—Tierra llamando a Natal— me zarandea de repente Claire, que está a mi lado en la mesa de la cafetería —, chica, estabas pero ida.
—Lo siento chicos — me disculpó apenada. — ¿Pasa algo?
—¿Oh, te preguntamos si ya tienes cita para la asamblea? — Interfiere Edmon.
—Si aún no tienes, podría pedirles a unos amigos, se dé más de alguien al que le has llamado la atención — me dice Anni con un guiño.
—¿De verdad? — Pregunto extrañada, eso sí me tomó por sorpresa.
—Sí, tú solo escoge a quien prefieras — su comentario me hace reír.
—No será necesario, ya me lo pidieron — digo un poco nerviosa, los tres se voltean a ver muy emocionados.
—¿Quién? — preguntan al mismo tiempo.
—Tranquilos — digo alzando ambas manos —, tampoco es algo trascendental.
—¿Cómo qué no? — Pregunta Anni. — Es tu primera asamblea, tiene que ser perfecta, y si ya fuiste invitada es aún mejor.
—¿Quién es? — repite Claire impaciente.
—Es un poco raro, pero fue Da...— el inesperado ruido de aplausos y gente riéndose me interrumpe.
La escena es inesperada y lo que me llama la atención es que sucede en nuestro lado. Está Dante con un ramo de flores y se dirige hacia el lado norteño de la cafetería. Todos están demasiado pendientes de lo que hace, incluso los del lado sureño. Se acerca a las mesas y justo cuando pensaba que se abriría paso a mi mesa, me doy cuenta de que el chico tiene otros planes.
No se cerca, su destino es la mesa del centro.
En dónde está su ex novia o lo que sea.
Y se lo pide a Carol Bardi, en la escena más cursi jamás vista. Sorprendida por el dote actoral de la chica, ella acepta con una sonrisa convincente, lo abraza y besa frente a todos. El público, que en su mayoría es norteño, vitorea como loco.
—Wow, sí que quería un espectáculo — murmura Anni.
—El chico si quiere ver el mundo arder — comenta Edmon —, las cosas se pondrán un poco...
—¿Qué no esa pedorra estaba llorando por el desalmado ayer? — Pregunta Claire asqueada.
—Supongo que su corazón no conoce límites — comenta Edmon irónico y yo solo puedo asentir, estoy muda.
Pero no voy a llorar. Sí, me siento humillada. Sí, me siento usada. Sí, me siento triste. Y sí, me siento abochornada. Pero no voy a llorar, me meto las uñas en las palmas e intentó reprimir mis sentimientos. Y recuperar la dignidad que me queda.
—Buenos días gente — dice Ted de repente tras de mí, luego toma asiento a mi lado. — ¿De qué me perdí?
—La propuesta de Dante hacia Carol — le responde Edmon.
—Oh, eso se escuchó hasta del otro lado de la ciudad — dice Ted mientras le roba las papas fritas a su hermana.
—¿Y qué hay de tu pareja? — le pregunto a Ted intentando pensar en otra cosa.
—Ja, él nunca tiene pareja — se ríe Anni.
—No la necesito, soy autosuficiente.
—La verdad es que prefiere ir sin pareja solo porque Cacciatore hace lo mismo — me comenta Edmon. Un escalofrío pasa por mi espalda, solo de oír mencionar a este tipo —, quiere ser igual de interesante que él.
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Mirada Cruel
Novela JuvenilEn la ciudad de Nueva York nada es lo que parece. Y Nataly lo supo muy bien... a las malas. *** Nataly no sabía a lo que se enfrentaría cuando el magn...