🔴Capítulo 79🔵Que empiece la función.

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Me doy cuenta de que ningún norteño se digna a verlos, lo mismo se repitió cuando nosotros entramos. Pero eso no quita que su presencia sea igual de enigmática que la de Fabiola y Alfonso.

Kathia opto por un vestido negro haciendo juego con la corbata de Donato. El pequeño Baldassare es cosa aparte, creo que el chico preferiría estar en cualquier lugar menos aquí. Y Skandar... bueno es Skandar. Sonríe como si fuera el dueño del lugar, y al bajar por completo el graderío saluda a todos no de manera diplomática, sino como lo que son, su familia.

Alfonso nos da la instrucción de colocarnos en fila, en la línea divisora. Nos había dicho que antes de entrar a la sala, las dos familias líderes se daban un saludo de paz. Eso como para simbolizar el propósito de esta actividad.

Los Cacciatore sur son respetuosos y no se demoran en saludar a sus parientes. De un momento a otro, se hace un silencio sepulcral en el pasillo. La familia de Donato se forma igual que nosotros, veo atrás de mí y me doy cuenta de que todos nos están viendo.

Cuando regreso mi mirada, me sorprendo de ver esa corbata roja frente a mí. No tengo que alzar la vista para saber a quién pertenece, pero aun así lo hago. Skandar ya me estaba viendo. Me barre con sus ojos de arriba hacia abajo. Solo necesito de esa acción para que mis mejillas hagan juego con mi vestido. Cuando termina de hacer su inspección su mirada se topa con la mía, como imanes que se atraen.

No nos decimos nada, no es necesario, aunque en este momento sería una estupidez hacerlo. Por unos segundos, mira hacia los lados, cuando regresa a mí, me guiña el ojo. Tengo que agachar la cabeza para que no se note que estoy riendo como una estúpida.

Una voz femenina habla desde un micrófono.

—Buenas noches — busco el origen de esa voz, no batalló mucho en encontrarla. Es una joven que está al fondo de las dos filas —, estamos más que complacidos de tener a la familia más honorífica, una vez más en la gala más importante de nuestro estado. Como es tradición, daremos paso al primer gran saludo dado por ambas familias cabecillas.

Aplausos, está vez no tienen esa emoción del inicio. Son más... diplomáticos.

Alfonso y Donato intercambian un par de palabras y luego se dan un estrechón de manos. El recorrido sigue, Fabiola, que hoy está de un excelente humor, le da las manos a Kathia. Veo a Joseph con Kalia y Baldassare, al principio los veo incómodos, pero no con Baldassare. Si no el hecho de que Kalia y Joseph tienen que aparentar que se quieren. El verlos platicando y fingiendo sonrisas casi me deja en el suelo riendo.

—¿Qué es tan gracioso? — la pregunta de Skandar me toma desprevenida. Lo volteo a ver, menos mal cerró la distancia, ya que no es necesario que fuerce la voz.

—Los pequeños — le digo —, aunque toda esta situación podría ser graciosa.

—Déjame adivinar porque — pone su mano en su barbilla, pensativo —, las sonrisas forzadas, las conversaciones incómodas o esta corbata se me ve ridícula — me dice casi sacándola de su saco.

Me muerdo el labio.

—Te aseguro que no te ves ridículo — me tapo la boca por un segundo —, puedes tranquilizarte.

—Creo que eso lo lograré si me dices como luzco — alza una ceja, expectante.

—Pues... bien — tartamudeo olvidando que iba a decir.

¿Por qué está preguntando eso? Tenemos a su familia entera a poca distancia y a sus enemigos, que ahora son mi "familia".

—Otra vez tartamudeando — me sonríe burlón —, creo que esperaba otro tipo de palabras, a cómo vamos me dirás que luzco buen mozo.

Mirada CruelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora