🔴Capítulo 15🔵Caos en el que estoy metida sin querer.

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Intento no acercarme demasiado a mi nuevo equipo, me dedico a buscar a mis amigos con la mirada, pero noto que Anni ya me estaba viendo. Su expresión es de preocupación.  Le lanzó mi mejor sonrisa, pero su cara no cambia.

Me alejo un poco del graderío, donde alcanzo a ver a Jason y Skandar hablando. Me pregunto quién será el otro integrante, si es la exnovia controversial pasaré el rato más incómodo de mi vida.

Por suerte notó como Lily se acerca a nosotros.

Janice da instrucciones sobre las actividades y nos dirigimos a las pistas de diez metros de largo que están en el campo de futbol, a pocos metros del polideportivo. Todas desembocan en un pedazo de terreno de arena, donde se supone que medirán el salto largo.

Es un hecho que los deportes no son lo mío, bueno ni biología, ni matemática, ni nada. A veces no necesito que alguien más me pisotee, porque yo soy perfecta haciéndolo. En el camino me tomo mi tiempo para pensar en lo complicado que se ha tornado todo. Las dudas de mi hermano y encima todo lo que pasó en Los Ángeles...

Basta - me digo a mi misma - es mejor si no piensas en eso.

Y para rematar el compromiso que tengo mañana, porque diablos accedí, estúpida Nataly.

Demonios, quiero golpear a alguien.

Debo de haber estado perdida en mis pensamientos, porque es Lily la que me avisa que es mi turno. Me acerco a la línea de partida, corro lo más rápido que puedo, al llegar a la línea roja pegó el salto. Por la fuerza terminó cayendo al suelo y me lleno de arena, incluso puedo oír cómo algunos se ríen de mi caída.

Me quedo en el suelo por un rato más, sacudiéndome la blusa.

Que pena. 

Alguien me ofrece su mano, tardo un poco en enfocarme, pero cuando lo hago me llevo una sorpresa, Dante Montesorri me sonríe. 

—Me vas a dejar con la mano extendida o...

Tomó su mano tímida y me ayuda a levantarme

—Lo siento, estaba un poco confundida — me sacudo las manos —, gracias por la ayuda.

—No hay de que, me había tardado en darte la bienvenida, pero ya que estamos aquí, bienvenida a Saint Lincoln — me dice levantando su evidente pulsera azul —, los del norte apreciamos mejor por cierto.

—Me doy cuenta, muchas gracias — le repito un poco tímida.

—Si necesitas ayuda no dudes en contar conmigo, sobre todo si involucra basura sureña — me dice acercándose un poco más —, tienen por especialidad molestar a las nuevas.

—Por ahora no he tenido problemas, pero tendré en cuenta el ofrecimiento — le digo sonando demasiado formal.

—Por ahora linda, quién sabe qué puede  pasar después — alza ambas cejas —, con el montón de idiotas que terminaste unida — su mirada se dirige a su archienemigo y el mejor amigo de este —, me preocupas.

—Pues no te preocupes, estaré bien — le aseguro, ya había visto un par de peleas, eran letales y no planeó presenciar otra.

—No lo creo, pero te estaré echando el ojo, solemos ser muy territoriales cuando se meten con nosotros — me vuelve a enseñar el brazalete azul orgulloso y me guiña un ojo.

Se despide y regresa con sus amigos, yo decido hacer lo mismo.

Me percato que el equipo que tenemos a nuestro lado está Carol Bardi y otros chicos que no conozco. De hecho, me avergüenzo un poco porque estoy segura de que fue ese equipo el que se burló de mí.

Mirada CruelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora