto, me ayudaría bastante si le dieran una oportunidad para poder seguir trayendo capítulos en ambas fic✨

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「Capitulo Cuatro」

Camilo seguía encima de Sissi, mientras veía lo agitada que esta se encontraba por los desesperados besos que previamente había repartido por aquellas zonas vulnerables de su cuerpo.

El pecho de Sissi subía y bajaba en búsqueda de recuperar el aliento mientras que sus labios estaban ligeramente abiertos para poder respirar de manera adecuada.

-¿Te gusto?- Volvió a preguntar el moreno al no obtener respuesta de su parte.

Ella solo cerró los ojos con suavidad y puso una sonrisa para asentir felizmente con la cabeza.

-Me encanto... realmente lo necesitaba- contestó más animada pero con su voz aún agitada.

Tomó ambas de las mejillas de la castaña clara para dejar un sonoro beso en su frente y acostarse al lado de ella. Era una lástima que parara tan temprano, pues apenas Camilo estaba comenzando a tomar el ritmo.

Con esto en mente y la intención de el mismo calmarse, acercó su mano por debajo de las sábanas de seda, y poder entrelazarla con la de ella, se sentía mucho más cálida y el simple hecho de tocarla lo hacía sentir mejor.

-Sissi... ¿recuerdas cuando obtuviste tu don?- Pregunto con cierta duda, pues no quería decir nada que la hiciera sentir incómoda.

-Si, recuero ese día bastante bien- relato con añoranza, mientras observaba con una sonrisa el arte en el techo- Yo estaba bastante nerviosa y triste, y tú... fuiste el único que pudo consolarme-.

Esta vez, Camilo se giró quedando de lado en la cama, así obteniendo una buena vista del rostro de Sissi, quedando algo anonadó por la belleza que está poseía.

-¿Recuerdas como logré calmarte?-.

Al darse cuenta del rumbo que la conversación estaba tomando, también se dio la vuelta para que los rostros de ambos quedaran uno enfrente del otro. Y para decir lo siguiente, apretó ligeramente su mano contra la de Camilo.

-Tú... me besaste- declaró con felicidad, aun si era la primera vez que lo hablaran desde hace ya 12 años.

-Si, yo te bese-.

Pepa entro con prisa a la habitación, solo en ese momentos ambos se sentaron rápidamente con nerviosismo sobre la cama y solo así pudieron darse cuenta del vendaval que se podía apreciar por los ventanales.

La mayor camino rápidamente hasta la cama y corrió para sentarse a un lado de Sissi, abrazándola de inmediato con temor a que esta siguiera igual de sensible que como le había relatado su esposo.

-¡Mi corazón precioso!, apenas llegue tu tío Félix me contó todo lo qué pasó, ¡¿Estas bien, cuéntame que es lo que te pasó?!-.

Instintivamente Camilo soltó la mano de Sissi y se alejó hasta quedar en la otra orilla de la cama, pues su madre seguía muy distraída observando y analizando a la menor en búsqueda de rastros de su previa tristeza.