3

4.8K 418 59
                                    

Siete de la mañana. Cierro los ojos escondida debajo de mi cama. Gritos. Gritos. Golpe. Golpe. Golpe. Golpe. Gritos. Llanto. Gritos. Golpe. Golpe...Quiero dejar de escuchar todo eso, ya basta, por favor, alguien que me ayude, por favor. 

-T/n, pss, T/n...¿estás aquí?- ¿es su voz o solo una ilusión?- T/n...

-To-kun, To-kun...- susurro entre sollozos- To-kun...

Silencio. Pasos. Fuertes. Rápidos. La escalera. Pasos. Sé que está cerca. Tengo miedo, To-kun. 

-Estás aquí, corre, vamos. 

Para cuando abrí los ojos estaba en los brazos de Touya que había entrado por la ventana y justo cuando iba a saltar, él entró en mi habitación. Tengo miedo de que le haga algo a Touya. Que me haga lo que quiera, pero no a él. Que no le pegue, que no le haga daño. Que me haga lo que quiera, grítame, pégame, insúltame, incluso viólame como has hecho otras veces, pero no a él. 

-¿A dónde creéis que vais, niños?- se acerca. 

Tengo miedo. Me pesa el cuerpo. Empiezo a dejar de ver la luz, solo veo oscuridad. Mis manos tiemblas y no puedo hablar, ni gritar...¿Qué es esta sensación? Me suelto del agarre de Touya y de mis manos aparecieron látigos negros que me conectaban con las sombras del suelo y solo con pensarlo los látigos se movieron apresando a ese hombre y ahogándolo en sombras. Solo pude sonreír, quería matarlo yo misma, que se retorciese de dolor como yo lo hice, quería que fuese lento, que sufriese...

-¡T/n!- me gritó Touya mientras me cogía de la mano y me sacaba de ahí. 

-¡No te vayas! ¡Maldita mocosa, cuando te pille, te vas a enterar! - fue lo último que escuché del sujeto antes de perderme con Touya. 

************* 

Después de algunos minutos llegamos a un parque que nunca habíamos visto, pero no nos importó mucho, solo queríamos alejarnos de allí. Cansados y tratando de respirar decentemente ambos nos tiramos en el césped uno al lado del otro. 

-Oye, T/n...¿Qué fue eso?- se reincorpora y me mira. 

-N...no lo sé- miro mis manos- nunca había hecho algo así, además se supone que no tengo ningún don...-empiezo a temblar por recordar lo que hice- ¿Qué era eso? ¿Cómo hice eso? 

-T/n, no te preocupes - me abraza- todo estará bien, no dejaré que te hagan algo, ya no más. 

Solo pude corresponder ese abrazo tan cálido y lleno de preocupación. No sabía que había pasado y eso era lo que me tenía nerviosa. No quería pensar que podría hacerle a Touya, no quería hacerle daño, no más del que ya le habían hecho. 

-¿Crees que deberíamos volver? Mi mamá aún sigue allí...y, ¿si salió de allí y le hace algo a mi mamá?- mi cuerpo temblaba. 

-No entraremos allí solos, iremos primero a mi casa- se levanta y me ofrece su mano. 

-Sí...- acepto su ayuda y me levanto. 

El día que empezó con un sol radiante, se había convertido en nubes negras y oscuras. Fuimos todo el camino en silencio, pero cuanto más nos acercamos a nuestras casas, se iban oyendo sirenas de ambulancia, la policía e incluso los bomberos. 

-¿pero qué diab...?

La frase de Touya se cortó a la mitad porque deje de oír todo a mi alrededor y lo único que podía ver era mi casa envuelta en una gran esfera negra quemándose por llamas azules. Poco a poco iba cayendo cada pared, cada ventana...cada parte de mi dolor, del de mi madre, poco a poco vi cómo caía cada fragmento de mis últimos diez años, poco a poco me sentí increíblemente feliz. Todo había acabado. 

-¡Touya! ¡T/n! - Vi cómo Rei, la madre de To-kun venía hacia nosotros- Ah, me teníais tan preocupada - nos abraza a ambos. 

-¡Estamos bien, mamá! Salimos de ahí antes de que pasara nada. 

-T/n...tengo algo que decirte...uhm. Tú mamá...

Ahí toda la felicidad que pude sentir segundos atrás se esfumaron, cuando vi la persona que estaba en la ambulancia, inmóvil, con el cuerpo llenos de morados. No podía ser, no. 

- ¿Mamá? - intenté moverme, pero no pude. Mi cuerpo pesaba como nunca antes y sentí que algo dentro de mi se iba desmoronando como esa vieja casa que se quemaba. 

- No vayas, t/n...estoy segura de que tu mamá no quería que la vieras así, vamos a casa. - Touya apretó más mi mano y no la soltó por nada del mundo. 

Sin dejar de ver a mi madre en ningún momento entré a la casa de los Todoroki. Esa fue la última vez que vi a mi madre, la última vez que pude ver su pálido rostro. Ya no podría verla sonreír, ya no podría comer tranquilamente con ella, ya no podría ayudarla, ya no podría decirle buenos días, ni buenas noches, ya no podría nunca más poder decirle...Te quiero, mamá. 

 *************

Bip Bip Bip Bip Bip...

En tu mirada (Hawks x Dabi x TN) FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora