Ojos color cereza

871 87 2
                                    

Bakugou estaba perdidamente enamorado de los ojos de Eijiro. Estos le recordaban a la cereza. Él amaba la cereza, podría decir que era su fruta favorita. A pesar de ser del mismo color rojo, los de Eijiro se asemejaban más al color de una cereza, y los de él al color de la sangre. Se podría quedar horas y horas mirando esos ojos que lo hipnotizaban como si fuera brujería. Nunca pensó amar tanto un tono de color, y mucho menos de los ojos de su mejor amigo. Pero no dejaba de admirar lo bellos que estos eran, y cuándo los rayos de sol golpeaban sus ojos, wow, eso los hacia todavía más únicos y hermosos. Nunca lo diría en voz alta, nadie además de su mente sabía toda la belleza que veía en los ojos de Eijiro, nunca se lo contaría a nadie, y mucho menos al propietario de estos ojos color cereza. Nunca se atrevería, sentiría demasiada vergüenza. También siempre suele dibujar los ojos de su mejor amigo en clase, sólo para después arrancar la hoja, hacerla una bola de papel y tirarla a la basura para evitar que él viera la obsesión que tenía hacia el color de sus iris, además de ser del color más bonito que había visto en toda su vida, también tenían un brillo precioso que sólo confirmaba lo que ya todos sabían: que Eijiro era un ser puro, sus ojos brillaban, indicando las ganas de vivir y todos los sueños que quería cumplir, y él estaba dispuesto a cumplirlos con él, ya que no sólo estaba enamorado de sus ojos, si no también de él. Pero Eijiro nunca notaria esto, y él nunca se lo diría, sólo son pensamientos de un joven enamorado que quedaran grabados en las páginas de un cuaderno que más tarde tiraría a la basura, en un intento inútil de olvidar los ojos de su querido Eijiro, y sobre todo, todos los sentimientos que este le causaba con sólo mirarlo con esos ojos color cereza que lo derretían por dentro cómo un helado en un caluroso agosto, nunca diría todas las sensaciones que su mejor amigo le causaba, y nunca diría que amaba las cerezas sólo por él. Prefería que todo fuera un secreto. Y prefería seguir admirando los hermosos ojos de Eijiro en silencio, sin decir nada sobre sus sentimientos, sólo siendo hipnotizado por ese intenso color tan similar a la cereza.

One shot BakushimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora