C U A R E N T A Y U N O

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Bienvenidos al mundo del pelirrojo...

Aidan

Halloween.

Adoro Halloween, ¿A quién no le gusta? Es una celebración realmente genial: las decoraciones, los disfraces, ver películas de terror hasta las tres de la madrugada y los dulces.

Oh, los dulces.

¡Los increíbles dulces!

Amo Halloween por esa razón: las golosinas. Me gusta disfrazarme, pero ese gusto no es nada comparado con mi amor hacia los dulces.

Vale, quizá tenga una muy leve obsesión con los dulces.

Yo no lo consideraría nada importante, puedo controlarme... a veces. Admito que soy un poco maniático con el tema de la golosinas y puede que quizá me vuelva un poquito loco cuando hay algún chocolate cerca.

En fin, dejando de lado mi insana obsesión con las golosinas, yo también adoro Halloween por otros motivos. No solo ver películas hasta tarde o comer dulces hasta que te duela el estómago o estés a nada de un coma diabético, sino porque es genial disfrazarme con Sam.

Muchos adolescentes de mi edad consideran que disfrazarse y salir a pedir dulces con sus hermanos es cosa para «bebés» y solo se disfrazan por las fiestas que ofrecen en Noche de Brujas. Para estas fechas, por muy impropio que suene de mí, odio ir a fiestas. Prefiero pasar la noche pidiendo dulces con mi hermanito, quejarnos cuando los viejos de la cuadra nos dan uvas pasas en vez de un buen chocolate, pero aún así disfrutándolo.

Antes de todo el rollo de mis padres, solía disfrazarme con mi hermanito siempre aunque no pudiera llevármelo a pedir dulces conmigo. Siempre trataba de pedir por ambos y volver a casa con montones de golosinas.

Pero este año sí que puedo llevarlo conmigo aunque ahora sea yo el que no debe salir a pedir dulces, ¡Me vale porque esto me encanta! Este año, nuestro disfraz estará inspirado en una de nuestras películas favoritas.

Para mí sí que es mi película favorita, para Sam... es como su cuarta. En su rating siempre estará de primera Grandes Héroes. Esa historia de seis cerebritos que se vuelven superhéroes junto con un robot que parece un malvavisco gigante. Que, admito, sí está muy cool.

—Okey, posen para la foto —pide mamá, enfocando su móvil a nosotros. Mi hermano y yo hicimos nuestras clásicas caras raras y ella se echa a reír, aún así tomó la foto.

—¿Estás listo, Jhonny? —me pregunta Sam cuando ya estábamos afuera de la casa después de escuchar las mil y una advertencias de mamá. 

Le sonreí a mi hermano.

—Claro que sí, Dennis. ¡Vamos allá!

Nuestros disfraces este año son de Dennis y Jhonny, padre he hijo de Hotel Transilvania. ¡Yo sí que adoro esas películas! Son mis favoritas desde hace años y lo serán siempre. Dudo que pueda ver otras películas tan buenas como las de Hotel Transilvania.

Como Dennis y Jhonny se visten prácticamente igual, Sam y yo estamos disfrazados iguales. Mi hermano con una holgada y larga camiseta amarilla, anaranjada y con el número cuatro en verde, pantalón corto marrón y las botas de montaña azules. La única diferencia entre su atuendo y el mío es que yo llevo mangas naranjas y la camiseta igual que la suya. De resto no había otra diferencia, el mismo color en los pantalones, camisa y zapatos.

Mamá había logrado alocar el cabello de Sam y por eso se parecía un poco más a Dennis. Yo solo revolví el mío y ya tenía el desordenado cabello de Jhonny.

Loco Enamorado [Loved #1] ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora