U N O

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Evan

Me gustaría decir que mi día comenzó como un gran cliché.

Que desperté por los rayos del sol entrando por mi ventana o por el estruendoso ruido de mi despertador, que mi tía me trajo el desayuno a la cama y esperara pacientemente para luego llevarme a la escuela.

En serio me gustaría decir que desperté así, incluso a mí me hubiera gustado.

Pero no, no fue así.

—¡¡Despierta!! —gritaron cerca de mi oído, asegurándome una caída dolorosa al suelo—. ¡Clases en veinte minuto! —grita desde mi cama.

—¡¿Pero qué mierda?! —grito desde el suelo sin entender nada.

Estaba teniendo un buen sueño en mi cómoda y calentita cama, ¡¿Por qué despertarme así?!

—Tienes exactamente 19 minutos con 45 segundos para: ducharte, arreglarte y comer para irte a la escuela.

Me levanto del suelo sobando la parte de atrás de mi cabeza y dándole una mirada incrédula y molesta. Puede que el piso esté alfombrado, pero aún así no fue de mucha ayuda y de igual manera mi cabeza se llevó un golpe seco que ahora me dolía.

—¿No puedes ser una persona medianamente normal y despertar a tu lindo sobrino de una forma menos... —pensé la palabra correcta para describir todas y cada una de las maneras en que esta hombre me despertaba—... alocadamente extraña?

—¿«Lindo sobrino»? ¿Dónde? —sus ojos grisáceos buscaron alrededor de mi habitación.

—Ja, gracioso.

—Ve a ducharte. Ahora te quedan... —mira su reloj—. Diecisiete minutos.

—Sí, señor —hago un saludo militar sin muchas ganas.

Luego de uno de los despertares más dolorosos de mi vida tomo mi toalla aún sobando la parte adolorida de mi cabeza y me fui al baño. Después de la ducha que terminó de despertarme y aligerar minimamente mi dolor, me arreglé para ir a clases con mis clásicos vaqueros desgastados, una camiseta manga raglán blanca bajo una cazadora tejana y mis zapatillas converse; como mi tía le diría:

«Estilo simple, pero moja bragas de tu preparatoria»

Y mi tío le respondería:

«No es su culpa heredar todo el atractivo de la familia Ross»

Vale, que ese atractivo es algo más de sedoso y espeso cabello negro, cejas pobladas, ojos rasgados y grises, además de esas arrugas que se forman cuando sonrío. No quiero ser presumido, pero, soy jodidamente atractivo.

Pensándolo bien, sí, sí quiero ser un poco presumido.

En cuanto termino de atar las trenzas de mis zapatos bajo a la cocina donde mi tía le servía una taza de café al hombre que me a despertado a gritos, quien leía muy tranquilamente el periódico y a mi hermanita de siete años comiendo de su cereal favorito con un jugo de manzana.

—Buenos días —saludo tomando asiento al lado de mi hermana, dejando un beso rápido sobre su cabello.

—Buenos días —me sonríe mi tía dejando mi desayuno frente a mí.

Murmuro un «Gracias» hacia ella y empiezo a desayunar.

Mi hermana y yo tardamos al menos uno diez minutos en comer. Tomamos nuestras cosas y nos despedimos de la tía con movimientos de nuestras manos desde el auto de su esposo. En todo el trayecto él nos iba hablando sobre la importancia de la responsabilidad, de que debemos despertar más temprano y demás tonterías que mi cerebro bloqueó.

Loco Enamorado [Loved #1] ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora