Bea
Me debato de si ir tras Evan o no. Muerdo mi labio inferior, indecisa. Luego la uña de mi pulgar es la siguiente víctima de mi indecisión.
¿Voy o no voy tras él?
Cuando ya tengo la uña del pulgar echa un desastre a causa de mis dientes, termino decidiendo qué no. No voy a ir tras él porque, seguramente, yo no soy su persona favorita ahora.
Sigo sin entender por qué el tema de la mamá de Evan es algo que lo pone a tal punto de incómodo y tenso, otra cosa que tampoco entiendo es por qué yo soy tan estúpidamente insistente con algo de lo que él no quiere hablar.
Evito estrellar mis manos contra mi cara solo porque estoy rodeada de personas.
Soy. Una. Gran. Tonta.
Esas cuatro sílabas las repito una y otra vez para mí porque no hay más verdad que esa: soy una tonta entrometida. Evan no quería hablar de ello, ¡No quería y yo le insistí!
Resoplo guardando mis cosas en mi mochila, luego yendo a comprar un sándwich sencillo para comer. Voy saliendo de la cafetería comiendo de mi sandwich de jamón y queso, con todo lo de Evan, el examen de italiano y el hambre que cargo, podría comer mil de estos en veinte minutos.
—¿Viste lo que pasó en la cafetería? —escucho la pregunta de unas chicas a pocos pasos de mí—. Él, obviamente, estaba alejándose de ella, ¿Cómo no hacerlo? Si es insoportable.
Doy otra mordida a mi sandwich, acercandome con paso lento.
—... Te lo he dicho, ellos son sus amigos por lastima —frunzo el ceño, yo conozco esa irritante voz—. No tiene sentido que dos de los chicos más populares se junten con una chica como... ella.
Su acompañante no pudo darle su insignificante respuesta porque aceleré el paso a ellas y dije:
—Sigues hablando tonterías, eh —cruzo los brazos—. Solo chorradas es lo que sabes decir.
Ella me da una mirada despectiva con sus ojos cafés.
—Beatríz, la verdad duele mucho, lo lamento —aprieto los puños aún escondidos entre mis brazos. Ella es tan insoportable—. Dime, ¿Por cuál otra razón dos de los chicos más populares serían amigos tuyos, si eres tan... —me mira de arriba a bajo con una mueca—, simple y extraña?
Respira, respira. Si una vez te aguantaste darle una paliza esta vez también puedes hacerlo.
—¿Quieres razones? —arqueo ambas cejas—. Pues mira que Aidan es mi mejor amigo desde hace once años. No soy hipócrita con ellos, están conmigo porque pueden confiar en mí.
»Ambos saben que pueden contar conmigo sin importar en qué términos estemos. Y una de las razones más importantes: no soy una mentirosa manipuladora que se aprovecharía de algo que me confiaron solo para usarlo a mi favor, mucho menos para magonear a alguien.
»Por eso están conmigo, porque a diferencia de ti, yo no les mentiría, no utilizaría los secretos que me confiaron solo para manipularlos.
—Eres una...
—Eh, cuidado con lo que dices —di un paso al frente, ella me mira con ese odio que desde lo que pasó me a tenido—. Habrán pasado dos años, soy más baja que tú, pero yo no dudaría en darte la paliza que Aidan una vez no me dejó. Así que, antes de hablar de lo que no sabes, mejor cierra la boca.
Con eso dicho, me di la vuelta y fui a mi casillero ya con el ánimo en nivel rojo. Cuando abro mi casillero, al instante se cierra de un portazo sonoro.
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Loco Enamorado [Loved #1] ✅
Teen FictionC O M P L E T A Evan Ross sentía mucho hacia Beatríz Ferguson. Beatríz Ferguson... sí, lo veía como un amigo. Evan se creaba escenarios dónde imaginaba que era más que un amigo de Bea. Bea estaba rara con Evan. ¿Él? Totalmente enamorado, aterra...