Capítulo 28.

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-Se fue...-Murmuraron al unísono los presentes en la sala mientras la princesa de la espada corría desesperadamente detrás del joven peliblanco.

El ánimo que dejó en la recepción del hospital la noticia de que la familia Apolo, a pesar de lo grotesco que fueron sus actos, no sufriría una consecuencia significativa llenó de rabia a cada individuo, sobretodo a Bell, quien, impulsado por ello, buscó desquitar ese enojo acumulado de alguna forma.

-Su expresión... yo nunca me imaginé que alguien como él pudiese poner un rostro así...-Comentó Alicia. Sus orejas decaían al igual que su ánimo de por sí depresivo.

-Te entiendo. Bell a fungido como una luz para muchas de nosotras. Su forma tan positiva a la hora de afrontar los problemas me hacía pensar que era un ser imperturbable... veo que me equivoqué, al fin y al cabo... también es humano-Opinó Riveria, suspirando pesadamente con una fuerte presión en el pecho, al cual fue apaciguada al posar su palma encima de aquel sitio.

-Muchas veces suponemos que alguien fuerte no puede dejar de serlo. Pero incluso el ser más poderoso de la historia en algún momento se sentirá débil y abatido-Declaró Tiona, quien tras leer tantas travesías y fantasías de héroes en su infancia, pudo ver las distintas perspectivas que estos han tenido. Y en ningún libro que ha pasado por ella hubo un protagonista que no sufriera algún golpe emocional.

Airmid asintió. No era sorpresa para nadie que conociera varias de las caras de Bell. Por eso mismo es consciente de lo mucho que le debe de doler al resto de las chicas esta primera impresión.

-Si existiera una forma de ayudarlo, yo...-Shakti apretaba su puño con cólera. A pesar de que es fiel creyente de la justicia y no se identifica como una verdugo a la hora de tomar la decisión de cómo se castigarían a los criminales, una parte dentro suyo imploraba que se soltara de sus creencias y buscara venganza.

No obstante... eso no es lo que Bell querría. No habría nada que lo lastimara más que ver a otros perdiendo el control por su culpa.

-Deténte ahí. Sé que todas nos preocupamos por él, pero hay que ser conscientes de la posición en la que Apolo se halla. Cualquier paso en falso y existe la posibilidad de empeorar las cosas, trayendo más problemas que soluciones a esta situación-Interrumpió la peliplateada a la segunda novia oficial dentro del harem, posando la mano encima de su hombro.

-¡Airmid! ¡Es que no es justo!-Tiona asentaba con fiereza el pie en el azulejo del piso.

-No es que me interese ese humano, aunque tiene razón. Si alguien así sale impune... ¿Para qué sirve la justicia entonces? ¿El poder importa más que las vidas humanas?-Lefiya también irrumpió en la conversación.

-Yo... no lo sé...-Shakti agachó la cabeza.

Mientras todo esto ocurría, cierta elfo de cabellera color jade guardaba silencio, peleando internamente en un intento de guardar la calma. Su corazón le gritaba que corriera a donde Bell, al igual que a todas.

Si hay una raza en especial que, al enamorarse, se vuelven muy intensas, esa es la de las elfos.

-Perdón, iré con Aiz. No quiero quedarme sin hacer nada...-La pelijade declaró aquello, dirigiéndose a la puerta totalmente seria.

-La pelijade declaró aquello, dirigiéndose a la puerta totalmente seria

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¿Es malo entrar al calabozo sin falna?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora