En tu mirada (Hawks x Dabi x TN) FINALIZADA

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Perspectiva de Hawks. 

Aizawa me había dicho que me quedase a un lado hasta que yo también me relajase porque no podía hacer nada bien. Me frustra porque yo estoy aquí sentado como un auténtico gilipollas viendo como todo el mundo está haciendo cosas, si esto hubiese sido al revés...T/N ya habría estado rescatándome echa una furia. 

D: Hawks. - me llamó. 

H: ¿Qué pasa? - lo miré desde el árbol en que estaba sentado. 

D: Baja, un momento, por favor. 

Bajé y me puse a su lado. Me agarró la mano y me guio con él. No entendía muy bien qué estaba pasando hasta que vi a la Liga de los Villanos y ahí entendí todavía menos. 

H: Shigaraki...

S: Hola a ti también. Bueno, ¿puedo empezar ya? 

A: Sí, adelante. - le dio la palabra. 

S: Como ya le dije a Dabi, no tengo mucha idea de cuál es el plan de Shin, lo único que sé son dos cosas. Nosotros éramos los que le vendíamos los potenciadores a MYMIND, pero que conste que fue por orden de ella. Aquí tengo pruebas que los demuestran. - enseñó una carpeta. - Lo otro que sé es que me pidió que si le pasaba algo me uniese con vosotros para tirar abajo la puta comisión y al hijo de puta de su padre. 

T: Realmente esto segundo no era un orden, era elección de cada uno. 

S: Y aquí estamos. Entonces - extendió una mano hacia Aizawa. - ¿Tregua? 

A: Por ayudarla, haré lo que sea. - se la estrechó. - Sigamos adelante con los preparativos, aunque no haya muchos porque Shin se adelantó a todo y la mayoría los había hecho ella. 

H: Dabi. - le llamé. 

D: ¿Sí? - se puso delante mío y me acarició la cara.

H: ¿Has visto la cantidad de gente que hay? 

D: Héroes y villanos unidos, ¿quién lo hubiese pensado? 

H: Esto lo ha logrado ella. 

D: Solo ella puede ser capaz. 

H: Vamos a salvarla a como dé lugar.

D: No lo dudes, pollito. 

H: ¿Tenías que arruinar el momento? - lo miré juzgándolo. 

D: Si no lo hago, entonces no soy yo. - se acercó y me besó. 

Perspectiva de T/N.

Mi conciencia iba y venía con tanta rapidez que a veces no sabía ni quien era. En algunas ocasiones había sentido que alguien me inyectaba algo, pero no tenía ni idea de quién era. Cuando aquellas personas me trajeron me tiraron dentro de una habitación y se habían ido con la misma, intenté sentarme para al menos hacer un poco de presión contra la pared para detener el sangrado. 

MM: ¿Sigues viva? - le escuché entrar.- ¿No vas a decir nada? De nada sirve que cierres los ojos si sigo escuchando tus pensamientos. - arrastró una silla y se puso delante de mi. - ¿Puedes silenciarte? Es desagradable que lo único que escuche sea "Touya, Keigo" todo el maldito rato. 

-Jódete. - le dije como pude. 

MM: Ay t/n querida...-me da tal patada que me lanzó hacía la pared del fondo. - Genial ahora tengo tu sangre en el zapato. ¿Qué vamos a hacer ahora? 

Cuando mi cuerpo llegó a la pared me quedé un par de segundos sin poder respirar. Soporto bien el dolor pero esto es otro maldito nivel, sentía que todo mi cuerpo gritaba y se estremecía ante los golpes y el disparo. 

MM: A ver, querida hija... - se agachó y me agarró de la cara. - ¿Qué puedo hacerte ahora? ¿Alguna petición? 

-Muérete. - le escupí sangre a la cara. 

MM: Puta niña malcriada. - me golpeó la cabeza. - Te dejo elegir y me haces ser el malo, mal agradecida. 

E: Akui. - escuché sus pasos acercándose. - Te están llamando arriba. 

MM: Perfecto, quédate aquí, ya vuelvo- caminó y antes de cerrar la puerta se giró. - No hagas nada de lo que te vayas a arrepentir. 

E: Sí, lo sé. - esperó a que cerrase la puerta y se apresuró a venir a mi lado. - Shin, ¿me escuchas? - me susurró.  

-Espera. - le susurré. 

Había cerrado la puerta pero se quedó un tiempo quieto detrás de la puerta. Luego de unos minutos subió las escaleras y fue ahí cuando le asentí a Endeavor. 

E: No puedo hacer mucho porque se dará cuenta, pero al menos déjame ver la herida. - me fue a quitar la camisa pero se detuvo.- ¿Puedo? 

-Sí...

E: Al menos no tienes la bala dentro, eso facilita las cosas. - me tapó la zona y me volvió a poner la camisa. - Espero que esto te ayude aunque sea un poco. 

- Enji. - lo llamé. 

E: Dime, ¿necesitas algo? 

- ¿Sabes qué me han estado pinchando? 

E: Umh, déjame ver. - fue a una mesa que estaba al lado de la puerta y volvió con un bote en la mano. - Esto. - me lo enseñó. - ¿Potenciador de dones? ¿Y estás así de tranquila? 

-Conque esto me han dado...- sonreí. - ¿Hace cuando me lo han dado? 

E: Empezaron como hace unas tres horas y vienen cada media para darte una dosis. 

-Les quedan dos...

E: Tienes razón...¿Cómo lo sabes? 

-Ya viene, aléjate. 

MM: Enji, amigo mío. Nos vamos. 

E: ¿Qué? ¿A dónde? 

MM: A la comisión...parece ser que los amiguitos de alguien están empezando a liarla. - se agachó. - Voy a divertirme mucho viendo cómo mueren. - se echó a reír. - Sigan dándole las dosis que le quedan, si es que dura hasta entonces. - le dijo a alguien y se marchó. 

E: Aguanta lo más que puedas, prometo...

-Vete. - dije tajante. 

Luego de eso, seguí sus sombras hasta que desaparecieron y me quedé inconsciente de nuevo. Una hora después escuché que alguien entró en la habitación y sentí que me pinchaban algo, probablemente el último potenciador.  Salió de la habitación y yo empecé a sentir que el cuerpo me ardía por dentro. Cada nervio de mi cuerpo sentía un dolor tan agudo que no pude evitar gritar una y otra vez. Mis ojos quemaban como si se fuesen a prender fuego, mi piel se comenzó a tornar negro, como si mi propio poder me estuviese comiendo. Poco a poco todo a mi alrededor se volvía oscuro por las sombras que brotaban de mi. Otra vez aquí, pero esta vez es diferente, esta vez las voy a controlar yo a ellas.