Capítulo 17.

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En alguna parte de Orario.

-Entonces me dices que han desaparecido muchos aventureros allá-Dijo la voz imponente de Urano.

-Así es, Urano-Sama. Le daremos la misión a la familia Loki-Fels respondió, llevando la carta.

-De acuerdo. Solo una cosa... Invítalo a él, siento que puede ser beneficioso-El dios hizo referencia a Bell Cranel.

-Perdón por la pregunta pero ¿Qué le da ese presentimiento?-Le cuestiona Fels.

-Hummm, es una corazonada. Grandes cosas están por pasar-Contestó Urano.

"Ese Zeus... Siempre metiéndonos en problemas" Pensó mientras una carta abierta reposaba en el reposo de su trono que le fue entregada por Hermes esa misma mañana.

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En el capítulo actual.

Un nuevo día en Orario hacia acto de presencia. El sol se asomaba desde el este de la ciudad, iluminando cada rincón con el pasar de los minutos.

Justo en la zona este de la ciudad, específicamente en la calle dédalo, famosa por el gran tamaño que esta posee aunado a los múltiples cruzamientos que existen en la misma, se hallaba un orfanato en el que la figura del momento, Bell Cranel, vivía.

Él yacía acostado mientras las sábanas le cubrían parcialmente el cuerpo. Aún era temprano y la noche anterior fue todo menos ligera.

La cita con Shakti, que comenzó antes del anochecer y finalizó en el cementerio de aventureros casi a la media noche, se había prolongado más de lo esperado. Y si no fuese suficiente, cuando fue a la sede de la familia Ganesha, familia a la que la fémina pertenece, se topó al Dios elefante gritando sin cesar.

"Yo soy Ganesha" era lo que decía hasta que la peliazul se hartó y lo golpeó en la cabeza, dejándolo viendo estrellas. Literalmente, quedó boca arriba en el suelo.

En fin. Dejando de lado aquello, la cita salió tal y como el conejo lo planeó. Teniendo el resultado esperado y alcanzando la instancia en la que los sentimientos salen a relucir, permitiendo el mutuo entendimiento entre ambas partes, sucedió lo inevitable. Se besaron y sellaron la promesa de estar juntos hasta el resto de sus días. Bell lo juró enfrente de la tumba de la difunta Ardi por lo que no existía forma o posibilidad de que la incumpliera. Aunque tampoco tenía ni la remota intención de que eso ocurriera.

Enfrente de la sede, casi sin personas presentes o siquiera conscientes, dejándose llevar por el aire de romance que aún se respiraba, se despidieron al unir tiernamente sus labios en un beso lento que provocó estragos en el ya de por sí inquieto corazón del conejo.

Shakti no mintió cuando dijo que no se contendría ni sostendría el papel de doncella enamorada. Está apuntando a lo alto y sin ataduras que le impidan sincerarse.

Bell, por otro lado, sigue sin acostumbrarse a los distintos ritmos que sus parejas manejan. Airmid ama ser consentida aunque en ocasiones lo niegue.

Luego de regresar al Orfanato, divagando en los pensamientos que abordaron su mente, recordó aquel "Accidente" ocurrido días antes entre él y Airmid.

¿Es malo entrar al calabozo sin falna?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora