C I N C U E N T A Y S E I S

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Bea

—¡Awww! ¡¡Es taaaan tierno!! —chilló Brie, emocionada, abanicando su cara con su mano.

El gesto me pareció exagerado, pero la declaración no. De verdad había sido muy tierno.

—¡Hay que buscar un vestido rápido! ¡Ya no hay mucho tiempo! —exclamó, dejando de abanicar su rostro.

—Concuerdo con tu hermana, Beatríz. Debemos de buscar un vestido rápido —convino mi mamá, emocionada.

Y lo siguiente pasó tan rápido que pensé que mi mamá y hermana se habían movido a la velocidad de la luz:

Brie se levantó del sofá con mamá, ambas se fueron al piso de arriba y en cuestión de unos pocos minutos, ambas bajaron, con bolsas en mano y arregladas para salir.

Les había contado lo que hizo hoy Evan en la escuela: convencer al director para que los dos grupos de cuarto año fueran al baile de graduación de los de último y así, para que yo vaya con él. En ese momento me pareció tan... ni siquiera creo que haya una palabra para describir lo tierno, lindo, increíble y demás, fue un acto tan bonito de su parte que nunca lo voy a olvidar. Aún si así ya no estemos juntos.

Mamá y Brie me tomaron de los brazos y me arrastraron hacia el auto de mamá, dónde me subieron a la parte de atrás, mientras ellas se montaron en los asientos delanteros. En el camino a la tienda, ambas van hablando emocionadas de opciones para el vestido que querían comprarme. Intenté dar mi opinión, pero ninguna parecía escucharme.

Mamá detuvo su auto frente a una tienda de vestidos en Center City, por los ventanales a cada lado podías ver la tienda de adentro y los montones de vestidos que habían en los percheros.

Mi mamá y hermana bajaron del auto, no me quedó más remedio que seguirlas.

En la tienda nos atendió una mujer de piel color chocolate, con el cabello lacio negro como la noche y ojos color café. Nos sonrió amable a las tres y nos preguntó en qué podía ayudarnos, mi mamá y hermana respondieron, algo que la señora extrañamente entendió:

—Vestido. Lindo. Baile de graduación.

¿Acaso es una especie de código o algo?

La señora nos sonríe emocionada, me echó una mirada rápida y nos dijo que la siguieramos. Nos llevó hasta el final de la tienda, en el camino hacia allá ví vestidos de todo tipo, todos muy lindos: casuales, elegantes, de novia y más que ni sabía que podía haber de ese estilo.

Me detuve en seco al ver los percheros al final de la tienda.

¡Estaban totalmente repletos de montones de vestidos! Yo nunca fui de ese tipo de chica que se volvía loca con la ropa, pero ahora entendí la emoción de Lyla cuando la acompañé a comprar su vestido para el baile.

Habían muchos: largos, cortos, voluminosos, sencillos, ceñidos al cuerpo, de falda suelta y millones de colores. Si Lyla estuviera aquí, estaría casi tan loca como mi hermana.

Mamá y Brie se pusieron a elegir vestidos mientras que yo tomé asiento en uno de los sofás de espera que habían allí frente a los probadores. Dejaba todo a la elección de Brie, mi hermana sabe mis gustos y ella tiene un buen ojo para elegir la ropa ideal.

A veces creo que tiene una conversación telepática con la ropa. Algo al estilo de: «¿Eres tú, la ropa ideal?» preguntaría Brie. La prenda le respondería: «Sí, soy yo. La ropa ideal»

Es absurdo pero a veces podía ser una idea considerable.

Decidí ver qué tal todo en el mundo virtual. Yo no era muy activa en las redes sociales, la verdad es que creé mi Instagram solo para seguir a los famosos que veía en las películas, también para seguir cuentas de dibujos y fanarts.

Loco Enamorado [Loved #1] ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora