38- Enfrentamiento

126 19 9
                                    

Cuando Shi Qing Xuan se había retirado del templo de Jun Wu para acudir al encuentro con sus hijos, He Xuan tuvo que recurrir a todo su autocontrol para no seguirlo, pero quedarse allí no aseguraba nada.

Los ojos de los oficiales celestiales presentes no se atrevían a observar la expresión tenebrosa que Aguas Negras, parecía que si hacían contacto visual con él terminarían convirtiéndose en piedra, realmente aterrador, sin embargo, hubo alguien que fue lo suficientemente imprudente como para ignorar el peligro.

—He Xuan hiciste lo correcto, por el bien de los bebés es mejor que nos mantengamos alerta— Xie Lian intentó ser considerado, aunque sabía que para él la angustia solo aumentaba al estar separado de su pareja.

—Gracias por tus palabras, yo solo... Espero que Jun Wu no nos haga esperar demasiado.

Los oficiales presentes tragaron saliva y se sintieron incómodos, aunque ellos estaban temblando de miedo, había alguien impaciente por encontrar la muerte, realmente He Xuan era impresionante.

—Es conmovedor...— una familiar voz hizo eco y sorprendió a todos, parecía venir de todos lados y de ninguno al mismo tiempo —Príncipe Heredero intentas consolar a un padre, pero ni siquiera pudiste calmar a tus propios padres... Mortales, oficiales celestiales, con ellos no lograste llevarte bien, te abandonaron ¿Ahora intentas llevarte bien con demonios? Curioso, porque en ese caso deberías aceptar mi influencia y no la de ellos.

Pocos pudieron notar el cambio de expresión de Xie Lian, la sonrisa amable que había mostrado a su amigo se había esfumado completamente, sus ojos se habían vuelto oscuros y sus palabras resonaron sin ningún rastro de cordialidad.

—¿Seguirte? No me interesa— dijo Xie Lian mientras sujetaba con fuerza su espada.

—Lo esperaba, por eso la única opción es enseñarte que seguir mi camino es la mejor opción...

De pronto esa voz que resonaba en todas partes se escuchó justo detrás de su alteza el príncipe heredero, una mano había intentado tocar su hombro, pero fue lento y tres personas se movieron como un rayo para atacar al mismo tiempo, He Xuan atacó en sus costillas, Xie Lian su estómago y Hua Cheng incluso había cortado su mano, una escena escalofriante.

Sin embargo, el demonio de blanco sin cara no dejaba observar su verdadera expresión tras esa máscara, como si no sintiera dolor alguno se puso derecho, ignorando la sangre que brotaba de sus heridas, dio un paso atrás y enseguida sus heridas sanaron.

Los oficiales restantes se apresuraron a seguir el plan y activaron la matriz espiritual formada previamente alrededor del templo, el demonio se vio afectado por sus esfuerzos y cayó de rodillas.

—Admirable... Incluso todos ustedes, basura insignificante ¿Creen que están a mi altura? ¿Creen que no puedo quitarles sus poderes de nuevo? — con un movimiento de su bastón quienes habían utilizado sus poderes cayeron desmayados, dejando solo a tres personas de pie.

Por supuesto las personas de blanco, negro y rojo no se quedarían observando, rápidamente movieron sus armas y atacaron en conjunto, poniendo en aprietos a su oponente, pero esta vez parecía tomarse las cosas más en serio, no dejó que lo hirieran e incluso su respiración se volvía agitada, retrocedía e intentaba alejarse de ellos, parecía que escapaba, o al menos esa imagen daba, hasta que finalmente arrojó su báculo lejos.

Fue como si hubiera lanzado una flecha, su báculo se clavó en la puerta por la cual Shi Qing Xuan se había marchado, aunque ya no había nada allí, una luz brillo intensamente, reconstruyendo la formación que había sido borrada.

—Lamento la corta visita, pero tengo otros asuntos que atender.

El demonio desapareció de su vista para reaparecer en la puerta y cruzarla llevándose su arma.

He Xuan lanzó su arma intentando detenerlo, pero fue demasiado tarde.

Sin detenerse a pensarlo, Hua Cheng sacó sus dados y los lanzó obteniendo un par de seis, cuando los tres cruzaron la puerta encontraron aquella humilde casa, Shi Qing Xuan tenía a los bebés, estaban sanos y salvos, Qi Rong se puso alerta escondiendo Gu Zi tras él y el guardián hizo una reverencia al encontrarse con su maestro, las cosas estaban demasiado bien.

—Ustedes... ¿Están bien? Jun Wu no... Cómo es posible...— He Xuan ni siquiera podía terminar sus oraciones, solo atinó a abrazar a sus pequeños y a su esposa, mientras sus manos temblaban.

—No está aquí... Fue un truco sucio, creo que solo quería saber su ubicación para hacer un movimiento, debemos estar alerta.

—No podemos quedarnos aquí— murmuró Xie Lian.

—Eso es lo que él espera, nos seguirá a donde sea que vayamos, es mejor no actuar apresuradamente.

Hubo un silencio sepulcral durante un momento, hasta que un alarido hizo estruendo en toda la casa.

—¡AHHHHHH! SON UNOS IDIOTAS, LOS IDIOTAS NO DEJAN DE VENIR, LE DIERON MI UBICACIÓN AL IMBÉCIL DE BLANCO, MIERDAAAAAAAAA.

Pero la voz de Qi Rong no sonó por demasiado tiempo, ya que Hua Cheng le dio un fuerte golpe en la cabeza que le quitó las ganas de hacer escándalo.

—San Lang no... No te ensucies tus manos— dijo Xie Lian se acercó para tomar dulcemente las manos de su pareja.

—QUÉ TÚ...— Qi Rong se sentía ofendido por su falta de empatía.

Como si no fuera suficiente con eso, cuando los bebés vieron que su tío Xie Lian estaba presente alzaron las manos y balbucearon alegremente.

—¡Ustedes también! La traición... El dolor... Me siento usado wu wuuu ¡AY!

Con otro golpe de Hua Cheng el dolor físico fue más fuerte que el de su corazón, Qi Rong enjuagó sus lágrimas y no intentó ocultar la amargura que brotaba de su pecho.


----

Comentario de la autora~

Doy por iniciada la competencia oficial por el título de tío favorito uwu


Días luminososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora