55- Hogar, dulce hogar (capítulo final)

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He Shuang entró en completa desesperación cuando su hermano completó sus pensamientos, las lágrimas saltaron de sus ojos con mucha facilidad y sacudió a su hermano menor tantas veces que él tuvo que quitársela de encima con un agresivo movimiento.

—¡Ya deja de ser tan exagerada, contrólate! — la regañó He Deming.

—Pero qué vamos a hacer si nuestros padres se separan, nuestra familia se va a romper, los templos del agua y el viento tendrán que ser destruidos, es el fin de la vida como la conocemos buaaa— He Shuang hizo un puchero peor que el de un recién nacido.

—No lo sabemos tonta, tuvieron una discusión, pero eso no significa nada, podemos hacer que se reconcilien, solo tenemos que hacer que mamá pida perdón.

—¿Por qué asumes que la culpa es de mamá?

—Porque te pareces a ella...

Tras ese comentario, He Deming fingió que el chichón que su hermana le dejó en la cabeza no le dolía en absoluto.

A la mañana siguiente ambos hermanos se prepararon para la misión más importante que habían tenido hasta ahora, debían encontrar a sus padres y evitar que se separaran de forma definitiva, el futuro de la familia dependía de ellos.

Lo primero que hicieron fue intentar contactarlos, pero ambos se negaban a responder, lo cual solo los hacía sentir más preocupados, así que fueron directamente a la capital celestial a buscar información, a pesar de no ser oficiales, ambos eran conocidos por la gran mayoría, solían visitar la ciudad de vez en cuando para ocasiones importantes y afortunadamente He Shuang se había hecho más de alguna amistad en el templo de los eruditos, así que fue fácil obtener información.

—Dicen que fue una pelea tremenda, que se gritaron delante de todos y que la dama del viento incluso lloró sangre, pero yo no estaba allí así que solo puedo contarles los rumores. Aquí tienen la información que me pidieron, están en misiones diferentes y aunque se supone que deberían ser fáciles de resolver, ninguno se ha vuelto a reportar desde que se fueron.

—Entiendo, gracias por la información... Buscaré la forma de devolverte el favor, muchas gracias— He Shuang sostuvo la mirada de ese erudito casi podían verse los corazones flotando a su alrededor.

—Si, gracias, ya nos vamos...

He Deming intervino justo a tiempo, llevándose a su hermana de un brazo antes de que se pusiera a coquetear dándole falsas esperanzas a esa persona. Su primera parada fue a la costa del norte, en donde se supone que debería estar el señor del agua, pero por más que buscaron no hubo rastro de He Xuan. Grande fue su sorpresa cuando al viajar a las montañas tampoco lograron encontrar a su mamá, o papi, como también solían llamarlo dependiendo de su apariencia.

Y es que claro, ambos habían completado satisfactoriamente sus misiones y no tardaron en arrepentirse de aquella discusión que habían tenido en la capital celestial, a regañadientes Shi Qing Xuan fue el primero en hablarle a su esposo, pidiéndole encontrarse en una concurrida ciudad, He Xuan no lo hizo esperar y lo buscó de inmediato.

—Lamento haberme molestado contigo el otro día... Fui demasiado inflexible...— dijo He Xuan abrazándolo apenas lo tuvo cerca.

—Mmmm si fuiste muy malo, pero creo que tenías razón...— murmuró Shi Qing Xuan soltando un pequeño suspiro.

—Claro que no, deberíamos poder extender nuestras vacaciones el tiempo que estimes necesario, hemos trabajado mucho durante siglos, si quieres renunciar a ser oficial, también podemos hacerlo, mi belleza debería descansar...

—No... Tenemos que proteger nuestro territorio...

—Pueden encargarse los oficiales menores— murmuró He Xuan besando su cuello.

—Bueno, me convenciste— Shi Qing Xuan lo abrazó por el cuello y de un saltito hizo que su esposo lo tomara en sus brazos.

De esa forma habían comenzado su larga temporada de vacaciones, en donde se dedicaron a viajar y recorrer el territorio que protegían, aunque la mayor parte del tiempo lo ocuparon en darse placer, pasando largas noches en vela, llenando la habitación de húmedos sonidos y gemidos ahogados.

Estaban tan ocupados que apenas tenían tiempo para recordar su realidad, con suerte contestaban a veces cuando sus hijos los contactaban, pero no les dedicaban demasiado tiempo, ya que los dos eran jóvenes responsables, ya no necesitaban que sus padres los cuidaran en absoluto.

He Deming se molestaba cuando intentaban aconsejarlo, negándose a tomar descansos de sus estudios, poniéndose a la defensiva cuando intentaban darle consejos para formalizar su relación con Guzi. He Shuang por su parte estaba más dispuesta que escuchar a su Shizun que pasar algo de tiempo en familia, tan distraída que parecía que las palabras de sus padres le entraban por un oído y le salían por el otro.

Por eso cuando por fin regresaron a la isla, dispuestos a recuperar energías, se sorprendieron demasiado al ver a sus mellizos correr a sus brazos, llorando como un par de bebés.

—Papi, papá, por fin los encontramos, estábamos tan preocupados, creímos que... Creímos que ustedes...— He Deming ni siquiera podía hablar con claridad.

—POR FAVOR NO SE SEPAREN, QUEREMOS QUE SIGAN JUNTOS PARA SIEMPRE, USTEDES TIENEN QUE SOLUCIONAR LAS COSAS, EL MATRIMONIO ES PARA TODA LA VIDA WAAA— He Shuang no tenía intenciones de disimular sus emociones.

Los padres se miraron confundidos, pero no dudaron en consolar a sus hijos, secaron sus lágrimas y les pidieron que explicaran las cosas con calma, pero ya habían pasado tantos meses de aquella discusión que la pareja casi había olvidado que tuvieron una pelea, así que fue inevitable ponerse a reír por la absurda situación.

—¡NO ES GRACIOSO! — reprochó He Shuang.

—Lo siento, lo siento lamparita, no era mi intención burlarme, es solo que habíamos olvidado esa discusión, no fue nada importante, no tienen que preocuparse— He Xuan acarició su frente amorosamente.

—¿Entonces qué estaban haciendo todo este tiempo? No sabíamos nada de ustedes...— dijo He Deming.

—Estábamos haciéndoles otro hermanito o hermanita— dijo Shi Qing Xuan con descaro, haciendo que su hijo se sonrojara y se indignara.

—Ten algo de decencia... Cómo es que dices esas cosas, ni siquiera llevas tu apariencia de mujer...— el menor se cubrió el rostro, demasiado avergonzado.

—No te hagas el inocente niño, tienes el cuello lleno de chupones, déjame ir a buscar una pomada para arreglar eso, ya te he dicho que debes ser cuidadoso, si vuelves a llegar así a casa voy a pedirle la dote a Guzi aunque te enojes conmigo.

—¡PAPI! — alegó He Deming horrorizado.

—WAJAJAJA— He Shuang por fin pudo dejar sus lágrimas de lado, solo para burlarse de su hermanito.

Con algo de drama familiar sin importancia, la mansión volvió a llenarse de risas y conversaciones, aquellos niños que habían crecido para hacer su vida, siempre tendrían un lugar al cual volver, ya que el amor de sus padres no tenía límites, y siempre que ellos estuvieran juntos, habría un lugar al cual llamar hogar.


FIN.


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Comentario de la autora~

Quiero agradecerles a todos los que llegaron hasta aquí y a quienes dejaron sus comentarios que para mi son como un sueldo, espero poder leerlos en el futuro, recuerden seguirme en redes sociales para más contenido de dibujitos y cosas randoms. 

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