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Unos días después. 

Perspectiva de T/N. 

Estábamos tirados en la cama, mirando al techo como cada mañana. Me encanta como nadie quiere levantarse para absolutamente nada. Yo estaba en el centro, para variar, tenía a Touya con la cabeza encima de mi barriga porque le gustaba que le acariciara el pelo. Keigo por su parte lo tenía modo lapa, abrazándome como si se le fuese la vida en ello. 

D: Me gustaría ser cocinero. - soltó de la nada. 

H: ¿Qué? - se levantó de golpe.- ¿Y lo sueltas así de tranquilo? 

D: ¿Quieres que te prepare un cartelito y confeti para decirlo?- también se levantó. 

H: No, pero yo qué sé. Es una decisión importante. 

- Touya. - me incorporé en la cama y lo miré. - Te estaré apoyando. - le abracé. 

D: Gracias, Kitty...- me correspondió el abrazo y me dio un pequeño beso en el cuello. 

- Yo que tú no me besaría ahí.- me estremecí. 

D: Oh, ¿estás juguetona, hoy? - se echó hacia atrás y puso esa sonrisa picarona que pone cuando está pensando en cosas sexuales. 

- Quizás el juguetón - me incline hacia él y con mi dedo índice levanté su mentón para que me mirase. - sea otro. - me quedé a poco centímetros de sus labios. 

D: Estás jugando con fuego. - me advirtió al ver que no le besaba. - Y con el fuego no se juega, - puso una mano en mi muslo, sentí calor. - o te puedes quemar. 

- No me gusta jugar con fuego, - me acerqué a su oreja. - prefiero jugar con el que puede controlarlo. - le susurré. 

H: ¿Estoy pintado o qué? - dijo separándonos. 

D: Te puedes unir cuando quieras - se acercó a él. - o es que ¿estabas celoso?

H: ¿Yo, celoso? - se puso nervioso. - No, que va...

- Keigo. - le llamé. 

H: Dime, baby bi...

No le dejé acabar, me incliné hacía él rápidamente robándole un beso que poco a poco se fue tornando más apresurado, salvaje y lleno de deseo. En algún momento abrí mis ojos para mirar a Touya. Él tenía la mirada puesta en nosotros, estaba ansioso, quería unirse. Me separé de Keigo para que ambos cogiésemos aire, pero el peliblanco no me dejó mucho descanso, me agarró de la camisa acercándome a él y dándome un beso totalmente desesperado. 

El rubio, se puso detrás mío, posó sus manos en mi cintura con fuerza para que me hiciese consciente de su presencia. Se inclinó hacía adelante, podía sentir su respiración en mi cuello y fue depositando pequeños besos en mi cuello mientras poco a poco fue metiendo sus manos por dentro de la camisa, acariciando lentamente mi piel. Touya agarró mis manos para que los posase en su pecho, aproveché para acariciar todo su torno. 

De un momento a otro, Keigo agarró mi camisa y me la quitó rápidamente, cortando mi largo beso con Touya. Me intenté girar para mirarlo, pero no me dejó. Nos empujó a ambos, quedando el peliblanco acostado boca arriba y yo encima suyo. Al caer mi pecho llegó contra el de Touya y puedo jurar que sentí esa risa maléfica en cada nervio de mi cuerpo. No había caído del todo, tenía las caderas hacía arriba. Me giré para ver a Keigo y lo vi con una mirada que no sabía si me gustaba o me daba miedo. Pocas veces ponía esa mirada y cuando lo hacía pasaban cosas duras, sí, muy duras. 

H: Qué buenas vistas. - se lamió el labio.- ¿Todo esto es tuyo? - puso sus manos en mis nalgas y se echó hacía adelante frotándose contra mi. 

-Eso dicen. - me eché a reír. - ¿Por qué? ¿Son de tu agrado? 

En tu mirada (Hawks x Dabi x TN) FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora