Calles de Orario.
*Grrrrrr*
Ese sonido fue escuchado por las personas en el lugar, preguntándose de dónde provino ¿Un monstruo? ¿Algún carruaje rechinando? Esas eran las hipótesis que se creaban en la mente de los ciudadanos, aunque... nada más alejado de la realidad.
"Demonios... el gruñido de mi estómago se escuchó muy fuerte, espero que nadie se haya dado cuenta" pensó Bell mientras caminaba de prisa y con su rostro sonrojado por la vergüenza.
Estuvo caminando por unos segundos, sin embargo, no encontraba un lugar donde comer, así que decidió preguntarle a alguien.
-Ammm ¿Disculpe? Perdón si molesto...-Dijo el peliblanco a la figura de una persona de cabello color melocotón y con sombrero que hablaba con una chica de cabello azul y lentes.
-¿Uh? ¿Qué sucede?-Preguntó aquella persona, acomodando su sombrero y volteando a ver a quien llamó su atención.
-Perdón si molesto pero soy nuevo en la ciudad y quisiera saber si hay algún lugar donde pueda comer, no tiene que ser muy lujoso-Comentó Bell.
-Oh, así que es eso, puedes ir a "La Señora de la Abundancia", es un restaurante/bar muy famoso aquí, sirven una comida muy deliciosa, en mi opinión personal, la mejor de todo Orario, está a proximidades de Babel, solo tienes que doblar a tu izquierda y llegarás, es difícil no reconocerla-Respondió el hombre, haciendo indicaciones con sus manos.
-Entiendo... ¡Muchas gracias! Ammm...-Expresó Bell pero no sabía a quien agradecer.
-Hermes, soy el Dios Hermes-Contestó el dios, extendiéndole la mano.
-Ohhhh... ¡Muchas gracias Hermes-Sama!-Respondió el joven, inclinándose ante el dios y luego estrechando su mano.
Después de aquel encuentro, él siguió las indicaciones, dejando atrás a Hermes y su acompañante.
-Así que Zeus.. ¿él es quien se convertirá en el último héroe?-Susurró Hermes, viendo la espalda de Bell alejándose.
-Parece que los días aburridos han llegado a su fin-Concluyó.
En la calle dédalo.
Después de algunos minutos corriendo a toda velocidad, algo sucedió.
-¿D-Dónde...?-Preguntaba Bell con incredulidad.
-¡¿DÓNDE DEMONIOS ESTOY?!-Gritó con terror al verse perdido.
Se había adentrado a un lugar con calles muy confusas.
-¿Él dijo que caminara a la izquierda o a la derecha? C-Creo que doblé en la calle equivocada...-Susurró para sí mismo, aterrado por darse cuenta que siguió de mala manera las instrucciones que le fueron dadas.
Sus lágrimas comenzaron a brotar de manera cómica, mientras su estómago rugía con aún más fuerza que antes.
"Voy a morir de hambre..." es el único pensamiento que rondaba en su cabeza. Hasta que un grito lo sacó de sus pensamientos y lamentos.
-¡AYUDAAAAA!-
-¡POR FAVOR QUE ALGUIEN NOS AYUDE!-
-¡AYÚDENOS-
-¿De dónde vienen esos gritos?-Se preguntó Bell, con un rostro serio y volteando a todas partes para poder identificar a donde dirigirse.
"Es por aquí" pensó Bell, corriendo a toda velocidad en uno de los caminos de aquel lugar.
"Esto parece un laberinto... ¿Será que entré a la calle dédalo? Escuché a muchos decir que era difícil entrar y salir de aquí, pero eso no tiene importancia ahora, debo salvar a esas personas" se dijo a sí mismo, aumentando su velocidad.
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¿Es malo entrar al calabozo sin falna?
FanfictionBell, nuestro joven protagonista, después de pasar varios días sin poder conseguir una familia y ser rechazado muchas veces, decide dejar de intentarlo pero recordó algo importante...No siempre se necesitó de un falna para ser un héroe, por lo que a...