El jueves hay otra pelea.
Pero esta vez no la protagonizan hombres, sino chicas. Y tiene lugar en el jardín delantero. Puedo asegurar que ya las tienen normalizadas, como una asignatura más. Reconozco a ambas pandillas, por un lado, está Carol y por el otro Cressida. Pero no solo ellas, alcanzó a ver a Lily, a Tiffany y otras chicas participando.
—¿Ahora por qué pelean? — Pregunta Claire, que no se ve nada sorprendida.
—Adivina adivinador — canta Ted muy sonriente.
—¿Por qué crees Claire? — pregunta Edmon que se pone de puntitas para ver la pelea, ya que el montonazo de gente nos dificulta mucho.
—Lo que hace el amor — comenta Anni un poco decepcionada.
—Lo que hace la obsesión — le replica Edmon.
Oigo que Ted les contesta, pero ya no les prestó atención, estoy demasiado embelesada con la confrontación a unos metros de mí. Seguimos sin saber la razón de su pelea, lo primero que oímos fueron insultos. No recuerdo las palabras exactas, pero Cressida le reclamaba sobre que algo era de su propiedad y Carol le respondió que ella no tenía derecho sobre nadie (sospecho que hablaban de Skandar). No faltó mucho para que la sureña se le aventara y después ambos grupos se enfrentaron.
Nos tenemos que acercar para poder ver lo que sucede después. Entre Janice y un grupo de chicos, tienen que separarlas a todas. Los gritos no se hacen esperar cuando Skandar entra en la escena, corre hacia las chicas y toma a Bardi de la cintura sacándola a rastras. Cressida se vuelve maniática de repente, intenta llegar a ambos, pero sus amigas la regresan por la fuerza. Mientras eso sucede Skandar se lleva a una muy aferrada y llorosa Carol hacia otro lugar.
—Mierda, esto es mejor que las telenovelas latinas que ve mi madre — comenta Claire de imprevisto —, esa chica debería estar en un psiquiátrico, está chiflada.
Concuerdo contigo Claire.
—¿Cuál de las dos? — pregunta Edmon.
—Difícil decisión — intervengo demasiado pensativa.
La razón de mi silencio es hasta un punto inexplicable. No sé cuál es la razón, no sé si es por la intervención de Skandar. O por ver a las dos chicas que me odian y que me han dejado claro que no pertenezco aquí, peleando por otro chico que me ha hecho sentir lo mismo.
O por ver cómo se llevó a una de esas chicas, aun cuando ilusiona a la otra es...
¡Estúpida Nataly, deja de tener esos pensamientos!
Si estuviera sola me hubiera abofeteado, eso no es aprender de tus errores. No vuelvas a caer en lo mismo, no puedes caer en lo mismo.
Me repito eso varias veces, incluso cuando estoy teniendo mis clases regulares, también cuando estoy comiendo y cuando me dirijo al baño, todo el día. En la última clase, terminó teniendo jaqueca. Antes de ir a la bodega, tomó un desvío a la enfermería, por suerte Melissa me dio un par de aspirinas.
Al salir me encuentro un poco mareada, que no me doy cuenta por donde camino y me termino chocando con alguien. Cuando alzó la vista me llevo una sorpresa, Dante Montessori está frente a mí, con una sonrisa de publicidad de pasta dental.
—¿Pérdida? — me pregunta con una inclinación de cabeza.
—Mareada — le respondo cortes.
—¿Necesitas ayuda, linda? — pregunta sonando preocupado.
—Ya me ayudó la enfermera, no hace falta, pero gracias — asiento y me muevo para cederle el paso, él me mira un poco extrañado por el gesto.
ESTÁS LEYENDO
Mirada Cruel
Fiksi RemajaEn la ciudad de Nueva York nada es lo que parece. Y Nataly lo supo muy bien... a las malas. *** Nataly no sabía a lo que se enfrentaría cuando el magn...