Capítulo 38

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Jenna nos mira. Está a unas decenas de metros de distancia. No hay nadie más.

Estamos solos.

El Nonato me da un puñetazo en el estómago que me deja sin aliento. Solo tengo tiempo para ver a Jenna acercarse, pero no tengo la fuerza para alejarla. El Nonato la mira y se distrae por un segundo, lo cual es fatal. Aprovecho para juntar fuerzas y concentrarlas en una patada en los genitales. Cae de frente al suelo, boca abajo en el polvo. Pateo su cabeza, su espalda y no sé dónde más hasta que escucho la voz de Jenna.

- ¡Detente! ¡Vas a matarlo!

- Incluso mejor - respondo, furiosa.

Ella me mira con asombro.

- Voy a pedir ayuda - dice y se aleja. Cuando me vuelvo hacia el Nonato, veo con horror que ha desaparecido.

- Sarl está en camino - comunica Jenna cuando me acerco.

- Excelente. Ahora me vas a llenar de preguntas.

- Eso responderás. ¿Quién era ese chico y por qué nos seguía?

- No sé, un ladrón, un alborotado, por supuesto.

- No me engañarás. Sentí que lo conocías. Tan pronto como lo viste, me dijiste que huyera. ¿Quién es, Alma?

- Te juro que no tengo ni idea. Tenía una manera extraña y amenazadora. Por eso te grité que huyeras. Hay mucha gente mala en esta ciudad. Sarl puede confirmar eso. ¿Recuerdas lo que le pasó a Naomi?

- No es de ella de quien estamos hablando en este momento. Tienes que ser honesta conmigo. Puedes correr riesgos mucho más serios si...

- Cálmate, ¿de acuerdo?

- No, no me voy a quedar callada mientras mi hija, en lugar de ir a la escuela, anda preguntando sobre asesinatos y la sigue un tipo así... - dice, luego hace una pausa para pensar en lo que ha dicho. - Pensándolo bien, parecía un tipo correcto... ¿Cómo supiste que quería atacarnos?

- Lo entiendo y eso es suficiente. ¿No es eso lo que importa?

- Y la forma en que lo golpeaste. No parecías tan débil.

- A veces simplemente llegas al lugar correcto. Es eso.

Pero Jenna no parecía convencida, y sé que Sarl lo parecerá aún menos. Y no tengo tiempo que perder en interrogatorios sin sentido.

- Necesito irme.

- De ninguna manera. Sarl está llegando.

- Tengo una montaña de trabajo para mañana, Jenna. Y también le prometí a Cleo que visitaría a la familia con ella.

- ¿No puede ir sola?

- La madre todavía no está bien y necesita mi apoyo.

- ¿Y qué vamos a hacer con Sarl?

- Oh, sobre eso, creo que se te ocurrirá una solución mucho mejor que la mía - respondo, con un poco de malicia.

Ella se pone un poco roja.

- ¡Qué tontería, Alma! De todos modos, me has estado preocupando. Trata de llegar a la hora de la cena, al menos hoy. De hecho, un poco antes, para ayudarme. Y no estoy bromeando. Si llegas tarde, serás castigada.

- Te lo prometo, gracias - digo, plantando un beso en su mejilla.

Y con eso, creo que estaba seriamente confundida, pero no importa. Logré mi objetivo.

- Estamos en problemas, Cleo. Problemas serios, lo digo tan pronto como pongo un pie en la casa.

Por suerte, está en mi habitación, leyendo un libro, con el gato acostado a su lado.

Luz (Luce) Trilogia My LandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora