SS. El sentir de una princesa elfo sin reino...

5.2K 475 22
                                    

Hace algunos capítulos.

-Oh, por cierto... señorita Shakti, señorita Riveria-Nombró a ambas mujeres el peliblanco, haciendo que volteen al mismo tiempo.

-Mi abuelo me dijo que una mujer saca a relucir su belleza al sonreír, ustedes son un claro ejemplo de ello, si no les molesta... pienso que deberían hacerlo más-Les dijo Bell sin rodeos, con una gran pureza en sus palabras pero ligeramente sonrojado.

 pienso que deberían hacerlo más-Les dijo Bell sin rodeos, con una gran pureza en sus palabras pero ligeramente sonrojado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

*puff*

Humo comenzó a salir de la cabeza de ambas y un color escarlata como los ojos de Bell inundaron las mejillas de ambas.

Finn miraba fijamente a Riveria mientras trataba de no reírse.

"Nunca pensé que te vería así, sonrojada por un cumplido" pensó el hobbit al mismo tiempo que tapaba su boca con su mano.

-G-Gracias...-Dijeron ambas mientras eran jaladas hacia afuera de la habitación por Finn.

Y de esa manera, la puerta fue cerrada.

Afuera del cuarto de Bell.

-Oye. Ya puedes entrar-Aviso Finn al herrero de la familia Hefesto que también deseaba ver al peliblanco.

-Voy. Muchas gracias-Agradeció el pelirrojo mientras caminaba para cruzar la puerta.

-B-Bueno... tengo que irme. Le informaré a Ganesha-Sama-Comentó Shakti con cierta dificultad y agachando su cabeza para no ser vista al mismo tiempo que se alejaba a gran velocidad.

-De acuerdo... Eso fue raro-Opinó Finn por la reacción de la capitana de la familia del Dios antes mencionado.

Él la observaba a la distancia sin percatarse de que la mujer a su costado sufría los mismos síntomas.

Al voltear hacia ella lo notó.

-¿Riveria? ¿Te sientes bien?-Le preguntó ya que percibió rubor en la blanca y fina piel de sus mejillas.

Riveria no contestó. Simplemente permaneció en silencio.

"¿Qué me perdí?" Pensó el hobbit.

En la mansión crepúsculo.

Ambos regresaron de la sede de la familia Dian Cecht tras su breve visita en la cual lograron conocer un poco más a aquel chico que crecía a pasos agigantados.

¿Es malo entrar al calabozo sin falna?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora