11- Guarida

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Xie Lian fue llevado desde su confinamiento hasta la guarida del demonio verde mientras los maestros del agua y el viento vigilaban que sus espaldas para ofrecer su ayuda en caso de ser necesario, su tarea era simple, debían ser sigilosos para liberar a todos los prisioneros sanos y salvos.

Todos los seguidores de Qi Rong vestían ropas de color verdes de muy mal gusto, además su olor era asqueroso, la sangre y los restos humanos producían un hedor pestilente que se impregnaba en ellos, para Shi Qing Xuan fue todo un desafío acercarse lo suficiente a ellos como para poder aplicarles un hechizo de paralización y liberar a las personas que se encontraban lejos de la parte central de la guarida.

He Xuan notó que uno de los reclusos era solo un niño pequeño, su corazón se ablandó cuando se dio cuenta de lo asustado que estaba, incluso de ellos, que no tenían malas intenciones. El pequeño se abrazó a la pierna de un hombre joven que parecía ser su padre, escondiéndose tras él, pero aunque al principio el hombre intentó mantenerse digno y no temblar de miedo, con el primer paso que dio He Xuan para acercarse a ellos, el sujeto pareció cambiar de idea y para protegerse a sí mismo, tomó al niño y lo puso delante de él.

—Toma  al niño, puedes comértelo, pero por favor déjame libre, te lo suplico— dijo desesperado.

—Nosotros no...— He Xuan no sabía que decir, jamás pensó que un padre ofreciera la vida de su propio hijo para salvarse.

—Papi no dejes que me coma, papi por favor...— El niño levantó la cabeza solo para mostrar sus ojos llenos de lágrimas y mocos.

El sujeto volvió a empujarlo cerca de He Xuan y entonces algo que no tenían previsto sucedió, el niño comenzó a llorar tan fuerte que atrajo la atención de todos alrededor.

La dama del viento que había paralizado a todos los guardias de ese sector se alarmó cuando vio llegar a otra docena de ellos armados para atacarlos, ahora definitivamente no pasarían desapercibidos y complicarían las cosas para Hua Cheng y los demás quienes se encontraban lidiando con Qi Rong.

—¡Cariño tienes que hacer callar a ese niño ahora! — Le advirtió mientras se subía las mangas para prepararse a enfrentar a esos feos guardias de verde.

Pero si He Xuan se acercaba al niño este lloraba todavía más ya que creía que lo alejarían de su papá y si se acercaba al adulto los gritos eran peores ya que pensaba que había llegado su hora.

Y aunque los guardias fueron cayendo uno a uno al suelo gracias a las habilidades de la dama del viento, los gritos y exclamaciones provenientes de adentro de la cueva no se hicieron esperar, a lo lejos una sombra verde de cabellos largos se aproximó rápidamente despotricando groserías a su paso.

—¡PRIMO FRACASADO QUE SE JODAN TÚ Y TU DISCÍPULO DE MIERDA! — gritaba mientras corría a toda velocidad.

Tras él, el príncipe heredero de Yong An corría con una expresión de profundo resentimiento, la dama del viento se interpuso en su camino acorralando a Qi Rong pero cuando lo tuvo cerca su apestoso olor a cadáveres le provocó tantas nauseas que estuvo a punto de vomitar, dejando un vacío en su defensa que el demonio verde aprovechó para escapar.

—¡Fuera de mi camino, estorbo! — bufó Qi Rong empujándola hacia las paredes de la cueva.

El siguiente obstáculo era He Xuan y esas personas que no dejaban de llorar, rápidamente Qi Rong lanzó sus flamas verdes una tras otra, obligándolo a defender a esos mortales y dejarlo pasar, pero justo cuando creía que ya tenía el camino libre, Lang Qian Qiu lo detuvo por el hombro haciéndolo caer.

He Xuan quiso alejar a esas personas de la batalla, pero la lengua de Qi Rong fue más rápida.

—¡Hey tú, el idiota de allí! Ayúdame y te daré una recompensa, prometo darte mucho oro si me quitas a este tipo de encima.

El sujeto ni siquiera se detuvo a pensarlo, salió corriendo directo a colgarse de Lang Qian Qiu, y mientras este ultimo intentaba alejarlo, Qi Rong tomó al niño que colgaba de los pies del hombre y lo usó de escudo.

—Acércate un paso más y juro que me voy a comer a este niñito— amenazó mordiendo ligeramente la mejilla redonda y suave del pequeño.

—Papi...— el pequeño se apretó la nariz debido al fétido olor y comenzó a llorar nuevamente estirando uno de sus brazos hacia su padre.

Lang Qian Qiu perdió rápidamente la paciencia y golpeo al sujeto en el estómago dejándolo sin aliento en el suelo.

—Mierda... Ese niño, solo cómetelo de una vez, no me ha traído más que problemas, ni siquiera he podido venderlo.

—¡QUÉ ESTAS DICIENDO DELANTE DE TU PROPIO HIJO, DEBERÍA DARTE VERGÜENZA! — gritó el príncipe heredero dejándose cegar por tanto enojo al ver tal crueldad.

—¡DE SEGURO NI SIQUIERA TIENES HIJOS! ¡ESTOY HARTO DE ESE BASTARDO, LO ÚNICO QUE HACE EL LLORAR Y GASTAR MI DINERO!

Qi Rong no soltó la mejilla del niño, pero metió la mano a su bolsillo y arrojó unas cuantas monedas de oro a ese hombre, alejándose rápidamente con el niño en sus brazos, como si ese fuera el pago que él solicitaba y la recompensa por distraer apropiadamente a su persecutor.

La fama de Qi Rong se hacía presente no solo por su grosero vocabulario, sino por lo escurridizo que resultaba, huyendo con eficacia de todos los oficiales celestiales que habían intentado atraparlo, esta vez no fue la excepción, incluso aunque Lang Qian Qiu recorrió las cercanías para ubicarlo, no había ni un solo rastro de su presencia.

Por su parte He Xuan apenas tuvo la oportunidad se acercó preocupado a ver a su esposa, quien ya había vomitado buena parte de su última comida y estaba pálida.

—¿Cariño qué paso? ¿Te hizo algo? — preguntó ayudándola a recoger su cabello y limpiar su boca con un pañuelo.

—Lo siento, no creí que apestara tanto, pero ese demonio tenía un olor a podrido y cadáveres que no pude tolerar, todo este lugar apesta, necesito salir...— dijo haciendo un puchero.

He Xuan la tomó en sus brazos para llevarla rápidamente hasta las afueras de la cueva, no había misión que importara más que la salud de su amada, así que ignoro todo mientras la llevaba a un lugar apartado y le daba agua fresca.



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Comentario de la autora~

Quiero mucho a Qi Rong, mi bebé solo estaba jugando uwu


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