Lo primero que hicieron cuando se instalaron en ese lugar fue reforzar las barreras de protección y revisar el perímetro, ahora que Jun Wu conocía su ubicación, era cuestión de tiempo el que buscara problemas, pero en los alrededores no había nada extraño, incluso en el pequeño pueblo las cosas parecían bastantes normales, sin signos de peligro.
Al llegar la noche todos estaban cansados, especialmente quienes todavía mantenían necesidades como cualquier mortal, los demonios por su parte no mostraban signos de agotamiento, solo de preocupación. La casa no era grande, pero si se acomodaban organizadamente, todos podían tener un espacio para compartir con su persona favorita, la pareja y sus bebés ocuparon una habitación, Xie Lian y Hua Cheng otra y en la última Qi Rong, Gu Zi y el guardián tuvieron que arreglárselas, ya que en realidad Qi Rong prefería descansar solo y estaba muy molesto de tener que compartir habitación, así que reclamó hasta tarde, molestando a sus compañeros de dormitorio.
Para los padres primerizos esa noche fue bastante especial, habían pasado varios días desde que se separaron de sus bebés, y poder volver a dormir con ellos se sentía como una medicina al corazón. Incluso teniendo una cuna quisieron acurrucarse los cuatro juntos, como si de esa forma se aseguraran de que nadie los podría separar nuevamente.
—En solo unos días han crecido bastante, a este ritmo en un par de semanas estarán dando sus primeros pasos— susurró He Xuan mientras acariciaba la mejilla de su pequeña.
—¿Verdad? Además, balbucean todo el día, creo que Qi Rong los influenció bastante, como el habla y habla todo el día, las lamparitas lo imitaron— Shi Qing Xuan sonrió con los ojos apenas abiertos.
—Espero que pronto puedan llamarnos, sería algo positivo dentro de toda esta pesadilla...— He Xuan observó a su pareja, quien apenas podía mantenerse despierta, se sintió culpable y preocupado —Deberías dormir también, llevas demasiados días sin siquiera tomar una siesta, descansa, nada puede hacernos daño ahora.
—Lo haré... Yo solo... Solo quería ver a mis amores un poco más, mis tres tesoros, estoy tan feliz de que nuestra familia este unida otra vez...
He Xuan acarició su mano dulcemente hasta que vio sus ojos cerrarse y su respiración se volvió suave y constante al igual que las de los bebés. Él no necesitaba dormir, solo lo hacía cuando se sentía muy a gusto y relajado, pero en noches como esa, lo que le parecía más interesante era observar, ese rostro delicado y esas caritas redondas y adorables, era lo más importante para él, y volver a tenerlos a todos cerca era sumamente gratificante.
Cuando los mellizos se despertaron hambrientos en la mañana, Shi Qing Xuan se despertó con ellos para alimentarlos, pero tras eso, volvió a dormir, el agotamiento era bastante, pero sabía que, con su diligente papá y varios tíos a disposición, podría recuperar un par de horas más de sueño sin problemas.
Mientras mamá dormía, el resto no perdía el tiempo, ahora eran demasiadas personas y las provisiones rápidamente se agotaron, así que el guardián fue diligente a conseguir más, pero si solo una persona cocinaba tardarían demasiado, así que una escena cotidiana bastante simpática pudo observarse en esa casa.
Los vegetales en el suelo, un grupo de hombres pelando patatas y otras verduras, y tres pequeños jugando en medio.
Xie Lian no era particularmente bueno en eso, pero tenía habilidad, al verlo Qi Rong, que jamás se acercaba a la cocina arrugó la cara e intentó ir a esconderse, pero Hua Cheng le dirigió una mirada asesina, de esta forma mágicamente tuvo interés en ayudar, no solo eso, cuando se dio cuenta de que su primo lo hacía mejor, realmente intentó dar lo mejor de sí en esa tarea.
Los mellizos habían sido acomodados por su padre entre almohadones para tenerlos frente a sus ojos mientras ayudaba en la cocina, además de jugar con su papi, los bebés se sintieron interesados en lo que hacían esas otras dos personas, balbuceando y moviendo sus juguetes para llamar la atención de los mayores.
—Así es niños, su tío Qi Rong también puede pelar papas, sus capacidades son ilimitadas— decía el fantasma verde mientras arrojaba lejos las cascaras.
Los pequeños lo miraban con ojos bien abiertos y balbuceaban como si le respondieran.
—He Shuang, He Deming, miren aquí— De pronto Xie Lian mostró la cascara de papa que había pelado, unas hileras de figuritas de niños tomados de la mano se desplegaran impresionando a todos los presentes, haciendo que los mellizos sonrieran encantados.
—¡Señor es usted impresionante! ¿Puede hacer otras figuras? — preguntó Gu Zi con demasiado entusiasmo.
—Claro, con esta haré unas estrellas y con estas una flor— Xie Lian rápidamente movió el cuchillo mostrando sus habilidades recién adquiridas.
—¿Qué hay de bueno en esas cascaras? Terminarán siendo comida para los cerdos de todos modos ¡Soy el único que se está tomando esto en serio! — Qi Rong parecía molesto, tanto que tiró una de sus flamas verdes, la que casualmente fue a parar al fogón, perfecto para comenzar a preparar los alimentos.
Los bebés que ya estaban familiarizados con ese color, movieron sus manitas entusiasmados, entonces Qi Rong sintió una pequeña victoria.
Pero la competencia fue interrumpida por las necesidades naturales de los bebés, había que cambiarles el pañal así que su padre alejó a sus retoños de esa extraña demostración de talentos.
Cuando estaba terminando de cambiarlos en la habitación, Shi Qing Xuan despertó y se estiró cómodamente, vio a sus bebés y a su esposo y los abrazó a los tres alegremente.
—Voy a levantarme, es mi turno de cuidarlos— dijo tras cubrir un pequeño bostezo.
—No es necesario, quédate en la cama un poco más...
He Xuan observó a su pareja con una sonrisa cómplice, estaba en su forma masculina en ese momento, la cual hace meses no podía abrazar a gusto. Aguas negras usó su famosa habilidad de clonarse a sí mismo, los bebés no se alarmaron cuando fueron llevados de regreso a la cocina junto a esa copia perfecta de sí mismo.
La habitación fue sellada con un complejo hechizo de protección, a prueba de sonidos e intrusos, en su interior Shi Qing Xuan observaba perplejo por qué todavía había dos esposos frente a sus ojos.
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Comentario de la autora~
Las cascaras de papa en forma de flor fueron guardadas como tesoros por don Juancho uwu
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Días luminosos
FanfictionContinuación de "La segunda oportunidad del maestro del viento" He Xuan y Shi Qing Xuan se encaminan en la aventura de intentar formar una familia, enfrentándose a dudas, temores y eventos emocionantes y divertidos que aunque resultan todo un desaf...