44- Alivio

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A Shi Wudu le resultaba difícil dejarlos solos, tenía temor de que si les quitaba los ojos de encima huyeran y jamás tener la oportunidad de volver a verlos, así que envío a un joven monje a buscar a un médico. Su hermano seguía con los ojos llorosos, meciendo y escondiendo a los pequeños con una manta, intentando alejarse de su mirada, como si él también fuera una amenaza, y aunque se sentía profundamente dolido, no dejaría que eso interfiriera en su criterio.

—No sé qué ocurre, pero si sigues moviéndolos tanto los vas a marear y van a vomitar, deberías dejarlos descansar en la cama y revisar si sus ojos o su piel tienen algo raro, el veneno no es algo que pueda tomarse con calma.

—¡Y TÚ QUÉ SABES! — reaccionó Shi Qing Xuan alterado.

—Sé lo suficiente, fui yo quien te cuidó desde siempre, y no me hables de esa forma— el mayor mantuvo su tono tranquilo y serio, había quitado los almohadones de su propia cama para dejarles espacio a los bebés.

—¿Cómo sé que no vas a hacerles daño a ellos también? — preguntó con desconfianza el menor.

—Porque ya no tengo nada que perder, no tengo motivos para dañarlos... Y... Ya es suficiente, Shi Qing Xuan deja de portarte como un tonto y revisa a los bebés, deja el orgullo para otro día— esta vez Shi Wudu había perdido la paciencia.

Ni siquiera recordó la incomodidad entre ellos, ni las advertencias que había recibido, tomó a su hermano por los hombros y lo obligó a sentarse en la cama, entonces quitó con cuidado pero muy rápidamente la manta que cubría el rostro de los bebés, dejando ver dos pares de ojos dorados brillantes con expresiones confundidas.

—...Se ven normales— murmuró Shi Qing Xuan.

—Aunque no estén enrojecidos el veneno puede haber afectado su visión— Shi Wudu llamó su atención moviendo la mano de un lado al otro, pero los pequeños movieron sus pupilas siguiendo su movimiento —No hay problemas, ahora déjalos sobre la cama, veamos si sus movimientos son normales.

En ese momento el doctor llegó corriendo, Xie Lian que había estado observando manteniendo su distancia le explicó rápidamente la situación, permitiendo que hiciera su trabajo. Tal como lo había dicho Shi Wudu, los bebés fueron examinados en su forma de moverse y en su piel, los resultados fueron positivos, haciendo que los tres presentes suspiraran aliviados.

Xie Lian quiso ayudar cuidando a sus sobrinos y tomó en sus brazos a la pequeña He Shuang y Shi Qing Xuan tomó a He Deming, permitiendo que las lamparitas balbucearan y observaran libremente ese lugar desconocido para ellos.

Antes de retirarse el médico dio su recomendación.

—Deben observar de cerca a estos niños, por ahora no hay indicios de intoxicación, pero si sus deposiciones cambian, hay vómitos o dejan de comer, deben llamarme inmediatamente, lo mejor será que los lleven con su madre para que los alimente, no hay nada más seguro que la leche materna en este tipo de situaciones.

—Ya lo escuchaste, si todavía estas lactando deberías transformarte y alimentarlos, iré a traerles algo de comer a ustedes también, deberían descansar mientras tanto— dijo Shi Wudu con seriedad.

—Yo... Te lo agradezco— murmuró el menor sintiéndose más tranquilo.

Shi Qing Xuan se transformó a su forma femenina así que Xie Lian le dio la espalda para que pudiera alimentar al bebé cómodamente, mientras entretenía a la pequeña conversó con su amiga de forma casual.

—Qué bueno que los dados nos hayan traído aquí, tu hermano sabe bastante sobre cómo cuidar bebés, además tenían un médico a mano, fuimos realmente afortunados esta vez.

—Lamento haberme puesto tan sensible... Es solo que... Estoy muy asustada, no quiero que nada malo les pase, y aunque no me siento cómoda con mi hermano, no pude pensar en nadie más cuando quise ir a un lugar seguro...

—Cuando estamos en peligro nuestro corazón suele evocar los buenos momentos del pasado, sé que Shi Wudu te hizo algo horrible, pero si te soy sincero, yo también hice cosas horribles cuando ese demonio estuvo atormentándome... Él te quita toda esperanza, te obliga a ver solo una salida, y al final no puedes ver la realidad claramente...

—Puedo imaginarlo... Sé que la persona que intentó hacerme daño ya no era mi hermano, sus ojos ya no tenían brillo, era como si estuviera sumido en la oscuridad... Creo que puedo entender eso, incluso perdonarlo si solo se tratara de mi... Pero él también hizo cosas malas antes de encontrarse con Jun Wu y ni siquiera pensó que podría ser incorrecto.

Entonces la puerta se abrió, permitiendo que Shi Wudu entrara con una bandeja llena de alimentos nutritivos para ellos.

—Sabía que era incorrecto, no tengo excusas hermano... Pero si quieres comprender el motivo de mi decisión, solo imagina que tuvieras que estar huyendo de quien te persigue ahora durante años, probar cada alternativa honesta sin resultados, si para proteger a mi familia debía convertirme en villano, entonces estaba dispuesto a hacerlo, siempre lo estuve.

El mayor preparó los alimentos y los cubiertos ignorando la mirada penetrante del menor, él no dijo nada, pero su hijo comenzó a balbucear, indicando que ya estaba satisfecho. Shi Qing Xuan se cubrió y quiso tomar a la niña para alimentarla también, pero el pequeño se veía incómodo en los brazos de su tío Xie Lian.

—Hay que hacerlo eructar, sino le dolerá el estómago— explicó Shu Wudu.

—¿Cómo se hace eso? — preguntó Xie Lian sonriendo un poco avergonzado.

Shi Wudu tomó al pequeño y lo acomodó para darle suaves golpecitos en la espalda, moviendo su mano hacia arriba, explicándole a Xie Lian cómo debía hacerlo, pero cuando quiso devolverle al bebé, el pequeño He Deming se aferró a su ropa, arrugando la frente cuando intentaron llevárselo de vuelta.

—Yo... ¿Está bien si lo cargo? — preguntó el mayor con cierto temor a la respuesta de la madre.

—Bien, solo sé cuidadoso...— contestó ella con el ceño fruncido.

Con el permiso concedido, Shi Wudu por fin soltó una sonrisa, observó de cerca a su sobrino y lo abrazó con confianza.


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Comentario de la autora~

Han sido días caóticos, a nivel político y a nivel personal, muchas cosas están cambiando para mi. Hice un esfuerzo por escribir este capítulo pero sinceramente tengo el cerebro frito... 

Mándenme buenas vibras lectorecitos

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