El día había pasado sin novedades y logrando encontrar cierto equilibrio en la convivencia con personas tan diferentes entre si, lo único que causaba un poco de escándalo eran las constantes críticas que Qi Rong hacía sobre Xie Lian, pero no duraban demasiado, ya que Hua Cheng imponía respeto con su presencia, y tan solo con dirigirle una mirada, el demonio verde temblaba de miedo.
Un nuevo día había iniciado y todos se encontraban bastante más relajados, dispuestos nuevamente a enfrentarse a las tareas domésticas, aunque esta vez Shi Qing Xuan acompañó a los niños a jugar al patio.
Con ayuda de Gu Zi elaboraron unas bonitas coronas de flores que pusieron sobre la cabeza de los mellizos, el maestro del viento estaba a punto de terminar la del mayor cuando se dieron cuenta que faltaban más flores.
—Yo iré a buscar otra, traeré para usted también— dijo el pequeño Gu Zi animado, corriendo sin esperar a que le respondieran.
El niño recogió flores blancas muy bonitas hasta que de pronto algo llamó su atención.
—Psss... Gu Zi, ven aquí, Gu Zi...— dijo un hombre con voz familiar al otro lado de los arbustos.
Cuando levantó la mirada, el niño se quedó tremendamente sorprendido, tanto que las flores se cayeron de sus manos.
—¡Papá! — lo llamó dando unos pasos hacia él por instinto, pero no pudo seguir avanzando, la última vez que estuvieron juntos, él lo había golpeado y lo había vendido para salvar su propia vida, humillándolo delante de todos —Padre... ¿Qué estás haciendo aquí?
La voz del pequeño alertó al maestro del viento, quien observó a lo lejos al pequeño Gu Zi de pie mirando los arbustos, rápidamente tomó a los niños y se acercó para ver qué ocurría.
—Pequeño, no te alejes, tu corona está casi lista...
—Gu Zi, ven, tengo que decirte algo, este padre está arrepentido, por favor, solo déjame mirarte bien, has crecido tanto, mi hijo... Mi único hijo...
El pequeño Gu Zi dio un paso más, dejándose llevar por la expresión suplicante de su padre, pero entonces una cálida mano lo detuvo, el maestro del viento lo había alcanzado y supo enseguida que algo no andaba bien, rápidamente advirtió a los demás utilizando su canal de comunicación.
—Niño ¿Conoces a esta persona? — preguntó Shi Qing Xuan.
—Él es mi papá... Pero... Pero Gu Zi ahora debe servirle a su señor, aunque papá me llame, este sirviente no puede irse sin permiso...
Qi Rong que estaba más cerca, apareció en el momento perfecto para ponerse delante del niño, se cruzó de brazos y lo miró con el ceño fruncido.
—FUERA DE MI VISTA VIEJO DE MIERDA, ¡AQUÍ NO SE HACEN REEMBOLSOS!
El hombre se sintió asustado por la amenazante respuesta, pero parecía que había algo mal en él, se inclinó y suplicó que lo dejaran ver a su hijo llorando a mares como si estuviera arrepentido de todo el mal que había causado, entre sollozos de pronto lo atacó una fuerte tos, se cubrió la boca con las manos, pero cuando las miró, estaban llenas de sangre.
El pequeño Gu Zi se había escondido tras las piernas de su amo, pero todavía podía observar de reojo, y cuando su padre tocio sangre, su instinto fue más rápido y corrió imprudentemente hacia él.
Fue solo un segundo, pero con ese pequeño paso había cruzado el límite de la barrera que los protegía, su padre lo rodeo en un abrazo, el que primero se vio cálido, pero pronto se volvió constrictivo, aprisionando al niño como si de eso dependiera su vida.
Shi Qing Xuan y Qi Rong reaccionaron con temor, pero aunque el demonio verde salió corriendo tras ese sujeto cuando lo vio marcharse con el niño en brazos, el maestro del viento no pudo hacer lo mismo, ya que los brazos de su esposo lo retuvieron.
—Es peligroso, mantente alejado, ellos se encargarán de esto— dijo He Xuan cerciorándose de que los tres no tuvieran ningún rasguño.
Con ellos, claramente se referían a la otra pareja, quienes habían llegado para dar apoyo y traer de vuelta a Gu Zi. Las habilidades de Xie Lian y Hua Cheng eran claramente mejores que las de Qi Rong, por lo que pudieron divisarlo en poco tiempo, pero lo que no esperaban era que ese sujeto se encontrara con Jun Wu.
En medio del bosque ese hombre entregó a su propio hijo a las manos del temible demonio enmascarado, y aunque Gu Zi no entendía lo que ocurría, rápidamente entró en pánico cuando escuchó a su maestro gritar su nombre con desesperación.
—QUíTALE LAS PUTAS MANOS DE ENCIMA ¡GU ZI CORRE, ALEJATE DE ÉL! — La voz de Qi Rong sonaba desgarradora, pero sus pasos no eran lo suficientemente rápidos.
Por su parte Xie Lian no quiso actuar de forma imprudente, no quería que el niño saliera lastimado por culpa de un movimiento insensato.
—Deja al niño... ¿Qué utilidad puede tener para ti? — reclamó Xie Lian.
—Te trajo aquí, a mí me parece bastante útil, aunque ese padre suyo es desechable...
El demonio de blanco hizo un movimiento, enterrando su báculo en el pecho del hombre, fue demasiado rápido, y solo notó que la vida se le escapaba cuando escupió una bocanada de sangre al salir el báculo de su cuerpo.
—Tú prometiste... Que me pagarías...— las últimas palabras de ese hombre sonaron como una brisa ligera, apenas audible para los presentes, pero los gritos de su hijo resonaron como una tormenta.
Mientras el niño lloraba desconsoladamente, su maestro por fin lo había alcanzado, y a diferencia de su primo no se detuvo a pensar en las consecuencias, arrojándose a un enfrentamiento directo intentando recuperar al pequeño.
El resultado era obvio, con solo un movimiento de su palma Qi Rong fue arrojado lejos, chocando contra un árbol quedando totalmente indefenso, Jun Wu vio una nueva oportunidad ¿Qué tanto le gustaría ver morir a su primo a su alteza el príncipe heredero?
Sujetando bien al niño que pataleaba y lloraba, dio unos pasos para acercarse a su próxima víctima, pero entonces se encontró con una sorpresa. Xie Lian se interpuso en su camino, alzando la espada para defenderlo sin dudar ni un solo segundo.
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Comentario de la autora~
No me arrepiento de nada.
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Días luminosos
FanfictionContinuación de "La segunda oportunidad del maestro del viento" He Xuan y Shi Qing Xuan se encaminan en la aventura de intentar formar una familia, enfrentándose a dudas, temores y eventos emocionantes y divertidos que aunque resultan todo un desaf...