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Después de la presentación volví al despacho de Aizawa para ver los perfiles de los alumnos, quería informarme acerca de sus dones y de cómo podía ayudarlos. Pero no voy a negar que investigué a una persona en concreto, había llamado totalmente mi atención desde que entré en la clase. 

-Vamos a ver...¿dónde estás? - susurré pasando carpetas. - Aquí estás y es lo que me temía...

El archivo ponía su datos personales así como su don y sus notas, sus habilidades y lo que menos controlaba. Shoto Todoroki. ¿Al final te habían obligado a estar aquí? Y esa cicatriz...¿quién se la habría hecho? No podía parar de pensar en que le iba a dar clase al hermano pequeño de Touya. 

-Señorita Shin, ¿se puede pasar? - decía una voz detrás de la puerta. 

-Claro, pasa. - Me levanté y cuando vi quién entraba me quedé inmóvil. - Shoto...

-Conque me conoces...- cerró la puerta y caminó hacía mi. - Solo quería confirmarlo debido a que en mi casa hay algunas fotos tuyas con mi hermano, pero no estaba seguro de que fueses tú. 

-Sí...aunque imagino que no me recuerdes, después de todo cuando me fui aún eras un bebé. 

-Creo que he visto y oído tanto sobre ti y Touya que es como si los conociese. Aunque he de decir que creí que tú estabas...

-¿Muerta? - le sonreí. 

-Sí...mi madre habla de ti como si lo estuvieses...Igual que mi hermano. 

-Por desgracia o no, conseguí sobrevivir. ¿Tú madre y tus hermanos están bien? 

-Mamá está ingresada en el hospital pero ya se está mejorando. En cuanto a mi hermanos...

-Entiendo, no tienes que contestar si no quieres. Si gustas, puedes dejarme la dirección del hospital, iré a visitarla cuando tenga tiempo. 

-Claro, se la apunto. - le di un papel y un bolígrafo. Apuntó la dirección. - Aquí está. 

-Muchas gracias, Shoto. No sabes cuánto me alegra que hayas crecido tan bien. 

-Gracias, ha sido complicado. Debería irme antes de que termine el tiempo de descanso. - se giró hacia la puerta. - Profesora Shin...¿algún día podrías hablarme de cómo era Touya? - noté cierta amargura en su voz. 

-Claro, cuando quieras. - le sonreí y se fue. 

Después de eso terminé de leer todos los archivos y para cuando me di cuenta ya se había hecho de noche. En algún momento, Aizawa había venido y se había acostado en el sillón, ¿cómo puede dormir así? Quise despertarlo cuando sentí una sombra que se acercaba por la ventana. La abrí. 

-Llegas tarde - le dije dulcemente. 

H: Perdón, no era mi intención. -Entró y me abrazó - Se complicó un trabajo y no veía la hora de venir a buscar a mi increíble novia. 

-Deja de hacerme la pelota que no te va a solucionar nada - me eché a reír. - Venga, vamos. 

Me di la vuelta para despertar a la pequeña oruguita que dormía en el sillón. 

-Aizawa, eh, Aizawa. Despierta. - Lo moví un poco y abrió un ojo. - Ya me voy, vuelve a los dormitorios y descansa. 

-Buen trabajo, nos vemos mañana - me dijo. 

Keigo me tomó de la mano y ambos empezamos a volar en la oscura noche de camino a casa dónde nos esperaba nuestro querido novio. Al llegar notamos que la luz de la habitación estaba apagada, ambos nos miramos con temor y aceleramos el paso. 

-¡Touya! - grité entrando a la habitación. 

-¡Dabi! ¿Dónde estás? - gritó Keigo detrás de mi. 

Encendí la luz y no podía creer lo que veía. La habitación estaba destrozada. Las almohadas estaban rajadas y había plumas por todos lados, la cama estaba patas arriba, la ropa de los armarios estaba en el suelo, había cristales en el suelo y lo que más me preocupó, sangre. 

-Tou...¡TOUYA! - corrí por toda la casa. 

La ansiedad me comía por dentro, toda la casa era un desastre pero no había ningún signo de que el pelinegro estuviese ahí. 

-Keigo...- me giré hacía él temblando. - No está....no está, Touya, no está. 

H: Lo sé - me abrazó, a él también le temblaban las manos. - Tenemos que salir a buscarlo, pero no podemos ir sin ningún plan, sin ninguna idea de dónde puede estar...

-Espera, - me levanté y caminé hacia la puerta- Esto es...¿cenizas? 

H: ¿Cómo? ¿Cenizas? - se acercó. - Tienes razón, pero eso qué...

Hawks se giró a verme, pero al verme no pudo articular palabras. 

*Perspectiva de Hawks. *

H: ¿Cómo? ¿Cenizas?- me acerqué y vi el montón de cenizas que había en el suelo- Tienes razón, pero eso qué...

Las palabras no salían de mi garganta, de hecho me costaba respirar. Al ver a T/n, vi su rostro lleno de odio, vi cómo sus brillantes ojos se tornaban sin luz, vi cómo sus sombras se pegaban al cuerpo. Sentí el rencor, sentí la presión, pero sobre todo, sentí miedo. Mi instinto me decía que huyese, pero no lo iba a hacer. T/n es mi pareja y Dabi también, íbamos a recuperarlo a como diese lugar. 

H: ¿Sabes quién fue, verdad? - le dije a duras penas. 

-Esta vez...- apretó el puño al punto de que le saliese sangre- Esta vez, me darán igual sus motivos, me dará igual quién es, me dará igual quienes lo hayan ayudado. 

H: Baby Bird, te estás haciendo daño - le tomé de la mano y se relajó, pero la tensión seguía ahí. 

-Espero que sea ateo porque no va a ver dios que pueda salvarlo. - se giró y fue a la habitación. 

Sacó su traje de las misiones y se empezó a poner los múltiples arneses dónde pone las armas que más rápido necesita tener a mano, colocó su característica mascarilla en la boca, se ató el pelo y rodeo su cuerpo con sombras. Desde mi punto de vista había pasado de ser un ángel a ser el demonio más poderoso que jamás ha vivido. Extendió sus alas y me miró. 

-Se va a arrepentir de haberle puesto una mano encima a nuestro novio. - me dio la mano, se la tomé. - Estás muerto, Shigaraki. 

En tu mirada (Hawks x Dabi x TN) FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora