Capítulo 2.

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Brooke

Anoche luego de la charla con Josh como teníamos planeado vimos una película, pero fue un completo desastre, cuando empezó la película la lluvia ocasionó que la energía se fuera y esperamos media hora hasta que esta regresó. Mientras esperábamos decidimos subir al ático a buscar algunas cosas para pasar el rato, pero mientras buscábamos resbale y caí, como era de esperarse él se burló de mí antes de ayudarme a levantar.

Justo cuando bajamos a su cuarto de nuevo, la luz había regresado así que volvimos a nuestro plan original. Pasada una hora de la película él se quedó dormido y no la terminamos de ver; En esto se basan nuestros planes, siempre que planeamos todo muy bien nada sucede como esperamos, pero cuando improvisamos salidas o viajes todo sale muy bien, eso me hace pensar que no tendríamos que planear tanto nuestra vida y deberíamos dejar que esta nos sorprenda y disfrutar con cada viaje, experiencia y acontecimiento que sucede en ella.

Me encuentro con Josh afuera de su casa para ir a la universidad.

—¡Muévete que no quiero llegar tarde! —grito y por su parte él solo se asoma a la ventana y me saca el dedo medio, eso es muy común cuándo le grito —. No te demores —le repito nuevamente.

En menos de lo que pensé Josh se encuentra al lado del auto, le quita el seguro y abre la puerta del copiloto.

—Adelante, princesita. —Me hace un ademán para que entre.

Enciende el auto y nos dirigimos a la universidad con el tiempo contado para no llegar retrasados a la primera clase.

—Aun no entiendo por qué me obligas a que vayamos juntos a la universidad en mi auto —manifiesta.

—Me encantaría decirte que me gusta caminar media hora de la casa hasta la universidad, pero te estaría mintiendo. Es como si hiciéramos una maratón. Además, para qué tienes un auto tan costoso y bonito si te gusta caminar a todos lados.

Se encoge de hombros.

—Es un lujo, solo lo utilizo para lo que considero en realidad largas distancias. En la ciudad te ahorras más tiempo con otros medios de transportes. Eres una perezosa para caminar.

Los padres de Joshua tienen muy buenos trabajos y sus ingresos son elevadísimos, por lo que no me sorprende que tenga un auto marca Jaguar. Es negro mate y uno de los últimos modelos en el mercado, es un carro muy cotizado y no muchos pueden darse el placer de tener uno como esos.

Vamos llegando a la universidad, Josh estaciona el auto y observo a Melanie cerca de donde nos encontramos, ella camina hacia nosotros.

—Se les estaba haciendo tarde ¿no es así?

—Solo un poco —respondo.

—Anoche no dormí muy bien y me levanté tarde, mi culpa —acota Josh.

—Si no hubiera sido porque te desperté seguirías durmiendo —tomo un poco de aire y continúo hablando —cómo que no dormiste bien si caíste rendido a mitad de la película y hasta roncabas —respondo mientras agarro una galleta de chocolate de la mano de la pelinegra.

—No te robes mis galletas. —Me proporciona un manotazo —. Hice un gran esfuerzo y me levanté muy temprano para pasar por Morgan's a comprarlas.

—Muy tarde, ahora son nuestras galletas —digo mientras doy una mordida a esa deliciosa y apetecible galleta.

Me despido de Josh y me adelanto a mi clase de comunicación la cual comparto con Melanie, mientras que él tiene otra clase diferente a la nuestra, ya que estamos en dos carreras totalmente diferentes.

Ellos dos se quedan un momento más hablando y compartiendo risas mientras me alejo del lugar. No recuerdo el instante preciso en el que empezaron a llevarse tan bien, solo sucedió y ahora hablan con más constancia, pero por sus actitudes creo que hay algo más allí.

A Melanie la conocí en mi tercer año de secundaria en clase de ciencias, desde la primera vez que hablamos y compartimos ideas me di cuenta de que terminaríamos siendo buenas amigas. Resultamos polos totalmente opuestos en casi todos los aspectos, incluso en nuestra manera de expresarnos. Ella es muy extrovertida y siempre dice lo que piensa sin poner filtro en sus palabras, en cambio yo soy opuesta e intento cuidar lo que digo para no herir a las personas a mí alrededor. Pero tal vez eso fue lo que causó que conectara con Melanie.

Siempre me da muy buenos consejos y cuando la necesito siempre está para mí sin importar el día o la hora y hablo en serio, en una ocasión tuve inconveniente en mi casa y allí estuvo a la madrugada.

No tengo muchos amigos son solo Melanie, Joshua y Matthias. Pero siempre he dicho que es mejor la calidad que la cantidad. Me han excluido una innumerable cantidad de veces en varias etapas de mi vida, que me costaba demasiado relacionarme. Ahora cuando encuentro personas que me aprecian tal cual soy me quedo allí y no intento encajar con más personas o ser lo que ellos pretenden que sean.

Entro al aula y me acomodo en las sillas del fondo, puedo ver como siguen entrando estudiantes. Melanie toma asiento a mí lado mientras envía mensajes a quien sabe quién.

Luego de la clase de comunicación con la señora Miller vamos a comprar algo de comer a la cafetería de la universidad, Melanie ama los cupcakes de este lugar

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Luego de la clase de comunicación con la señora Miller vamos a comprar algo de comer a la cafetería de la universidad, Melanie ama los cupcakes de este lugar.

—¿De qué te quedaste hablando con Joshua? —Enarco una ceja.

—Nada relevante —responde.

Comprendo que si no quiere decirme tendrá sus razones, tampoco la obligaré, de todas maneras, son sus asuntos y poco le gusta que me entrometa en ellos.

Pido los cupcakes de vainilla y los cancelo para luego tomar asiento en las mesas dispuestas alrededor del sitio.

—¿Cómo van las cosas con tu padre? —rompe el hielo e intenta cambiar el tema, pero eligió el menos indicado.

—No hay novedades, ya sabes lo mismo de siempre. No ha pasado a mayores de nuevo, supongo que es algo bueno.

De regreso al campus, entramos a clase de literatura, creo que fueron las dos horas más largas de mi vida, me gusta la materia, pero el señor James habló sin parar y Meli casi se duerme. De vez en cuando palmeaba su hombro para cerciorarme que estaba tomando nota y seguía despierta.

Fui una de las últimas en salir del aula, Melanie no me esperó porque dijo que había asuntos que tendría que arreglar con respecto al pago de la colegiatura y no podía esperar más.

Al salir de allí me sorprendió ver que ella subió al auto de Josh y este desapareció del lugar en un parpadeo. No tengo la certeza de si la excusa de la colegiatura era cierta o quería soltarse de mi rápido. De todas maneras, no presté atención y emprendí mi camino a la estación de tren subterráneo, me rehusaba a caminar tanto y que lloviera en el trayecto.

Almas Rotas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora