Capítulo 21.

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Brooke

TW: Mención de sustancias psicoactivas.

Los últimos días de verano y con ellos las últimas cálidas oleadas de sol. En verano no tienes que preocuparte por que llueva a mitad de la tarde y no tengas contigo tu paraguas.

Nick quiere sacarle el mayor provecho al verano antes de que el otoño empiece. Aunque para eso quedan unas cuantas semanas. Recuerdan la cita para ver un hermoso atardecer que Nick prometió, bueno supongo que hoy iremos a uno de los lugares en su inacabable lista de sitios hermosos para cumplir con la cita prometida.

Son alrededor de las dos de la tarde y los tenues rayos del sol se cuelan por el gran ventanal de mi habitación iluminando por completo el lugar. Para variar me encuentro organizando el desorden que es mi armario. ¡Por Dios! Al parecer alguien entró y buscaba algo desesperadamente como si su vida dependiera de ello y dejó un reguero considerable. Supongo que fue mi padre buscando quien sabe que, porque hasta donde sé, yo conozco que es lo que hay en mi habitación y aseguro que no tengo absolutamente nada en mi habitación que le pertenezca.

Mi cuarto está repleto de flores, logré conseguir jarrones para poner los dieciocho ramos. En mi mente era una idea genial, pero en la práctica resulto más difícil de lo que pensé. Las flores adornan cada rincón libre, las tengo en mi mesita de noche, mi escritorio, las repisas y las restantes están cerca de la ventana encima de un mueble hecho a la medida que queda perfectamente alineado con el tamaño del marco de la ventana.

Pero no me arrepiento de nada, dan vida a la habitación y se ven bien.

💗 Nick 💗:

"Aprovecha los días de verano, colócate un hermoso vestido."

Últimamente he sacado a relucir de mi armario todos los vestidos que tengo. Aprovecho cada ocasión para usarlos y Nick me anima a dejar atrás mis complejos y colocármelos.

Mientras termino de organizar las cosas que se encuentras caídas que son bastantes. En un rincón de mi escritorio diviso una caja donde tengo guardadas muchas fotos de momentos memorables para mí. Las saco con cuidado y miro una por una, algunas de ellas son con Josh y Melanie. Nuestra pelea con bolas de nieve y hasta hay una de las tantas fotos de nuestros viajes en carretera donde iba estrecha con las maletas. Otras son familiares, con mis tías mientras viví con ellas luego de la ida de mi madre, Robert necesitaba un tiempo para sí mismo. Las restantes que están en el fondo de la caja son de mamá; Las detallo una por una, pero estoy segura que faltan algunas, la vez pasada conté exactamente diez fotos donde estábamos ella y papá junto a mí, pero no están todas.

Las busco en caso que se hayan caído, pero al final no encontré nada, devuelvo todas a su caja y me dispongo a asearme ya que Nick no demora en pasar por mí.

Al cabo de un rato estoy lista y desenredando mí cabello una vez más, el timbre suena y por suerte soy la única en la casa, cierro la puerta de mi habitación y bajo las escaleras dirigiéndome al primer piso, y al abrir la puerta se encuentra el chico recostado en el umbral de la puerta principal, apenas me observa una leve sonrisa se le escapa.

—Que hermosa te encuentras hoy, todos los días estas linda, pero... —Un suspiro sale de sus labios —. Hoy te ves preciosa.

—Sabes cómo ponerme nerviosa con simples palabras.

—Solo digo la verdad. Te ves hermosa, cariño.

Si supieran lo bien que suena el "cariño" en su voz, se darían cuenta de inmediato el tono tan dulce que utiliza al decirlo.

—¿Nos vamos?

—¡Claro! —Abre la puerta del auto y entro, posteriormente él hace lo mismo.

—Uhm, por cierto. Olvide decirte que le encontraste un buen lugar a las flores.

Almas Rotas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora