Nos dirigimos a la cafetería, que por desgracia ya se encontraba con mucha gente. No gastaba en comida, Fabiola se encargaba de hacernos una refacción saludable con galletas y hasta gofres con chocolate, es un amor cuando se lo propone.
— Y bien, a ustedes dos que mosco les pico — dice Ted mirando de mí hacía su hermana.
— ¿Por qué lo dices? — le pregunto confusa.
—Será porque ambas lucen pálidas, por Dios parece que acaban de ver a Edmon sin camisa.
—¡Oye! — le dice Ed, tomándose esa broma con diversión.
—¿De qué hablan? — dice Claire que con dificultad se sienta en la mesa, la razón es la enorme cantidad de comida que lleva en las manos —. Ni me miren, más de la mitad de comida que llevo es para Ted.
—Grazie mi amor, te debo una.
—¿Me pueden explicar por qué lucen así? — nos pregunta Claire, Anni le responde con un encogimiento de hombros —, si se sienten mal tengo unos amuletos para... – se interrumpe así misma —, diablos, en todo caso no creo que funcione.
— ¿Por qué? — le pregunto frunciendo el ceño.
—Creo que es evidente, es necesario que te recuerde que el engendro del demonio ahora se sienta muy cerca de nosotros en biología.
Ugh, estaba intentando olvidarme de eso.
Un ruido de un equipo de sonido se oyó en la cafetería, todos volteamos y Lily, la chica del sur, se sube a una de las mesas con un micrófono en su mano.
Volteo hacia mis amigos, ninguno luce extrañado, obvio, ya saben lo que sucederá
—Alguien me podría explicar que está pasando... — les pido sin entender nada.
—Espera y verás, Lily Prescott es miembro del comité extracurricular, ella junto a otro grupo son los que organizan actividades festivas. De hecho, Ted, tú eres parte de ese comité. ¿No deberías estar con ellos? — le pregunta Edmon.
— Tú mismo lo has dicho, debería — le contesta devorándose una hamburguesa, es probable que sea la quinta hamburguesa que comía.
—Ted va solo a las reuniones porque así no entra a clases — me comenta Claire —, aún no sé cómo no ha perdido el año.
— Eso mismo le dice mi madre, pero es una incógnita — dice Anni irónica.
El ruido de los altavoces nos distrae y aunque no todos en la cafetería guardan silencio, si se nota como la mayoría le presta atención a Lily.
—Buenos días, como muchos saben, ya casi se acercan las semanas de la indulgencia y con ello la gran asamblea — todos comienzan a susurrar, pero Pitts hombre, con un pitido los manda a callar —. Y como presidenta del comité les invito a que comiencen a confesarse y perdonar. Además de anotarse en las actividades de su preferencia, esto se sabe que es para la liberación de cargas...
— Oh, otra vez esa pendejada — susurra Claire para sí misma, alzó una ceja extrañada.
— ¿Quién va a tener el honor de explicarme que es son las semanas de la indulgencia? — les preguntó a los de mi mesa, todos miramos a Edmon, como si la respuesta fuese obvia.
— La semana de la indulgencia se celebra para conmemorar el día en que Bianca Cacciatore llegó a un acuerdo con sus hijos, y unió a los lados sur y norte. Fundando esta maravillosa institución.
— La próxima vez que digas unir has comillas con tus manos Edmon — le dice Anni sínica —, por sus expresiones apuesto a que ninguno de ustedes se enteró lo del sábado — nos dice alzando una ceja.
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Mirada Cruel
Novela JuvenilEn la ciudad de Nueva York nada es lo que parece. Y Nataly lo supo muy bien... a las malas. *** Nataly no sabía a lo que se enfrentaría cuando el magn...