3 | El llanto y consolación de una rosa

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-ˏ' 𝖭𝗈 𝗉𝗈𝖽𝖾𝗆𝗈𝗌 ━━ 𝘊𝘢𝘮𝘪𝘭𝘰 𝘔𝘢𝘥𝘳𝘪𝘨𝘢𝘭

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Les recuerdo que en mi perfil tengo otra historia romántica de Encanto, me ayudaría bastante si le dieran una oportunidad para poder seguir trayendo capítulos en ambas fic

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「Capitulo Tres」


Sissi era una adolescente bastante emocional, y aunque amara su don por ser tan hermoso y lindo, aveces lo llegaba a odiar en diferentes maneras pues todo lo que habían dicho de ella esa tarde, había llegado hasta lo profundo de su corazón.

Gabrielle también sabía esto, que aun que su mejor amiga no fuera una chica depresiva y todo lo veía de la mejor manera, la habían insultado tan directamente que era imposible que no hubieran lastimado su pobre corazón.

-¿Segura que estarás bien? Podría quedarme contigo esta noche... se que no te gusta estar sola- Le dijo Gabrielle al momento de llegar a la entrada de casita.

La castaña clara la miro con una sonrisa un poco más animada y alegre de que sus lágrimas se hubieran detenido, le hacía bastante feliz contar con el apoyo de Gabrielle.

-Tranquila, ve a casa, me siento mejor- Contestó más animada por la presencia de la rubia- ¿Nos vemos mañana? Podríamos ir a comprar zapatos nuevos-.

Su mejor amiga sonrió más tranquila, pues si Sissi ya estaba planeando en salir de compras, era por que su ánimo había mejorado bastante.

-Bien, mañana vengo por ti, también tengo ganas de comprar algunos zapatos nuevos- Se acercó a su lado para darle un abrazo de despedida- Adiós Sissi, te amo mucho-.

Por último, dejó un beso en su mejilla, y comenzó a caminar lejos de casita para así poder llevar temprano para la cena; tenía planeado contarle a su madre la manera en la cual trataron a Sissi.

Asi, está se aseguraría de que aquella chica no se encontrara invitada a ningún evento social en mucho tiempo.

Por su parte, la pobre y dulce de Sissi al darse cuenta de que Gabrielle se había ido, se sintió tan sola nuevamente, que no pudo evitar regresar a su llanto.

Tuvo que entrara a casita para que nadie la viera llorar, pues su abuela decía que las señoritas no lloraban en público y mucho menos a la vista de desconocidos.

Cerró la puerta detrás de ella para darse cuenta de que no había nadie en el vestíbulo de su hogar, permitiéndola llorar más libremente.

Ahora teníamos a una muy desconsolada Sissi llorando y soltando sonoros sollozos mientras se recargaba en la puerta por miedo a caerse.

Pasaba sus manos por su rostro con bastante desesperación en un intento de que sus lágrimas se detuvieran, pero no había caso. Se encontraba tan triste y con un fuerte dolor en si corazón, que las lágrimas no parecían detenerse.

-ˏ' 𝖭𝗈 𝖯𝗈𝖽𝖾𝗆𝗈𝗌 ━━ c𝖺𝗆𝗂𝗅𝗈 madrigal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora