5 | El apetito de una Madrigal

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-ˏ' 𝖭𝗈 𝗉𝗈𝖽𝖾𝗆𝗈𝗌 ━━ 𝘊𝘢𝘮𝘪𝘭𝘰 𝘔𝘢𝘥𝘳𝘪𝘨𝘢𝘭

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Les recuerdo que en mi perfil tengo otra historia romántica de Encanto, me ayudaría bastante si le dieran una oportunidad para poder seguir trayendo capítulos en ambas fic

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「Capitulo Cinco」


¿Vestido verde?, no, Sissi le había dicho varias veces que el verde era de sus colores menos preferidos, tal vez podría utilizar uno rosita, pero este era el color de Sissi.

Gabrielle volvió a repasar todo su guardarropa en búsqueda de un vestido adecuado para pasar todo el día junto a su mejor amiga, no quería utilizar algo que no fuera del agrado de la Madrigal, pero que a la vez no la opacara.

Finalmente optó por uno de color azul pastel que era bonito pero sencillo, más destacable que las vestimentas del resto de los habitantes pero menos como para sobresalir de los vestidos que habitualmente utilizaba Sissi.

-¿Señorita Gabrielle?-.

La empleada de los Hernández tocaba su puerta con una pequeña caja rosada en sus manos, se acercó hasta Gabrielle una vez esta le dijera que podía entrar, y le extendió aquella caja.

-Dejaron esto para usted hace unos minutos- Su voz era bastante neutra, después de todo era una empleada.

-¡Las invitaciones de Sissi!, Gracias, ya puedes retirarte-.

Tomó en manos la caja y pudo ver que se trataban de las invitaciones que había mandado a hacer el día anterior, estas estaban dentro de un sobre de papel grueso de color crema con los nombres de cada invitado.

Al final se puso sus zapatos, algunos accesorios de plata y tras asegurarse de que llevaba las invitaciones, salió en dirección a la casa de los Madrigal.

(.   .   .)

Sissi bajaba las escaleras del mejor humor esa mañana, había podido hacer su ritual de belleza (Claro que primero tuvo que correr a Camilo). Se puso un vestido nuevo de color rosa pastel, que tenía un bello escote y se ajustaba a su cintura para adornarlo con un gran moño en la parte trasera.

Había dejado su cabello suelto a excepción de dos mechones de enfrente que había acomodado hacia atrás sujetados por un moño rosado.

Estaba feliz de poder salir y entregar sus invitaciones para poder hablar con todos sus amigos de su próximo evento; pero lo que más le emocionaba era poder comer la deliciosa comida de su tía Julieta, después de todo, no había probado un bocado en más de un día.

Al salir a la terraza que aveces usaban para comer, ya todos estaban esperando a su niña consentida, donde recibió muchos besos de buenos días, incluido el de su querida abuelita.

-¡Buenos días mi niña hermosa!, vamos siéntate a comer, pero... tampoco comas demasiado, ¿Si?- "Aconsejo" de manera amable.

Ella asintió con una sonrisa, después de todo aquellas restricciones de su abuela sabia que eran por su bien, tomó su plato el cual no era muy diferente al del resto de su familia.

-ˏ' 𝖭𝗈 𝖯𝗈𝖽𝖾𝗆𝗈𝗌 ━━ c𝖺𝗆𝗂𝗅𝗈 madrigal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora