Adam se alegró cuando llamé para preguntarle la dirección exacta de su casa. Y un poco menos cuando le expliqué que Cleo y yo necesitábamos su baño.
Y por supuesto terminó aceptándolo, especialmente porque su padre iba a llegar tarde esa noche.
Cuando llegamos a su edificio, bajando de un autobús lleno de gente que huele a fatiga, me doy cuenta de que realmente no está lejos del refugio de los Nonatos de Rio. Aunque no logro llegar, reconozco algunos detalles que demuestran que no estamos muy lejos.
- Rio nunca volvió a aparecer. ¿Qué está tramando? - dice Cleo.
- Estaba pensando lo mismo. Tenemos que encontrar una manera de controlarlo, pero no sé cómo.
- Tal vez podría pretender que recuperé mi memoria y volví a ser lo que era antes. Podría ser algún tipo de agente encubierto.
- Sería útil, pero muy peligroso, Cleo. Si se enteraran, te matarían.
- Tal vez lo hagan de todos modos.
- No hables así. Nunca hables como un perdedor o terminarás siendo uno.
- Lo siento... - dice, mirándose los dedos de los pies.
- Vamos a entrar.
Tocamos el intercomunicador y la voz metálica de Adam nos invita a subir por la izquierda, escalera B, cuarto piso. El edificio es como tantos otros, de reciente construcción, limpio y esencial en las formas geométricas del exterior, en el vestíbulo de azulejos grises, en los ascensores y espejos de acero brillante, y en los pasillos de planta limpios y silenciosos, con una sucesión de puertas, idénticas, de color marrón oscuro, una tras otra.
Adam nos espera con la puerta abierta.
- Hazme un favor y explícame qué estás haciendo esta vez - dice cuando entramos.
El apartamento es grande y ordenado, decorado con bonitos muebles modernos. Me recuerda un poco al de Morgan, pero menos lujoso.
Veo muchas plantas, en todos los lugares posibles, encima de los muebles, en los marcos de las ventanas y cerca de las paredes.
- ¿Es tu padre quien es tan aficionado a las plantas? - Pregunto, curioso.
- No, a decir verdad, fue mi madre. Pero como a ella le gustaba mucho, decidió cultivar su pasión. No entiendo nada al respecto, pero creo que es hermoso.
Paso mi mano sobre la suave tela de un gran sofá color crema, tan limpio que parece que nadie se sienta allí. De hecho, cada habitación da esta impresión. Las chucherías, los marcos de fotos, los objetos brillan como si estuvieran en una exposición y no destinados al uso cotidiano.
- Es por aquí. Te mostraré dónde está el baño.
Entramos en un pasillo largo y angosto con algunas puertas. Detrás de uno de ellas, vislumbro un revoltijo de ropa y cosas que contrasta totalmente con el orden que reina en el resto de la casa.
- ¿Tu habitación? - Pregunto.
- ¿Puedo ver? Vamos... está aquí.
El baño es grande, alicatado con azulejos de color gris oscuro, y tiene una bañera con una ducha que es al menos tres veces más grande que la nuestra. Incluso tiene dos lavabos empotrados en una larga encimera de madera. Es una decoración lujosa. No sabía que la familia de Adam tenía dinero.
- Trata de no estropear nada o mi padre se enterará y no sé si puedo explicarle a qué viniste a hacer aquí.
- No te preocupes, no dejaremos ninguna marca.
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Luz (Luce) Trilogia My Land
Fantasy¿Cómo reaccionarías si descubrieras que no eres completamente humano? ¿Qué peligros estarías dispuesto a enfrentar para amar y ser amado? Descubre con Alma que no hay límites en la búsqueda de la paz y la felicidad. MY LAND: un mundo paralelo y acuá...