Días luminosos

40- Bienvenida

Con calma las dos personas idénticas se acercaron a la cama, buscando la mirada del maestro del viento que ya comenzaba a sentir su corazón latir rápidamente.

—Cariño espera... Creo que no deberíamos dejar a los niños solos... —Shi Qing Xuan puso su espalda recta sintiéndose completamente despierto.

—No están solos, los estoy cuidando muy bien, además tienen a un oficial celestial, un guardián y dos demonios poderosos para ayudar en caso de ser necesario... Yo solo, quiero estar un poco más cerca de ti, aunque sea un momento— explicó tocando sus dedos con suavidad.

El otro He Xuan se había acercado por su espalda y descansó su cabeza sobre el hombro de su esposo, acurrucándose con dulzura.

—Estuvimos tan ocupados todo este tiempo, no quería presionarte, pero realmente te extraño demasiado, yo también necesito atención...

Shi Qing Xuan se dejó llevar un poco y soltó un suspiro, entrelazó los dedos con la persona frente a él y besó la frente de quien descansaba en su hombro.

—Yo también te he extrañado, pero no entiendo ¿Por qué ahora hay dos de ustedes?

—Porque de alguna forma siento que tú también eres así, una parte femenina y una parte masculina, es como si fueras uno y dos al mismo tiempo— explicó uno de ellos.

—Y sería divertido si tú también pudieras sentir lo mismo, de esa forma podría besarte el doble, abrazarte el doble y hacerte sentir todavía mejor— complementó el otro.

Shi Qing Xuan se sonrojó rápidamente pero no perdió su sonrisa, a decir verdad, él también lo extrañaba bastante, al igual que ese cuerpo, el cual no había podido disfrutar desde que llegaron los mellizos, si esta era una fiesta de bienvenida para su lado masculino entonces estaba dispuesto a disfrutarla.

Con el consentimiento de Shi Qing Xuan, los otros realmente se acurrucaron cariñosamente con él, un abrazo apretado y pequeños besos que salpicaron ese rostro anguloso, ese cuello delicado y clavícula seductora, era un cuerpo sin atributos voluptuosos, pero inmensamente atrayente por sus propias cualidades, el maestro del viento conservaba una figura esbelta y músculos definidos que aquellas manos fueron explorando poco a poco entre los abrazos.

La túnica interior que cubría su delicada piel fue arrojada lejos, Shi Qing Xuan recibió húmedos besos que apenas lo dejaban respirar, cuando por fin tuvo un descanso para tomar aire, sus pezones fueron atacados al mismo tiempo, dos lenguas traviesas jugaban con sus pequeños bultos destinados únicamente a recibir placer.

—No chupen tan fuerte, no va a salir leche de allí...

—¿Pero te gusta? — preguntó uno de ellos.

—De no ser así ¿Por qué estás tan duro ahora mismo? — dijo el otro rozando su hombría.

—Ngh... Yo... Yo solo... Ah cariño~

Shi Qing Xuan no podía responder, ya que mientras intentaba buscar una respuesta convincente uno de ellos había bajado para usar su lengua y así humedecer su creciente erección, haciéndolo estremecer de lo bien que se sentía. Como si el otro se sintiera celoso, dejó de atacar sus pezones para hacerle compañía, dejando que el maestro del viento tuviera una visión maravillosa de dos rostros preciosos y seductores saboreando su miembro como si fuera una deliciosa paleta.

Era difícil resistirse, había perdido práctica durante todo ese tiempo, así que alcanzó el orgasmo rápidamente, derramándose sobre sus rostros, pero en lugar de molestarse, se relamieron los labios y limpiaron cada gota de su semilla.

—Cariño eso fue muy rápido, pero descuida, puedes correrte todas las veces que quieras— le aseguró su esposo.

—Pero también quiero que tú disfrutes... Que ustedes disfruten...— dijo con los ojos vidriosos observando el cuerpo que tanto deseaba.

—Descuida, estoy disfrutándolo mucho...

En búsqueda de una posición más favorable dejaron a Shi Qing Xuan de espaldas, uno de ellos se encargó de prepararlo, besando su entrada y humedeciéndola para dilatarlo cuidadosamente, mientras el otro se ocupaba de estimular el resto de su cuerpo, encargándose de sus labios y además, de recibir sus caricias.

Shi Qing Xuan de pronto se sintió como en un sueño, recibiendo de espaldas a su amado, pero también teniéndolo en frente para besarlo y frotar sus miembros, dándole placer por delante y por detrás. No solo su cuerpo era estimulado, innumerables susurros llegaban a sus oídos, endulzando su corazón, muchos te quiero, aún más te amo, y los roncos gemidos que He Xuan soltaba de vez en cuando debido al placer.

Cuando el maestro del viento era estimulado por fuera, inconscientemente apretaba su interior, dándole más placer a su esposo quien lo penetraba con intensidad, llevándolo al orgasmo en su cálido interior, entonces fue el turno del otro He Xuan, quien había estado esperando paciente. Utilizó el semen que chorreaba entre sus nalgas como lubricante, él solo tomó sus caderas y lo llevó a sentarse sobre su miembro, esa posición le permitía entrar más profundo y moverse con más velocidad. Pero mientras Shi Qing Xuan soportaba las embestidas, quien había sido complacido, ahora le retribuía, por lo que su miembro fue engullido al tiempo que era penetrado.

Era demasiado placer, apenas podía soportarlo, inclusos sus lágrimas habían brotado humedeciendo sus ojos, y aunque no quería ser grosero, terminó empujando la cabeza de su esposo para profundizar en su garganta, y cuando en su interior el placer fue demasiado, volvió a eyacular en la boca de su amado, quien tragó sin dudarlo un solo segundo. El He Xuan que estaba abajo, se sintió tan excitado al ver esa escena que también alcanzó el orgasmo al mismo tiempo.

Las tres personas en la habitación habían tenido un momento energizante, pero al terminar sus travesuras realmente necesitaban un baño urgente y limpiar el desastre que habían dejado en la habitación, afortunadamente el He Xuan que había salido con los niños se había encargado de preparar el baño y llevarse al patio a los demás para jugar con los niños, así que cuando Shi Qing Xuan se sintió preparado para salir, nadie estuvo allí para hacerle preguntas extrañas.

Había aprendido las ventajas de la habilidad de su esposo, no solo podía cuidar a los niños y hacerse cargo de las tareas domésticas, sino que también podía ser útil en la cama, pero era peligroso, ya que el vigor que normalmente tenía se multiplicaba también. Aun así, el maestro del viento se sintió satisfecho, a pesar de que había estado preocupado y con pocas horas de sueño estos días, tras tomar un baño, su piel y cabello resplandecían, tan solo conservaba una pequeña molestia en su zona baja, pero incluso de eso se ocupó su esposo, quien masajeó su espalda con sumo cariño hasta que se sintió mejor.

Para cuando se encontró con los niños se sentía perfectamente para jugar con ellos, aunque amaba a sus pequeñas lamparitas, también necesitaba tiempo a solas con el padre de sus hijos, de esa forma la familia se mantendría unida y los niños crecerían con un ejemplo de amor y alegría.

Por supuesto, todo eso era por el bien común.

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Comentario de la autora~

De nada uwu