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Después de ese beso, nos separamos ambos sin aliento y nos miramos durante un buen rato. Touya se acostó a mi lado y yo, me giré para que ambos quedáramos cara a cara. Estiré el brazo para abrazarlo, él puso su mano en mi mejilla y la acariciaba mientras nos veíamos a los ojos. Antes sus ojos me trasportaban al cielo, era un azul vivo, lleno de esperanza, de sueños e ilusiones, pero ese azul se fue apagando con el paso del tiempo y al mirarlos ya no me llevan al cielo sino al desconocido y oscuro océano, unos ojos sin amor, sin ilusiones, pero sigo amando cada rincón de sus ojos, me lleven a dónde me lleven, jamás seré capaz de odiar esos hermosos ojos. 

- ¿Qué tanto me miras, t/n? - me medio sonrió. 

- Aún sigues teniendo los mismos ojos tan bonitos que antes...podría perderme en tu mirada durante horas. 

- Si alguna vez te pierdes, yo iré a salvarte. No importa qué ya no voy a dejarte ir de nuevo. 

......................................................

Después de dos días volví a casa. Al llegar no había nadie, lo que sí había era una pluma roja brillante encima de la cama con una nota que ponía "Cuando llegues a casa, besa esta pluma". Así que fui a darme una ducha y cuando salí me puse la ropa interior y fui en busca de una camiseta larga de Keigo, me puse una roja que tenía el logo de "KFC". Una vez vestida, me senté en la cama, tomé la pluma y la acaricié durante un rato para luego darle un beso. 

- Vuelve pronto a casa. - le susurré a la pluma. 

En ese momento escuché un gran golpe en la puerta del balcón, así que salí corriendo para encontrarme a un pollo gigante estampado con esta. Abrí la puerta con cuidado y agarré a Keigo antes de que se diera otro golpe contra el suelo. 

- ¿Estás bien? - le dije poniendo su cabeza en mis piernas. 

- ¿Cómo voy a estar bien? - me susurró - no solo te tomas tu tiempo para tomar la pluma, sino que encima te pones a acariciarla y le das un beso. 

- Bueno eso decía en la nota que tú mismo escribiste. - le sonreí. 

- La nota decía un besito, no que la acariciases durante diez minutos y luego le susurraras. - se incorporó para quedarse sentado dándome la espalda. 

-Keigo, ¿estás enfadado? 

-No...

-Bueno de ser así...- me acerqué por la espalda y acaricié sus alas poco a poco mientras le susurraba - Pensaste que no sabía que podías escuchar a través de tus plumas y ese fue un grave error. 

-No estaba entre mis planes que supieses esa información- se giró hacia mi indignado. 

-¿Qué tenías planeado hacer? 

- Quería mover la pluma para devolverte el beso...

-Siempre puedes darme tú el beso - me acerqué a él para besarlo. 

Me detuve, a mi mente vino el beso con Touya, ese momento en la cama, las caricias, las sonrisas...No puedo hacerle esto a Keigo. Me alejé. 

-¿t/n? ¿Qué pasa? - intentó acariciarme la cara. 

Touya volvió a aparecer en mi mente. Me levanté y me fui a la habitación, me metí dentro de la cama. Keigo vino tras de mi, preocupado. 

-Hey, baby bird...¿qué ocurre? ¿Hice algo malo? - se arrodilló y puso su cara en el colchón para quedar a la misma altura que yo. 

- Keigo, ¿qué harías si encontrases a una persona que amaste hace mucho y te das cuenta de que sigues teniendo sentimientos por esa persona? - me temblaba la voz. 

- Uhm, no sé qué haría debido a que solo te he querido a ti pero supongo que primero tendría que aclarar mis sentimientos y luego decírselo a mi pareja, que en este caso eres tú. -  me miró y entendió el por qué de la pregunta - Voy a volver al trabajo, volveré mañana en la mañana, descansa, preciosa. - me dio un beso en la frente y salió por la ventana. 

Esa noche no dormí, me senté en la cama, apoyé mi espalda en el cabecero lleno de almohadas y no paré de pensar. Mis sentimientos por Keigo eran totalmente sinceros, yo le amaba y de ese no tenía ninguna duda, me sentí bien a su lado, me sentía querida y sentía que él era mi hogar, mi familia. No podía imaginar un futuro sin él, sin abrazos, sin sus besos, sin sus buenos días, sin sus "descansa bien, mi reina", sin sus caricias...Pero por otro lado, mis sentimientos por Touya cada vez se hacían más de notar, cada vez podía esconder menos la necesidad de estar a su lado, de no dejarlo ir otra vez. Tal vez fuese pura dependencia, tal vez fuese puro egoísmo, pero no quería perderlo, no quería ni podía ignorar estos sentimientos. ¿Podía tenerlos a ambos? ¿Podríamos ser los tres una familia? Ni siquiera se conocían y tenía la ligera sensación de que muy bien no se llevarían. No sabía que hacer. 

Mi primer impulso fue ponerme unos pantalones y un abrigo, salir de casa e ir a ver a Touya. Por el camino Shigaraki me llamó, pero no le cogí el teléfono, quería llegar lo antes posible. Después de volar con el frío infernal de la noche llegué a la sede de La Liga de los Villanos. Entré y fui corriendo a la habitación de Touya, pero me lo encontré por el camino. 

-¿t/n? Wow ¡qué rápido has llegado! Hace nada que Shigaraki te llamó y... ¿qué te pasa? 

No paraba de temblar, el frío me afecta mucho y eso de volar todo el camino por la noche no fue buena idea. Touya me tomó en brazos y me llevó a su habitación, dónde me envolvió en mantas para que entrar en calor, pero en ningún momento me dejó de abrazar. Me dolía el pecho, no solo del frío sino por todos estos sentimientos que mi pecho no podía soportar. 

- ¿Te encuentras mejor? - me miró preocupado. 

Justo cuando le iba a contestar tocaron la puerta y al abrirla era Mister Compress. 

-¿t/n? Bueno, viendo que estáis juntos...Shigaraki está esperando para decirnos algo. Vamos. - se fue primero. 

- ¿Quieres ir?

- Sí, vamos. 

Cuando me fui a bajar de los brazos de Touya no me dejó y se empeñó en llevarme él aún abrigada en las mantas. Después de caminar un rato por los pasillos llegamos a la sala de reuniones dónde nos esperaban todos. 

-Menos mal que ya estáis aquí, venga empecemos. 

-t/n, ¿estás bien? - me preguntó Toga preocupada. 

- Sí, no te preocupes...¿qué?- miré a una esquina de la sala. 

-Bueno, quiero presentaros a un nuevo miembro de la Liga de los Villanos, ha pasado por varias pruebas de la mano de Dabi y a pesar de que aún no confió mucho en él, me obligan a tenerlo con nosotros. Sal cuando quieras y preséntate. 

De la esquina que estaba mirando apareció lo que me temía desde el momento en el que sentí su sombra. De la oscuridad salió un chico rubio con unas alas rojas brillantes que mientras me miraba decía: 

- Hola a todos, mi nombre es Hawks. Un placer conoceros. 

En tu mirada (Hawks x Dabi x TN) FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora