Capítulo 45.

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Nick

Siempre vi a la ansiedad como algo malo en mi vida. Tuve esa percepción errónea dónde creía que tenía que reprimirla lo más que pudiera y ocultarla del mundo. Una perspectiva poco sana de lo que en realidad tenía que hacer.

La solución a la ansiedad no es impedir que se manifieste en tu cuerpo. Eso solo empeora todo.

Por mucho tiempo intenté hacer todo eso, procuraba reprimirla, no dejarla fluir, estancarla en mi sistema sin opción a que lograra expresarse. Sin embargo, esas medidas que tomaba solo ocasionaban que el momento en el que estallara, saliera de una manera poco saludable y solo conseguía lastimarme.

Entonces a todo esto, ¿cómo he abordado la ansiedad para no verlo como algo malo en mi vida?

Primero tuve que saber que era caso perdido ocultarla, porque como dije antes, eso solo logra un colapso a grandes rasgos en tu sistema.

El error que cometí fue verla como un enemigo. La ansiedad no es tu enemigo y no está allí para hacer tu vida más complicada, aunque parezca que ese es el rol que cumple en tu vida.

Lidié con miles de maneras para poder llevar la ansiedad de una buena manera, pero el verdadero cambio lo noté cuando dejé de observarla como algo negativo en mi vida y empecé a darme cuenta que solo era una parte de mí que necesitaba ser comprendida, salir a la luz, ser escuchada y manifestarse cuando es necesario.

Mi vida dio un giro radical cuando aprendí a entenderla.

El día que dejé que caminara a mi lado y se convirtiera en algo de mi vida que solo necesitaba comprensión, las cosas cambiaron para bien.

Algo muy importante fue dejar que mis sentimientos fluyeran en el momento en el que sentía las cosas. No es bueno callar lo que sentimos, porque de una u otra forma eso tendrá que salir y cuando lo reprimes nunca saldrá de la mejor manera.

Los sentimientos que te invaden en el momento hay que dejarlos salir de una vez y sin anestesia, sentirlos plenamente. Eso es algo muy importante a tener en cuenta, porque lo que no expresas se acumula y lo que se acumula empieza a pesar.

No hay que evadir tus sentimientos. Mi psicóloga me dijo una frase acerca de eso que funciona a la perfección.

"Si sientes una carga en ti, seguramente es la ansiedad. Abrázala y dile que todo va a estar bien. Tienes que atender eso que se manifiesta, de lo contrario estará llamando tu atención todo el tiempo y no podrás seguir con tu vida de manera correcta"

Básicamente tenemos que gestionar nuestras emociones de manera correcta.

La culpabilidad por no ser productivo en mi día a día también era algo que martillaba con fuerza en mi mente. La ansiedad ocasiona que no puedas dormir más y te levantes a cumplir con todo lo que has planeado, incluso si las energías no están al máximo, de todas formas, intentas o más bien te obligas a hacer todo lo que está en tu agenda.

¿Qué sucedía si no lograba hacer todo?

Me sentía terriblemente culpable por no haber sido productivo y haber perdido un día de mi vida, era tal la culpa que por ello empecé a obligarme a realizar todo, incluso a sobre-exigirle a mi cuerpo más de lo que en realidad podía dar en ese instante.

Era un desgaste físico y mental horrible con el que no podía continuar, así que me encargué de eso.

En muchas terapias abordamos el tema y la psicóloga me hizo entender que a las personas con ansiedad en muchas ocasiones les costaba más que al promedio realizar las tareas diarias y no por eso algo estaba mal.

Almas Rotas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora