Capítulo 47.

1.1K 75 24
                                    

Brooke

Los minutos se convirtieron en horas, las horas en días y los días en semanas. Desde la fiesta de cumpleaños muchas cosas buenas han sucedido. Las cosas van excelentes, no pueden ir mejor; por fin nuestra vida está encaminada a cosas positivas y llenas de instantes memorables y dignos de recordar con una sonrisa en el rostro.

Todo marcha como debe y somos genuinamente felices. Recuerdo haber hablado de esto con Nick, le comenté que todo en nuestras vidas se había acomodado y no teníamos inconveniente alguno, él también compartió mi pensamiento, estaba muy contento porque cada cosa había ocupado su lugar y nada nos perturbaba, creía que después de todo lo que afrontamos juntos, estaba llegando lo mejor y lo merecíamos.

Sin embargo, en medio de toda su energía positiva hubo algo que le preocupaba, pero no lo compartió conmigo. En todas las ocasiones que le decía que estábamos recogiendo las cosas buenas que habíamos sembrado, se notaba una melancolía en su alma mientras sonreía mirándome con ternura. Disfrutaba todo al máximo, pero al mismo tiempo no pasaba desapercibido para mí que lo hacía como si fuera lo último bonito que viviríamos ya que algo pasaría y desestabilizaría todo.

—¿Qué sucede? Hay algo que lleva preocupándote y tu mente ha estado algo ida en ciertos instantes en específico.

—No quiero alterarte, es solo que creo que todo está siendo demasiado perfecto, aún no me acostumbro a este nivel de felicidad en mi vida.

—Lo merecemos después de todo lo que hemos vivido, la vida nos está premiando con instantes buenos.

—Siento que cuando las cosas están tan utópicas es porque nos están preparando para algo malo. Tengo miedo.

—¿A que le tienes miedo, Nick?

—Le tengo miedo a está felicidad, cuando soy tan dichoso con tantas cosas impecables en mi vida creo que algo malo va a pasar ya que no merezco cosas buenas, es un pensamiento tonto, lo sé.

—Nada va a pasar. —Lo abracé haciéndole saber que todo estaría bien.

—Es solo que cuando la vida te permite ser así de feliz y con tanta intensidad es porque se está preparando para poner todo patas arriba y quitarte lo que más quieres.

Quise olvidar esa conversación de hace unos días y me convencí de que ese mal presentimiento de Nick era a causa de la ansiedad.

Ya sabemos que la ansiedad hace que creas que las cosas malas vendrán por ti y no mereces nada bueno en tu vida, ni siquiera un instante de luz, además genera en tu mente escenarios no tan buenos.

Ahora estamos en casa de Nick, hemos decidido remodelar un poco este lugar, todo se siente tan impropio y lo único que tiene personalidad o una identidad en esta casa es la habitación de Nick y los pasillos de la segunda planta que están decorados con cuadros de paisajes. La pintura del puente que vi hace mucho fue obra de él y es hermosa.

Compramos algunas decoraciones acordes con lo que él busca para la casa y estamos dispuestos a darle personalidad a las dos salas de estar. Volver esto más acogedor, que la casa se vea más propia y nosotros le daremos ese toque de cariño que hace de las cuatro paredes un verdadero hogar.

Traemos con nosotros unas cuantas margaritas para dejar en la sala principal y otros objetos que hagan juego con el resto de la casa.

—Este lugar está tomando forma. —Dejo con cuidado el florero en el lavaplatos para llenarlo de agua y colocar las margaritas.

—Sí que lo creo.

Salgo de la cocina y veo a Nick acomodando unos portarretratos en la chimenea.

—¿Cuál crees que combina más con el sofá color marfil? —Señalo dos mesas que están al otro lado de la estancia.

Almas Rotas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora