O C H O

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Bea

Gruño dando otra vuelta en mi cama sin poder conciliar el sueño. Quito frustrada las sábanas y veo la hora en el reloj sobre la mesita de noche: 10:44 pm. Una hora entera que llevaba sin poder dormir, solo en mi cabeza repitiéndose el acontecimiento de la fiesta de Isabel, las palabras de ese tipo sin poder salir de mi cabeza.

«Vaya, vaya, vaya ¿Pero qué preciosura tenemos aquí?»

Me muevo asustada en mi cama, sintiéndome otra vez en esa habitación oscura, con el agarre fuerte del sujeto en mi muñeca y ese olor irrespirable que emanaba cerca otra vez.

«Vamos, será divertido»

La dulzura en su voz no era de amabilidad, era como un tono ido por quién sabe cuáles razones.

«¡¡Ayuda!!»

La impotencia de no poder ser escuchada era el colmo mayor.

«Vamos, linda —me sigo moviendo inquieta en mi cama, volviendo a sentir de cerca su nariz en mi cuello—. Tienes un buen aroma, fresas.

Suéltame, por favor...»

—¡Ah! —me incorporo en mi cama sudando frío y con la respiración agitada. Con la vista borrosa por las lágrimas enciendo la luz de mi lámpara de noche y tomo mi celular, marcandole sin pensarlo bien.

—¿Hola? —su voz se oía ronca y confundida.

—Yo... lo siento... no te... no te quise despertar.

—¿Bea? —al parecer no había visto el remitente. Se aclara la garganta—. Oye, ¿Qué pasa? ¿Estás bien?

—Yo... —un sollozo bajo escapa de mi garganta—. No estoy bien.

—¿Qué pasa? Bea, me estás asustando —no podía decir nada más que solo emitir algunos lloriqueos bajos.

Cada vez que trato de cerrar los ojos ese recuerdo aparece y es como si volviera a estar ahí, como si se repitiera una y otra vez cuando cierro los párpados.

—Yo... Evan... —las primeras lágrimas salen de mis ojos acompañadas de algunos sollozos.

—Bea... —su tono preocupado cambia a uno dulce y susurrante—. Hey, todo estará bien —asegura—. Nada malo va a pasarte, me aseguraré de eso, lo prometo.

Sorbo mi nariz y limpio las lágrimas en mis mejillas con mi mano libre.

—Oye, cuéntame qué tal tu día —pide y una risita se escapa de mis labios—. Estás riéndote, lo que significa que estamos mejor, ¿A qué sí?

—Vamos en ello —mi voz es ganjosa por la nariz tupida—. Mi día... estuvo bien.

—Dame detalles, me interesa saber.

—Bueno... —acomodo un mechón de mi cabello tras mi oreja mientras pienso—. Mi mamá y yo vimos una película juntas en la tarde.

—¿Qué película era?

Avengers: Age Of Ultron —escucho a Evan reír—. No te rías.

—No lo hago por mal, solo me acordé de tu fanatismo por los superhéroes.

—Me resultan más emocionantes —digo luego de sorber otra vez mi nariz—. Gracias, Evan.

—Te dije que a cualquier cosa podías llamarme, Bea, no tienes nada que agradecer.

—Tú... ¿puedes quedarte hasta que me duerma? —hay una risita del otro lado—. No... no tienes que hacerlo. Es... algo estúpido.

—Está bien, Bea. Será difícil saber cuando estés dormida, pero me quedaré contigo, no te preocupes.

Loco Enamorado [Loved #1] ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora