Días luminosos

5- Cuidar

"—Lo decía en serio, si puedo evitar que estés en peligro claro que llevaré a nuestro hijo"

Shi Qing Xuan recibió un baño, un cambio de ropa y una cobija para mitigar el frío que sentía por su presión baja, aunque pudo haberse quedado descansando un rato, las ganas de charlar con su mejor amigo eran más grandes.

—¡De verdad van a intentar tener un bebé! — Xie Lian se cubrió la boca para intentar guardar un poco la compostura, pero no sirvió de mucho, su expresión lo decía todo.

—Así es, aunque estamos apenas descubriendo si se puede— respondió Qing Xuan con una sonrisa adorable al pensar en un futuro familiar.

—Esto es demasiado emocionante, de verdad espero que puedan lograrlo y si hay algo en lo que pueda ayudar por favor avísenme— aunque no había un bebé en camino todavía, Xie Lian se sentía como el padrino del niño.

—En realidad el médico Shennong nos encargó unas plantas medicinales, si por casualidad llega a encontrarla nos sería de gran ayuda— He Xuan le mostró el pergamino que detallaba dichas plantas —Si puede contarle a Hua Cheng me ahorraría pagarle ese favor, a su alteza él jamás le cobra nada.

—Eso es porque Hua Cheng siempre quiere quedar bien con Lian Lian, pero todavía no es tan cercano a su alteza como yo~ — El maestro del viento se apoyó en el hombro de su amigo, aunque estaba siendo juguetón a los ojos del príncipe parecía todavía más enfermo de cerca.

—Claro, claro— Xie Lian le dio unas palmaditas suaves en la espalda siguiéndole el juego —Xuan Xuan debería descansar en lugar de presumir.

He Xuan rio de esa escena, estaba seguro de que a Hua Cheng pagaría por llamarlo de esa forma también, aunque al principio la relación de ese par le daba un poco de celos, ahora veía con ternura la forma en la que jugaban y se trataban con cariño, él mismo le había tomado mucho aprecio al príncipe heredero luego de haber recibido tanto de su ayuda.

—Alteza ¿cómo es que nos encontró tan rápido si ni siquiera le avisamos? — preguntó He Xuan sospechando de la situación.

—Ahhh... Es que fui a recibir una misión y les iba a pedir ayuda, por eso los estaba buscando, pero ya no es necesario, ustedes deben concentrarse en mejorar su salud y traer al bebé, pediré a Ling Wen que solicite refuerzos en otra parte.

—Lo siento Lian Lian, prometo acompañarte cuando me sienta mejor ¿dónde tenías que ir ahora? Últimamente solo has conseguido misiones aburridas.

—Tengo que ir a buscar a un novio fantasma que está secuestrando novias rumbo a sus bodas, parece que no es un problema que lleve tanto tiempo, pero las familias han contratado a mucha gente para rezar y solucionar este problema, de lo contrario no habrían enviado a nadie allí en un buen tiempo.

—Que fantasma más cruel, si va a arruinarle la vida a alguien debería al menos dejar que viva una boda feliz— Shi Qing Xuan suspiró —Deberías llevarte algo de ropa para ir de encubierto, te traeré maquillaje también.

El maestro del viento preparó un hermoso vestido rojo y algo de maquillaje, insistió en que debería aprender a usarlo, pero Xie Lian se negó diciendo que no sería necesario, que ya resolvería ese problema cuando estuviera allí.

Más tarde supieron que fue acompañado por un par de oficiales menores, lo cual sería suficiente para ayudarlo, después de todo Xie Lian contaba con excelentes habilidades, su único problema era la falta de energía espiritual, ya que pasaba demasiado tiempo haciendo pequeñas misiones y se había mantenido muy ocupado como para conseguir sus propios creyentes, al final del día las personas atribuían sus logros a otros oficiales y así se mantenía tal cual como llego el primer día de su tercer ascenso.

Lo único que dejaba tranquilos a la pareja, cuando ellos no podían ayudarlo, era el saber que Hua Cheng estaría pendiente cuando las cosas se pusieran difíciles, aunque era algo de lo cual Xie Lian no siempre se daba cuenta, ya que lluvia carmesí solía esconderse entre las sombras o enviar a sus propios subordinados para intervenir.

Aquella tarde la pareja se quedó a descansar en la capital celestial, Shi Qing Xuan necesitaba recuperar fuerzas, durmió un poco pero no tardó en extrañar su hogar en la isla en donde habían pasado tanto tiempo juntos, construyendo innumerables recuerdos.

—Vamos a casa... El pez dorado debe extrañarte, no le avisamos que vendríamos aquí— murmuró frotándose los ojos.

—Ese grandulón puede cuidarse solo, pero si quieres volver no hay motivos para retenerte, de hecho, vamos a abrir un portar aquí mismo para que no tengas que moverte demasiado— He Xuan levantó sus manos e hizo una formación espiritual en la puerta, luego tomó en sus brazos a su esposo y cruzó dejando una estela de luz a su paso.

—Mi esposo es tan genial... Me cuida, me mima incluso se ofreció a tomar mi lugar para tener al bebé, tal vez te tome la palabra— El maestro del viento se rió débilmente debido a su condición.

—Lo decía en serio, si puedo evitar que estés en peligro claro que llevaré a nuestro hijo, aunque no sé si tú puedas cumplir con esa misión, dudo que lo hayas hecho antes de estar conmigo— La sonrisa burlona del maestro del agua le dio un aire de altanería que a su esposo le gustó mucho.

—Solo he tenido una pareja en mi vida, pero eso no me quita experiencia, lo hemos hecho de casi todas las formas, he tenido más sexo que muchos mortales en su vida, así que no puedes subestimarme— se defendió orgulloso —Solo me falta tomarte, si estás dispuesto, prometo hacerte sentir bien.

—Veremos si puedes mantener tu palabra en el futuro, porque la mayoría del tiempo este lugar está demasiado interesado en recibir atención— Le dio una palmadita en el trasero.

—Luego serás tú el interesado en recibir atención— dijo antes de acercarse a darle un besito en los labios.

He Xuan sonrió satisfecho, lo llevó hasta su habitación y preparó el té que le habían recetado para aliviar su malestar, Shi Qing Xuan lo tomó despacio, ya se sentía un poco menos adolorido del estómago, pero todavía mantenía esa sensación de pesadez. De pequeño rara vez se enfermaba, pero ahora que tenía que pasar por esa situación se sentía muy agradable que alguien cuidara de él de forma tan dedicada.

Mientras el maestro del viento se acurrucaba junto a su amado pensaba que debería aprender sobre dolores de estómago y cosas así, de esa forma cuando tuvieran un niño podría cuidarlo de la forma adecuada.

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Comentario de la autora~

Como acá ya es media noche cuenta como sábado, así que les aprovecho de subir el capitulo porque mañana andaré visitando a mi familia y no tendré tiempo de actualizar (￣▽￣)

Les adelanto que para el capítulo que viene ya tendremos a dos diosas bellas ¿Le entran al yuri?