Hay lugares en esta tierra que ni siquiera nos atrevemos a imaginar. Lugares olvidados por Dios y por los hombres, pero que, a pesar de ello, siguen existiendo detrás de alguna esquina a la que ya nadie dobla.
El lugar al que Adam me llevó es uno de ellos, el lugar más inquietante y fantasmal que he visto en mi vida, sin lugar a dudas.
Adam detiene la moto en un estacionamiento enorme y completamente abandonado. Sólo quedan las franjas blancas del suelo que delimitan los espacios de los coches, dispuestas en ordenadas filas de rectángulos que se extienden hasta donde alcanza la vista. A juzgar por las grietas en el asfalto que levantan la superficie en varios puntos, formando pequeños montículos que parecen pequeños volcanes, hace mucho tiempo que no se estaciona ningún auto aquí.
Me bajo de la moto y examino la entrada faraónica de lo que parece ser un centro comercial abandonado, pero no veo de qué tipo: es un portal surrealista, que no quedaría mal en un castillo, con varios arcos de ladrillo oscurecidos por el tiempo y las marcas del clima, rematado por una corona almenada donde reinan tres siniestros cuervos negros.
- ¿Qué lugar es este? - Pregunto, con los ojos muy abiertos por la sorpresa.
- Verás. Descubrí esto aquí por accidente, conduciendo mi motocicleta. Ven.
Voy tras él, pero me detengo de repente cuando llego al umbral del portal. Estoy congelada.
- ¿Qué haces parada ahí como una estatua, Alma?
- Tengo una sensación horrible.
- La primera vez es así, pero luego pasa, no te preocupes.
- Alguien murió allí, ¿no?
Regresa y toma mi mano.
- Si murió, ¿cómo te enteraste?
- No lo sé, pero puedo sentirlo. Es como si el lugar estuviera lleno y el vacío fuera sólo aparente... Siento que hay algo que se mueve y se condensa en el aire.
- ¿Como espíritus?
- Tipo de almas. ¿Qué sucedió?
Lentamente, Adam me convence de entrar. A la izquierda, veo un pequeño edificio de dos pisos. La planta baja es una larga galería de arcos apuntados decorados con remates de hierro oxidado. El último piso es una fila de ventanas rectangulares con la mayoría de los vidrios rotos, lo que permite que los cuervos y las palomas tengan libre acceso al interior. Un cuervo nos mira amenazadoramente y comienza a graznar cuando pasamos frente a él. Un sombrío defensor de un mundo en ruinas que a nadie más le importa.
El paisaje no mejora al mirar al otro lado de la explanada, ocupada por un edificio completamente destruido, cubierto de inscripciones y dibujos de todo tipo, color y contenido. Al fondo, frente a nosotros, una torre se destaca contra el cielo nublado. Es alto y estrecho y termina en una cúpula puntiaguda que apunta hacia arriba como un dedo.
- Décadas atrás, cuando el desarrollo urbanístico de la Ciudad no se comparaba con el de hoy, ésta era una pequeña localidad de unos pocos miles de habitantes. Hasta que un día, un ingeniero, dueño de una gran empresa constructora, comenzó a ofrecer grandes sumas de dinero a los vecinos a cambio de sus humildes casas con sus respectivos terrenos.
- ¿Para hacer qué?
- El proyecto que tenía en mente era muy específico. Crear aquí, en las afueras de la Ciudad, en medio de la vegetación y las colinas, un gran centro de ocio con un parque de atracciones.
- Pero no veo ningún juego.
- Están todos allí, pero escondidos. Fueron cubiertos y tragados por la vegetación, que recuperó lo que era suyo. Pero eso no es todo. El parque quedó prácticamente sin uso, pues poco tiempo después de la inauguración una violenta tormenta provocó un derrumbe desde los cerros que cubrió todo de lodo, sepultando casi todo el parque.
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Luz (Luce) Trilogia My Land
Fantasy¿Cómo reaccionarías si descubrieras que no eres completamente humano? ¿Qué peligros estarías dispuesto a enfrentar para amar y ser amado? Descubre con Alma que no hay límites en la búsqueda de la paz y la felicidad. MY LAND: un mundo paralelo y acuá...