—¡Nataly! — Me llama Claire, volteo y me hace señas para que regrese, aceleró el paso un poco para acercarme —, no te vuelvas alejar así, o podrías terminar pérdida.
—Perdida, pensaba que conocías este lugar — le digo un poco fatigada.
—Sí, conozco el lado en el que trabajo — empieza a decir.
—¿Claire, qué es este lugar? — La miro confundida.
—La primera vez que vine estuve igual que tú y me llamaron exagerada, supongo que es un efecto común — razona mientras mira alrededor, luego señala al fondo del corredor —, la regla más importante según Lewis, es mantenerse en el lado iluminado del sótano.
—Iluminado — digo en voz baja mientras soy consciente de sus palabras.
Por fin me doy cuenta de lo que se refiere, no se puede ver el fondo del pasillo porque está a oscuras. Pensaba que era porque en lo oscuro terminaba el pasillo, solo necesito iluminar un poco más para darme cuenta de que no. Demonios, ni siquiera puedo ver en donde termina el corredor. Volteo para ver si del otro lado es igual, y sí claro que lo es.
¿De qué tamaño es este lugar?
—¿Y nunca has explorado un poco? — Me mira como si estuviera loca.
—Ni loca — entramos al corredor y cruzamos en la primera entrada, para sorpresa hay otro corredor en donde en los costados alcanzo a ver salas, por suerte sigue iluminado. — Me lo prohibieron, ni siquiera los directivos entran a esta pocilga.
—Entonces el lugar debe de estar abandonado, o por lo menos la parte oscura — digo pensando en lo tenebroso que debe ser estar ahí.
—Eso es lo que pensaba el primer día — me dice esperando a que me ponga a su lado, después caminamos una al lado de la otra. — No me lo creerás, pero una noche escuché voces a lo lejos de los pasillos, fue tan aterrador — me dice sonando asustada.
—Voces — repito —. ¿Qué clase de voces?
—Pues eran masculinas, la mayoría — comienza viendo hacia el frente —, aunque también escuche una femenina, al menos es lo que creí. Estaban enojadas, como si estuvieran discutiendo, el problema es que no logre entender lo que decían.
—¿Te quedaste escuchando la conversación?
—Claro que lo hice — se encoge de hombros —, pensé que venían de una sala de la parte iluminada, hasta que llegué a la recepción, y me di cuenta de que las seguía oyendo. Esas conversaciones venían de la parte oscura, el problema es que jamás escuche a nadie entrar y...
—Claire estás sugiriendo que eran fantasmas — ella asiente —. ¿Cómo puedes estar tan segura?
—Es obvio, jamás escuché a nadie entrar, y eran altas horas de la noche, no tiene lógica.
—¿Y fuiste a echar un vistazo?
—¿Estás loca Sanderson? Hice lo que cualquier persona normal haría. Como pude abrí la puerta y corrí por mi vida.
En ese momento dejó de caminar y retrocedo — Oh demonios — exclamó asustada.
—¿Te asustan los fantasmas? — me pregunta riéndose.
—¿A quién no?
—Pues claro, aunque no me dan tanto terror como los vivos — me dice parando de reír —. Son solo espíritus de gente muerta. ¿Qué me pueden hacer? Nada. Los vivos al contrario...
—Tienes un punto — razono tras unos segundos —, aunque si tengo un encuentro con un fantasma, eso sería lo último en lo que pensaría.
—Aquí entre nosotras, pienso que eran los fantasmas de los Cacciatore, que siguen peleando. —Tras ver mi cara de susto, dice —, pero tranquila que solo una vez los escuche y fue hace muchísimo.
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Mirada Cruel
Novela JuvenilEn la ciudad de Nueva York nada es lo que parece. Y Nataly lo supo muy bien... a las malas. *** Nataly no sabía a lo que se enfrentaría cuando el magn...