Raromagedón 2

Capítulo 9 "La fuga"

Ya habían pasado 3 horas desde que los tres llegaron a su celda. No sabían que podían hacer en aquel momento. No tenían ninguna de sus pertenencia y ni siquiera les habían dejado hacer su única llamada, por lo que nadie, exceptuando a Cas, sabían que estaban allí.

- Ahhh – suspira pesadamente Phoebe - ¿Y ahora qué? Esto nos pasó por ir a buscar provisiones. – ve a Carlos de manera amenazadora, a lo que él solo se limita a voltear la cara.

- Lo siento, ok. De todas formas, nos tocaría ir a buscar comida tarde o temprano – le reprocha. *Y pensar que antes de todo esto quería salir de lo monótono y tener una aventura. Pues mira a donde nos llevó a parar eso* comienza a pensar Carlos algo molesto.

- Debemos de idear un plan para poder escapar de aquí ahora – comienza a decir Alejandra mientras se sienta en una pequeña banca que se encontraba en ese lugar. – Lastima que ahora no aparece un portal aquí.

- Eso sería bueno si esperamos que no salga ningún monstruo de él y nos lleve devuelta. – comenta Phoebe viendo por las rejas.

- Tenemos que escapar de este lugar – dice Carlos enfadado aun por lo sucedido, sintiendo que todo lo que había pasado en ese momento era su culpa.

Mientras tanto Casandra, quien se había escapado del oficial, no sabía qué hacer. Estaba decidiendo si debía de ir con su familia y escapar juntos de toda esta locura, o rescatar a Carlos, Ale y Phoebe. Empezaba a ver todos los pros y contras de la situación. Por un lado, ella se había enamorado de Carlos cuando eran chiquitos y esta sería su oportunidad de demostrarle de lo que ella era capaz. Por otro lado, ella debía de ir por su familia y ponerse a salvo.

Mientras tanto con Phoebe, Ale y Carlos

- Ya sé – comienza a hablar Carlos ya más tranquilo.- Podemos abrir esa compuerta de la ventilación y pasamos por los conductos hasta llegar a la salida.

- Faltan detalles a ese plan – comenta Phoebe - ¿Cómo haremos para poder destapar la compuerta? Recuerda que no tenemos nuestras cosas – señala a sus tres mochilas y la pistola que se encontraba en la mesa justamente enfrente de ellos.

- Pero mira, el hacha la dejo justo al lado de la puerta – comenta Alejandra al ver su hacha. – De verdad que le hace falta cerebro al policía para dejar el hacha allí.

- Podríamos usar eso para abrir la compuerta – dice Carlos acercándose a la puerta. Luego de varios intentos logra agarrar el mango del hacha y la entra con ellos. - ¡Listo! Estamos avanzando. Ahora necesitamos romper el cerrojo de la compuerta de la ventilación. – toma el hacha con sus dos manos y la lanza tratando de darle al cerrojo, pero falla. - ¡Mierda!, estuvo cerca.

- Déjame intentarlo – dice Alejandra agarrando el hacha. Se coloca en posición y lanza un hachazo así rompiendo el cerrojo de la compuerta al instante. – Y así es como se hace.

- Bien ahora vamos – dice Phoebe corriendo a la entrada de la ventilación.

Los tres suben y comienzan a gatear por los conductos de aire hasta toparse con otra compuerta en el suelo la cual daba justamente a la mesa en donde se encontraban sus cosas. Phoebe se acerca a esta para poder ver sus cosas, pero de la nada, este sede por el peso, ya que no estaba diseñada para soportar a una persona, y provoca que los tres caigan en la mesa. Esto alerta al oficial que se encontraba justamente en la oficina de alado. Él abre la puerta solo para ver como los tres habían escapado de su celda. Ellos al darse cuenta agarran rápidamente todas sus cosas, incluyendo la pistola y comienzan a correr fuera de allí. Las alarmas comienzan a sonar por todo el edificio, ya que los tres se estaban fugando. Los tres corren sin dirección por los pasillos en busca de una salida. De la nada se escucha una fuerte explosión cerca de ellos, provocando que el muro se rompa, haciendo que los tres caigan al suelo. Al despejarse el polvo, se dan cuenta que Casandra había lanzado una granada justamente en ese lugar. Los tres se levantan rápidamente del suelo al percatarse que varios policías los perseguían con rapidez a la vez que disparaban cerca de ellos, y comienzan a correr fuera.

- ¿Dónde encontrase una granada? Y ¿Cómo supiste que nosotros estábamos justamente en ese lugar? – pregunta Carlos confundido.

- Ahora mismo no importa – se limita a responder.

Continúan corriendo, tratando de escapar de la policía, cuando de repente un portal se abre justamente enfrente de ellos. Ahora mismo entrar al portal era su única alternativa si querían escapar de la policía, así que lo hicieron esperando que no haya nada malo al otro lado. Al entrar los cuatro, el portal se cierra al instante dejando a todos los policías confundidos. Carlos, Phoebe, Alejandra y Casandra no sabían que era lo que les esperaba del otro lado del portal.