En tu mirada (Hawks x Dabi x TN) FINALIZADA

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H: T/n, ¿Cómo que no vas a volver conmigo a casa? - se cruzó de brazos. 

T: Pues eso, que no voy. 

D: Ya oíste, pollo, se queda conmigo. 

T: No, si tú no te vas a quedar aquí. - sonreí. 

H: Espera, no querrás decir que...

T: ¡Os vais a vivir juntos! - les pasé una brazo por encima del hombro a cada uno y los junté - ¿No estáis emocionados? 

D: no, la verdad es que no. 

H: Vamos a ver, t/n. ¿Me estás diciendo que me tengo que llevar al chamuscado a nuestra casa? 

T: Exacto. Yo ya os conozco, pero vosotros no os conocéis por lo que tenéis que pasar más tiempo solos. 

H: ¿Y no crees que es una locura dejarnos solos? 

T: No voy a negar que me preocupa, pero yo tengo que quedarme de momento para poder ayudar a Shigaraki con unas cosas, por lo que os toca quedaros solos por un tiempo. 

D: ¿No es mejor si nos quedamos aquí? 

H: No pensé que le daría nunca la razón, pero estoy de acuerdo. 

T: No, Keigo tiene que volver a trabajar y tú no tienes nada que hacer, así que...

H: Esto no me gusta...

D: Ni a mi...

T: La vida es dura, pero es la vida. ¡Os deseo lo mejor juntos! - me eché a reír. 

D: ¿Sabes qué es más dur...? 

H: ¡ahhhhhhhhhh! - le puso la manos en la boca a Touya, mientras se sonrojaba. 

T: ¿Veis? Os irá bien, ánimo. - me giré para irme pero volví  a donde había estado.- Por cierto, Touya, te tengo un regalo. 

D: ¿Eh? ¿Para mi? Pero no es mi cumpleaños ni nada de eso. 

T: Ajá...tú extiende las manos y calla. 

D: Vale...- extendió las manos inseguro y posé una caja encima. - ¿Qué es esto? 

T: Ábrelo y lo sabrás - sonreí, me puse al lado de Keigo y lo abracé por la cintura. 

D: Espera...esto es...¿Un teléfono? - nos mira. 

T: La idea fue de Keigo, pensó que te haría bien tener uno, para que nos podamos contactar sin tener que venir aquí, ¿qué te parece? 

D: uhm, gracias...¿ahora es cuando te pido el número seductoramente? - se me acercó. 

H: No hace falta, ya tienes nuestros números guardados - se interpuso. 

T: Sí, os irá bien solos...- me fui susurrando eso como intentando auto engañarme de que mandarlos a vivir juntos iba a ser una buena idea. 

Caminé un rato por uno de los largos pasillos para llegar hasta la habitación de Shigaraki, el cuál me estaba esperando para cuando toqué la puerta. Su habitación era un poco más grande que la del resto, pero igual de desordenada, ¿había alguien en este grupo que sea ordenado? 

-Shiggy, holi holi- le saludé mientras entraba en su habitación y me ponía a su lado. - ¿Me siento aquí? - señalé la silla que estaba vacía. 

- ¿Desde cuándo pides permiso? Siéntate y ya - rodó los ojos un segundo para luego volver a mirar la pantalla del ordenador. 

- ¿Qué observas con tanto ímpetu?- miré la pantalla. 

-Los perfiles de algunos héroes, para la misión que haremos más adelante. 

-Uhm...tienes perfiles de gente que no he investigado...

-Si fueses nuestra única informante no a avanzaríamos nunca. 

-Oye, ¿insinúas algo? - le dije imitando estar enfadada. 

-Oh no, solo digo que si trabajases más, en vez de estar ligando con un pollo y un inadaptado con problemas de ira, todo iría mucho más rápido. 

-Solo te advertiré una vez que no metas con mis novios o tendremos problemas. - le miré fijamente- Y te aseguro que no quieres tener problemas conmigo, Shigaraki. 

Después de eso, se centró en explicarme a qué héroes tenía qué investigar mejor debido a que no tenía información suficiente, me sorprendió ver que la mayoría eran profesores de la UA. Cuando acabamos volví a mi habitación, bueno habitación de Touya, dónde solo estaba Keigo recogiendo algunas cosas. 

-Hola, precioso - dije desde la puerta con una sonrisa. 

- Hola preciosa - me dijo con el mismo tono, pero con la mirada un poco triste. 

-Hey, ¿qué pasa? - me acerqué y le acaricié la mejilla. 

- No quiero irme de aquí sin ti - miró a otro lado. - No quiero que él venga a nuestro hogar. No me siento cómodo y no quiero sentirme así en mi propia casa. 

-Keigo, si no quieres que vaya entonces está bien, no quiero obligarlos y que estén incómodos. 

-Tampoco quiero que se quede solo aquí contigo. - me miró. 

-Vaya, ¿eso es algo así como un instinto de ave? 

D: Se podrían llamar celos - dijo Touya desde la puerta - Veo que teníais una conversación importante, ¿tanto te molesto, Hawks? 

H: No es eso, es decir, tu existencia me da igual, pero no me importa tan poco cuando estás cerca de ella. 

T: Y por este tipo de cosas es el por qué deberíais empezar a conoceros. - los miré a ambos- Los dos sois inseguros de vosotros mismos, los dos sois unos celosos, los dos sois unos dependientes...y una larga lista que podría decir. Pero este tipo de cosas debe cambiar, si queremos que esto sea lo más sano posible, tenemos que tratar de cambiar. 

D: ¿y por qué solo nosotros tenemos que cambiar? 

T: No solo vosotros, yo también. Me he dado cuenta lo dependiente que soy de Keigo, de lo dependiente que me estoy volviendo de Touya y creo que un tiempo sola no me vendrá mal. 

H: Lo intentaremos. 

D: ¿Qué? -lo mira asombrado. 

H: Intentemos llevarnos bien, y no conoces mejor a una persona que conviniendo con ella. - se levanta de la silla rápidamente - Dabi, vayamos ahora. 

D: ¿ A dónde? 

H: A...- me mira un segundo y acto seguido vuelve a mirar a Touya mientras le extiende la mano- A nuestro nuevo hogar. 

Touya le sonrió y le tomó la mano. No pude evitar sonreír. Aún no se me olvida lo egoísta que es esto de mi parte, pero estoy segura de que podremos conseguirlo. Llegará el día en el que podamos estar los tres juntos sin peleas, sin incomodidad, solo nosotros tres y nuestro amor. 

En ese momento terminaron de recoger sus cosas, una vez terminadas salimos del lugar para poder despedirlos. 

T: Nos vemos en dos semanas, portaos bien - le doy un beso a cada uno- Os quiero, jamás lo olvidéis. 

H: Te amo, T/n . - me da un beso en la frente y me mira con esos ojos llenos de los más puros sentimientos. 

D: Te quiero, T/n, nos vemos pronto - me da un beso en los labios - Si tienes que pegarle a Shigaraki, tú dale sin miedo. 

T: Lo tendré en cuenta - dije entre risas- tened cuidado en el camino. 

Ambos asintieron y cuando Keigo tenía bien agarrado a Touya, partieron su viaje hasta nuestra casa. Yo no volví a entrar hasta que mis ojos no alcanzaron a ver nada de ellos. Deseaba con todo mi corazón que eso saliese bien.