Capítulo 26

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El aire de la noche es fresco, cargado de humedad. Caminamos hacia el auto, estacionado bien lejos de miradas indiscretas, observando las sombras a nuestro alrededor. La sensación de que nos siguen no nos abandona nunca y los hechos la han confirmado en innumerables ocasiones.

Tan pronto como subimos al auto, aparece una figura en la ventana.

- ¡Adam! - exclamo. - ¡Quieres asustarnos hasta la muerte!

- ¿Dónde has estado? Llamé toda la noche. Me quede preocupado.

- Han pasado tantas cosas - digo, feliz de volver a verlo. - ¿Pero no estas descansando?

- ¿Contigo en peligro ahí fuera?

- No estoy en peligro, al menos no todavía.

- ¿Qué quieres decir con eso?

- Si Jenna llega ahora y nos encuentra aquí, estaremos en serios problemas.

- Yo también voy, no quiero ni saber adónde.

- ¿Cómo has llegado hasta aquí?

- Tomé un taxi. Solo pensar en subirme a una bicicleta hizo que cada hueso de mi cuerpo que todavía está entero se estremeciera. ¿Quién es ella?

- Mi nombre es Cleo - dice, presentándose.

- ¿Cómo es que no la recuerdas? - Pregunto, asombrada. - ¡Es la chica que nos atacó! ¿No recuerdas nada de lo que dije antes de subirte a la ambulancia? Y luego también hablamos por teléfono. ¿No te acuerdas?

Cleo baja los ojos mientras Adam la mira boquiabierto.

Mis ojos van de él a ella. Con mi mente ocupada en otras cosas, nunca me di cuenta de lo linda que es mi nueva amiga. Tiene el pelo rubio, largo y lacio, ojos de un verde intenso, con ligeros toques dorados, una nariz fina y ligeramente respingona, y unos labios delicados que le dan a su rostro un no sé qué aire aristocrático.

-Yo... te juro que no la recuerdo, Alma. Tengo un recuerdo vívido del tipo que nos siguió fuera de la pizzería, pero eso es todo.

Niego con la cabeza.

- No, eran un par y eran gemelos. Pero este olvido es muy importante para nosotros: significa que la policía tampoco lo recordará.

- ¿La policía?

Confirmo.

- Ella trató de matar a sus padres y quedó atrapada en la casa de detención. Dudo que puedas adivinar quién estaba en la celda con ella.

- ¿La loca Agatha?

- Exactamente.

Adam salta como si finalmente se hubiera dado cuenta de lo que significa todo.

- ¿Te has vuelto loca, Alma? ¿Puedes explicarme por qué estás con ella? Podría ser peligrosa.

- No más.

- Ya no recuerdo nada de mi pasado, no te preocupes - dice, con un tono melancólico en su voz.

- ¿Tú tampoco recuerdas quién es tu hermano?

- No... ni siquiera porque los ataqué.

- De todos modos, vamos a encontrarnos con él ahora mismo - le digo de inmediato.

- No puedo creer. Recibes a una asesina en casa y ahora vas a visitar a su hermano, aún más loco y cruel que ella. ¿Ves por qué no puedo dejarte en paz? ¿Qué te ha pasado estos últimos días?

- Escucha, no tengo tiempo para discutir. Si quieres venir con nosotras, súbete al coche. Si no, nos despedimos aquí mismo.

Duda un momento. Luego entra y Cleo empieza a chirriar las llantas.

Luz (Luce) Trilogia My LandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora