Luz (Luce) Trilogia My Land

Capítulo 7

Es extraño cómo todo lo que sabes es completamente diferente a la luz de una nueva verdad. Esta es mi vida, el lugar donde siempre he vivido y donde siempre he actuado, la escenografía perfecta para mi ser. Y ahora nada parece ser igual que antes. Tampoco Adam, quien reemplazó a Morgan en el rol de protector.

La moto se desliza rápido, demasiado rápido. Tengo mucho miedo de lo que va a pasar, de la ruptura con el pasado, del salto irreversible e inevitable a mi nueva condición de Nonato rebelde.

Adam detiene la moto justo en la pequeña plaza donde Morgan solía estacionar su automóvil, cerca de la iglesia y el cementerio donde conocí a Naomi la noche en que fue víctima de esos idiotas satanistas. Al menos obtuvieron su merecido y Tito, el jefe, sigue tras las rejas.

- ¡Cuántos pensamientos! - dice Adam, quitándose el casco.

- ¿Cómo sabes eso?

- Puedes oír el ruido, son tan pesados.

-No sabía que eras tan sensible.

-Hay muchas cosas sobre mí que todavía no sabes, Alma.

Tal vez tenga razón, pero no pretendo admitirlo, al menos no todavía.

- ¿Y entonces?

- ¿Entonces qué?

- ¿No vas a decirme lo que ha estado tanto en tu mente?

-Tú no eres mi confesor. Lo que te he dicho es más que suficiente.

- ¿Tienes miedo de que se enojen porque me trajiste a tu guarida?

-Solo para empezar, no es una guarida. Y entonces puedes estar seguro de que no les gustará la idea. Pero trataremos de convencerlos. Realmente puedes ayudarnos, siempre y cuando todavía estés dispuesto...

-Por supuesto que lo soy – interrumpe. - Y también tengo curiosidad por saber más sobre toda esta historia.

- Yo también. Especialmente lo que le pasó a Morgan - digo, mirándolo para no perderme un solo detalle de su reacción.

Pero no tiene reacción.

- ¿Es uno de ustedes?

Todos mis temores se confirman. En un día, él también se había olvidado de Morgan. Un escalofrío recorre mi columna vertebral. Tarde o temprano, Adam también se olvidará de mí. Este es el destino de los rebeldes no nacidos.

Inmerso en este sentimiento de impotencia, camino hacia la entrada del Antiguo Acueducto.

- Sí, es uno de nosotros - digo un poco más tarde. - Pero no he sabido nada de él en días.

- ¿Cómo así?

-Se cayó al río en medio de una pelea y perdimos el contacto.

-Tal vez se ahogó

No respondo. Miro hacia delante y me trago las lágrimas.

Adam se detiene frente a la puerta desarticulada y desconchada del edificio abandonado.

- ¿Estas realmente decidido?

Confirma y da un paso adelante.

-Déjame ir primero – digo - o te meterás en problemas.

Atravesamos las dos primeras habitaciones y bajamos las escaleras. Todo como siempre y nada como antes. Adam me sigue fielmente y eso ya es bastante surrealista. Me pregunto si fue una buena idea traerlo aquí. Me imagino las caras de los demás, lo que dirán. Tengo que ser firme y decidida.

-Te puedo decir que este lugar es un poco inquietante - dice, pasando las manos por las paredes sucias y húmedas.

-La primera vez que vine aquí, quería huir. Estaba viviendo en medio de una pesadilla muy oscura.