El sol ya había salido hace varias horas en aquel pueblo que alguna vez fue un lugar "normal" para sus habitantes. Había varios monstruos en todas partes, algunos en el bosque, otros en el pueblo y otros que parecían que partían hacia otros pueblos cercanos en busca de más víctimas, pues allí ya no había muchos civiles como en un principio. Las calles estaban llenas de personas petrificadas en piedra los cuales los murcieojos decidieron dejar abandonados a su suerte. También se encontraba algún que otro cuerpo de alguna persona sin vida que no logró escapar de las monstruosidades. Cada día en este Raromagedón 2 parecía ir empeorando, cosa que favorecía a los dos triángulos malévolos.
El mall se encontraba afuera rodeado de zombis, los cuales esperaban a que sus víctimas salieran de allí debido a que ellos no podían ingresar por el momento. Todos se encontraban aún dormidos, cansados de los varios acontecimientos de ayer, excepto por Carlos. Él se había levantado hace algunos instantes con la intención de aprender a usar la espada-regla para pelear para así poder sobrevivir. Se había alejado algo de ellos para no despertarlos, ya que sabía que seguramente se encontrarían agotados.
Al encontrar un lugar adecuado, decide usar un objeto de madera largo para poder usarlo para practicar. Se coloca en posición de combate, y con la mano derecha lanza un ataque hacia este objeto logrando asestar un golpe. Debido a que no lo hizo con todas sus fuerzas para que no se partiera de un solo el objeto, logra hacerle una pequeña abertura. Luego trata de asestar otro golpe en el mismo lugar, pero falla dándole un poco más abajo. No le importa mucho su intento fallido y continúa practicando lanzando varios ataques.
Los golpes que se escuchaban debido a los golpes en la madera despiertan a un somnoliento Tails. Este se sienta durante unos instantes para poder procesar bien de donde venían aquellos sonidos. Luego se levanta y se dirige hacia donde Carlos se encontraba.
- Vaya, que madrugador... - comenta Tails mientras bosteza a la vez que estira sus brazos.
- Lo siento, ¿te desperté? – se disculpa Carlos a la vez que para.
- Un poco sí, pero igual ya necesitaba despertarme. Debemos estar alerta en especial con los zombis rodeándonos.
- Debemos de escapar del mall pronto.
- Sí, pero por ahora esperemos a que los demás se levanten. No quisiera despertarlos aun sabiendo que el día de ayer fue demasiado agotador. Apropósito, ¿Qué haces? – le pregunta Tails para luego voltear a ver al objeto de madera el cual tenía varias aberturas por todos lados.
- Practicando a pelear con la espada-regla. Nunca he usado una espada en mi vida, pero no me imagino que será demasiado difícil pelear con una. Además, la practica hace el maestro ¿no? – le contesta Carlos para luego lanzar un último ataque al objeto con todas sus fuerzas, así cortándolo por fin a la mitad.
- Viéndolo bien, tu arma es doble filo y sin un mango para agarrarlo... - comenta Tails viendo fijamente a la espada-regla para luego voltear a ver nuevamente a Carlos - ¿Cómo no te cortas?
- Siendo sincero no lo sé... - responde para luego ver a su arma en ambas manos. – Es como si su portador la pudiera agarrar en un extremo sin preocuparse a ser cortado. Ojalá hubiera podido obtener más respuestas sobre su uso.
- ¿Qué hay de aquellos susurros que escuchas? – le pregunta Tails recordando lo que les había comentado ayer antes de curar a Sonic.
- Suenan cuando quieren – responde este viendo nuevamente a Tails a la vez que trata de amarrar la espada-regla en su mochila nuevamente.
- Veo que no tienes cómo llevar la espada-regla fácilmente. Puede que se caiga en el camino si llega a cortar el amarre – comenta Tails viendo cómo este sigue intentando amarrar su arma.
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Raromagedón 2
FanfictionUn día normal como cualquier otro, una catastrofe sucede. Portales comienzan a abrirse por doquier llevandose a personas o sacando criaturas no antes vistas por gente común. La vida de ciertos chicos está apunto de cambiar y se adentrarán en lo que...