Capítulo 38.

1.4K 102 77
                                    

Brooke

Mi mañana ha empezado más temprano de lo normal. Quedé con Thomas en la biblioteca de la universidad para repasar algunos temas pendientes que son de suma importancia para un examen que tendremos que rendir en nuestra primera clase. Es mejor tener todo fresco en tu mente, así te acordarás de cosas que posiblemente olvidarías si solo diste un vistazo a la temática la noche anterior.

Aunque acordamos una hora razonable, no logré dormir bien y ya estaba sentada en mi cama a las cinco treinta.

La casa se encuentra en un silencio absoluto y solo son pasadas las siete de la mañana. Mi padre, seguro en su trabajo, pero de Alice no hay rastro, quizá tenía asuntos personales que resolver.

Bajo a la cocina para hacer algo de desayunar, tengo muchísimo tiempo de sobra como para darme el lujo de preparar hotcakes y sentarme tranquilamente a disfrutar cada mordisco.

Un rato después y todo huele de maravilla, las cuatro masas doradas a la perfección están en un plato con manzana cortada en cuadritos y crema batida.

El timbre suena y me obligo a posponer por un momento mi desayuno, el cual me muero por probar.

Abro la puerta y para mi sorpresa, se encuentra parado frente a mí, Josh.

—Buenos días. —En sus manos sostiene una caja la cual no me molesto en detallar para saber que hay dentro.

—¿A qué se debe tu grata visita? —Me cruzo de brazos.

—Me tomé un tiempo considerable para pensar en todos los errores que he cometido en mi vida. Ninguno había sido tan grave como para lastimar a mi mejor amiga y perder por completo la confianza que me tenía.

Esperé esta conversación, quería arreglar todo siempre y cuando él se diera cuenta que sí había cometido un error con lo que hizo.

—Continúa —animo a que siga hablando, porque en realidad hay mucho que charlar y tengo el tiempo.

—No sé en qué momento pensé que tomar decisiones que te correspondían, ocultarte algo que era de suma importancia para ti y mentirte durante tanto tiempo resultaría una buena idea. Diría que es la idea más estúpida que ha cruzado mi mente, y por mi mente pasan ideas tontas muy a menudo.

Las personas que cometen errores y buscan redimirse, tienen un valor diferente. Son capaces de dejar de lado su orgullo y aceptan plenamente que son humanos y toman caminos y decisiones que no son los más indicados. Eso incluye a Nick y ahora a Joshua.

Josh sigue con su discurso intentando persuadirme, pero no es necesario, solo quería una disculpa sincera de su parte y la estoy consiguiendo, necesitaba ver que se rehusó a perder tantos años de amistad, dejó atrás su orgullo y está parado frente a mí diciendo que sabe que lo que hizo no está bien.

—No quería a una persona inestable en tu vida, solo quería lo mejor para ti. Pero yo no era el indicado para imponerte a la fuerza que está bien y que no, tú sabes cómo es su relación y lo que pasa puertas adentro como para decidir si lo querías nuevamente en tu círculo social. Puedo aconsejarte y guiarte, pero ahora sé que fue atrevido tomar decisiones que te correspondían.

—Tengo presente que solo quieres lo mejor para mí, gracias a tus consejos pude tomar una decisión en mi relación con Nick cuando debí. Separé nuestros caminos para no hacernos más daño, teníamos asuntos personales que arreglar y necesitábamos hacerlo por separado. Cuando fuéramos conscientes que no nos haríamos daño volveríamos a estar juntos.

—¿Todo está mejor entre ustedes?

—Hemos aprendido muchas cosas, sabemos cómo llevar una relación sana, basada en la confianza y comunicación. Me siento realmente orgullosa de saber que podemos estar juntos sin lastimarnos. Josh, Nick no es malo.

Almas Rotas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora