Llevaba tanto tiempo con ese cuerpo femenino que ya casi no recordaba lo que se sentía habitar su cuerpo original, ser mujer era algo divertido, especialmente cuando se podía llevar en él a ese par de lamparitas que crecían cada día más.
Shi Qing Xuan había salido de la tina y se encontraba apreciando su desnudez y los cambios que ocurrían sin que lograra percibirlos del todo, el tamaño de su vientre, algunas pecas diminutas y unos pechos ligeramente más grandes, muy sensibles debido a lo mucho que alguien jugaba con ellos. Lucían como gotas de agua e instintivamente los acomodó un poco más arriba con sus manos, mirando qué tal lucían si los apretaba, seguramente su esposo no podría apartar la mirada si llevaba un escote así.
Hizo algunas poses evaluando cuál sería mejor lucir para provocarlo, pero fue interrumpida por un despreocupado caballero que olvidaba por completo que existía la privacidad. Ella saltó por la sorpresa y se sintió un poco avergonzada al ser descubierta.
—No te quedes así o pescarás un resfrío— dijo He Xuan cubriéndola con una toalla.
—¿Eso es lo único que tienes que decir? — se quejó con un puchero —Ni un "perdón por pasar sin permiso", o un "qué sexy te ves, por favor déjame mirarte..."
—Te ves hermosa, sensual, magnifica...— aclaró y besó su cuello —Pero es peligroso que te quedes mojada luego de tomar un baño, como dije, podrías pescar un resfrío o incluso resbalar, así que muéstrame más cuando estés seca.
—Bueno anoche no parecías molesto de que estuviera mojada~
—Traviesa— He Xuan le dio una suave nalgada.
Satisfecha con provocarlo un poco, la dama del viento se dispuso a vestirse, recibió los documentos sobre las misiones de sus oficiales a cargo, al parecer todo iba en orden, se sentía muy satisfecha de cómo estaban saliendo las cosas, hasta que...
—Quiero comer caramelo... Cariño cómprame una paleta de caramelo— pidió tirando de la manga de su esposo.
—Tenemos muchos dulces, puedes elegir el que quieras.
—No, quiero de esos que venden en los puestos de la calle, no los dulces caros que compras siempre, quiero de los que comía de niño cuando mi hermano...— no esperaba nombrarlo y se sorprendió a si misma cuando pronunció esa palabra, bajó su mirada con sentimientos contradictorios en su corazón.
—Así que Shi Wudu no solo se dedicaba a regañarte, sino que también te consentía de vez en cuando, me alegro de escuchar eso— He Xuan acarició su cabeza, recordándole que no necesitaba evitar el tema, las cosas ya estaban resueltas.
—No me gusta recordarlo, nos hizo mucho daño...— dijo frunciendo el ceño.
—Hizo lo que estaba a su alcance para proteger lo que era más importante para él y ya está pagando por sus pecados... Y en cuanto a todo lo demás que hizo, creo que su cabeza no estaba del todo cuerda y me parece que el demonio de blanco se aprovechó de su vulnerabilidad... Lo que intento decir es que las cosas no son solo buenas o malas, él hizo un buen trabajo criándote por su cuenta, ahora que esperamos a nuestros hijos creo que puedo entenderlo mejor que antes.
—Bueno en eso tienes razón... Pero jamás estaré de acuerdo con su forma de resolver las cosas, no importan las intenciones cuando los resultados son lastimar a otros. No quiero hablar más de eso, solo quiero comer caramelo...
—Bien, bien, iré a buscarlos para ti ¿Quieres que tengan una forma en especial?
—Si consigues traer una paleta en forma de dragón tendrás mis respetos y el de tus bebés.
He Xuan buscó su abrazo y la llenó de besos antes de ir en busca de su recado, cuando bajó al mundo mortal parecía que los vendedores de paletas de caramelo se habían escondido de él a propósito, ya que no podía encontrar ni un solo puesto.
Mientras recorría las calles de la ciudad portuaria el viento comenzó a hacerse cada vez más fuerte y aunque los comerciantes estaban acostumbrados a la brisa marina, esta vez fue tan fuerte que los techos de sus puestos salieron volando, generando mucho desorden en las calles. Pequeñas gotas de lluvia caían del cielo y en cuestión de minutos toda la gente corrió a refugiarse a sus hogares.
He Xuan se acercó al muelle para ver qué tan grande era la nube que se aproximaba, sin esperar que todo el horizonte se viera negro, incluso a lo lejos podían distinguirse remolinos, los cuales serían una amenaza para los barcos que todavía no regresaran de sus pescas, el maestro del agua podía sentir que esa no era una tormenta normal, la calamidad celestial que estaba esperando por fin se hacía presente.
—Cariño, tendrás que esperar por tu paleta de caramelo, tengo que encargarme de un problema, asegúrate de quedarte en casa y esperarme allí— avisó a su esposa para evitar que se preocupara.
—¿Qué problema? Si necesitas que te ayude puedo acompañarte.
—Hay un mal frente en la costa en el que tardaré más de la cuenta, pero descuida, tú encárgate de cuidar a nuestros bebés, diles que papá volverá pronto.
—De acuerdo, cuídate amor, nos vemos más tarde.
—Te amo, adiós.
Rápidamente informó de la situación a Ling Wen y a Xie Lian, necesitaba que su esposa estuviera alejada de cualquier noticia relacionada con esta situación, la conocía muy bien y estaba seguro de que arriesgaría su propia seguridad si consideraba necesario acudir a ayudarlo.
He Xuan alzó la voz entre los pescadores, solicitando saber cuántos barcos faltaban por regresar a la costa, eran bastantes, y quienes se encontraban en el muelle luchaban para que sus naves no se rompieran con los azotes de la furiosa marea.
El maestro del agua invocó a su viejo amigo, un enorme pez de color dorado emergió de las profundidades, los pescadores se sorprendieron, pero comprendieron de inmediato que esa persona tenía un origen divino, accediendo a prestarle el mejor navío para una misión de rescate, otros cuantos también quisieron acompañarlo, arriesgándose para traer de regreso a sus camaradas.
La misión sería simple, debían cuidar una de las puertas de una vieja casa de la costa, en ella había dibujado una formación espiritual que actuaría de portal para traer de vuelta a los pescadores, aquellos que tuvieran sus barcos en buenas condiciones serían traídos de regreso con ayuda del pez dorado. He Xuan zarpó a toda prisa, mientras las personas que quedaron en el muelle juntaban sus manos en señal de oración al maestro del agua.
-----
Comentario de la autora~
Capitulos por adelantados porque me iré sin mi compu a ver a mi familia~
ESTÁS LEYENDO
Días luminosos
FanfictionContinuación de "La segunda oportunidad del maestro del viento" He Xuan y Shi Qing Xuan se encaminan en la aventura de intentar formar una familia, enfrentándose a dudas, temores y eventos emocionantes y divertidos que aunque resultan todo un desaf...