Moonlight

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Es una noche veraniega preciosa, perfecta para pasear por la playa bajo la luz de la luna, y que mejor compañía que su adorado novio para realizar este paseo nocturno.

Es medianoche y ellos deberían estar en el hotel durmiendo, Aizawa los va a retar si se entera de que se han escapado juntos en medio de la noche, pero ahora mismo no les importa, caminan por el paseo marítimo hasta llegar a la playa, con la luna protegiéndolos y siendo testigo de su amor. El agua salada y tibia moja sus pies mientras ellos siguen siendo unidos por sus dedos entrelazados, para no perderse de vista ni un segundo.

Los ojos de Kirishima brillan en la oscuridad, aunque siempre han sido tan brillantes, pero aquella noche los siente diferentes, es cómo si sus ojos iluminarán el camino hacia dónde está él. Está tan feliz, porque están solos, tan sólo se escucha la música de los chiringuitos a lo lejos, no hay nada que los separe ahora que se sienten las únicas personas en el mundo.
Y esto puede sonar tan tonto, pero Katsuki aveces desearía ser el aire que respira su novio, para poder sostenerlo por siempre.

Todas las estrellas mirándolos, el amor joven de esos dos, tan apasionados y enamorados a la vez, la luna ha sido testigo de ellos muchas veces, y hoy se le ha unido las estrellas, todas encima de ellos dos, iluminando sus rostros.

-¡Mira las estrellas Blasty!-Exclama emocionado Kirishima mientras señala al cielo oscuro, Katsuki mira hacia arriba.-Son muy bonitas, pero ninguna se compara contigo, Blasty.

De nuevo Eijiro y sus malos intentos de coqueteo, nunca se cansa de esos elogios tan malos. Pero Bakugou aún así ríe por el comentario de su novio. Porque sabe que su amor brilla cómo el cielo, que todo lo que le dice Eijiro es con un cariño especial, no le habla de la misma forma a nadie más, lo ha podido comprobar en más de una ocasión.

Escuchan la música del chiringuito en la lejanía, y Kirishima de un momento a otro toma su mano y acerca su cuerpo al suyo.

-¡Blasty me encanta esta canción, bailemos!

¿Y quién es Bakugou para negarse a una petición del pelirrojo?
Siente que es tan cliché bailar en la playa bajo la luz de la luna, pero siendo sincero, a él también le encanta esa canción, por lo que rodea la cintura de su novio, el contrario entrelaza sus dedos con los de él y posa su mano en su hombro, y ambos se comienzan a mover al ritmo de la música. Se besan cuándo es el momento indicado, y se siente tan bien, con la risa de Kirishima en su oído, que está provocando que él también ría por lo patético que le parece estar haciendo eso, pero aún así, no se detiene ni siquiera cuándo
la canción termina. Y con ese baile se ha dado cuenta de que no necesita a nadie más que Eijiro para ser feliz.

En verano siempre se siente demasiado caluroso, en invierno siente que puede derretirse en los brazos del pelirrojo, es su manera de entrar en calor cuándo el frío lo ataca, y a los dos les encanta.

Siguen bailando, aunque ni siquiera les gusta las canciones, pero no les importa, ni siquiera están escuchando, demasiado concentrados en ellos mismos y mantener esa cercanía que tienen en ese momento, eso es todo en lo que están pensando, en seguir juntos, y bailar es tan sólo una excusa para no separarse del contrario. Sus cuerpos pegados manteniéndose cerca del otro, mientras sus pies sincronizados se mueven, y sus dedos entrelazados marcan el ritmo de sus movimientos.
Se sienten libres, casi han olvidado que es plena noche y que ellos no deberían estar haciendo esto, tan siquiera deberían estar fuera, a esa hora, deberían estar en el hotel durmiendo. Pero no les importa para nada, prefieren mil veces estar juntos, estando totalmente pegados, sin ni un sólo milímetro que los separe del cuerpo del contrario.

-Cariño, te amo.-Tararea Katsuki, y hasta a él le sorprende haberse visto capaz de decirlo en voz alta.

Aunque en realidad, siente muchas cosas por Eijiro, no sólo amor, también anhelo, anhela el amor de Kirishima, anhela su toque y que siga amándolo de esa forma tan especial que tiene. Él es a quién quiere, sólo para él. Kirishima rodea su cuello con sus brazos, abrazándolo con cariño y delicadeza mientras deja un sonoro beso en su mejilla.

Una hora después, por fin vuelven al hotel, van tomados de las manos mientras sueltan algunas risitas sigilosas y suaves, se besan entre risas y caricias mientras caminan por los pasillos hasta encontrar la habitación 11, la que comparten. Antes de llegar notan una silueta en el pasillo con la que se encuentran frente a frente, sus sonrisas desaparecen y dejan que sus dedos se separen por unos momentos.

-¿Sabéis que hora es, verdad?-Susurra Aizawa con semblante serio.-No deberías haber salido, estáis castigados ambos. Ahora, id a vuestra habitación y no os quiero ver salir de ahí hasta la hora del desayuno.

Ambos chicos asintieron y cuándo Aizawa se gira para seguir su camino hacen contacto visual, y se permiten dejar salir de su boca unas risitas silenciosas, en realidad, no les molesta haber sido castigados, cómo tampoco les molesta tener que estar durante toda la noche hasta las nueve de la mañana del día siguiente, pues a fin te cuentas, van a estar juntos, y eso para ellos es lo mejor.












One shot BakushimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora