Cuando todos disfrutaron de la comida, la charla y los juegos de los pequeños, fue momento de recibir el regalo de los subordinados de sus padres, aquellos tres oficiales menores habían hecho un gran trabajo durante todo ese año en el templo del viento, también estaban los fantasmas que resguardaban la isla y por supuesto su guardián, todos ellos habían reunido sus esfuerzos para preparar un simbólico regalo por el primer cumpleaños de los pequeños maestros.
El grupo se dirigió al muelle cuando el cielo comenzaba a ponerse anaranjado, allí encontraron decenas de linternas flotando en el mar, tan calmo como nunca, su guardián que había tomado su forma humana, les explicó que cada una de ellas representaba los buenos deseos de los subordinados, por supuesto todos ellos sabían lo mucho que les gustaba a los niños este tipo de cosas.
Los mellizos saltaban y gritaban de emoción, ellos también querían arrojar una linterna al mar, se sentían muy felices de tener su propio festival del medio otoño, aunque esto era mejor ya que sus linternas flotaban.
Sin que pudieran controlarlo ambos comenzaron a brillar también entre tantas sonrisas, su energía espiritual a veces se descontrolaba con tanta emoción.
He Shuang sabía que su shizun escribía muy bonito, así que le pidió que escribiera la palabra "gracias" en su linterna.
He Deming quiso imitar a su hermana y le pidió lo mismo al tío Hua Cheng, pero lo que él escribió se veía bastante extraño, afortunadamente el pequeño todavía no sabía leer bien, y solo pudo sentir que el mayor era genial.
Los demás también encendieron linternas para arrojarlas al mar, pero luego de un rato observando el paisaje los niños perdieron el interés.
—Shizun es mi cumpleaños, enséñame a usar la espada— pidió la pequeña jalando de la manga de Xie Lian.
—Tío déjame jugar con los dados...— He Deming hizo un puchero a Hua Cheng.
—¿Por qué mejor no jugamos algo en donde podamos participar todos? Podríamos jugar a las escondidas— sugirió Shi Wudu, demasiado preocupado de que sus sobrinos fueran expuestos al peligro.
—Buena idea, juguemos en la mansión, así será más divertido— agregó Qi Rong con algunas ideas ambiciosas en mente.
—¿Puedo jugar yo también? — preguntó Gu Zi con los ojos brillantes de emoción.
Los mellizos no estaban muy convencidos de ese cambio de planes, pero cuando Gu Zi se mostró interesado, rápidamente decidieron que sería el panorama ideal, lo tomaron de la mano y corrieron de regreso a la mansión.
Sus padres estaban un poco cansados, ya habían jugado demasiadas veces a las escondidas como para intentarlo otra vez, así que dejaron que los demás se adelantaran y encargaron al guardián que no los perdiera de vista y que vigilara a Qi Rong para que no se robara nada.
Ya solos en la playa se tomaron de la mano y caminaron por la orilla, eran pocos los momentos en los que podían disfrutar de privacidad desde que eran padres, se sentía como una cita bastante romántica y cuando el sol se terminó de esconder, la luz de las lámparas a lo lejos daba un ambiente mucho más especial.
—Creo que no te he felicitado, llevas un año siendo un padre maravilloso— dijo Shi Qing Xuan rodeando el cuello de su esposo para besarlo en los labios.
—No podría serlo sin que tú me lo permitieras, gracias por darme una preciosa familia y por seguir amándome a pesar de la competencia— He Xuan había rodeado a su esposo por la cintura, y volvió a besarlo, esta vez con un poco más de intensidad.
Ambos se dejaron llevar, haciendo de esa situación algo más demandante y acalorado, sin pensarlo demasiado terminaron bajo el muelle disimulando bajo la sombra de los tablones mientras las manos de ambos intentaban tocar solo un poco más.
—Esto es arriesgado... Podrían vernos si vuelven demasiado pronto...— advirtió He Xuan.
—Entonces tendremos que hacerlo rápido para que no nos descubran— Shi Qing Xuan logró quitar el cinturón de su pantalón y la prenda calló en la arena en un suave movimiento —Además... Nunca lo hemos hecho aquí.
Al maestro del viento no le importó que el agua mojara sus tobillos, recargó su espalda en el pilar de madera y atrajo a su esposo sujetando su túnica, era claro que él también lo deseaba, quedó en evidencia cuando acarició su zona baja, sintiendo la dureza de su hombría.
—¿Qué te hace pensar que algo rápido será suficiente para mi? — preguntó He Xuan acariciando sus glúteos por debajo de la túnica.
—Vamos~ Debes ser prudente conmigo, no es necesario que me muestres la resistencia de un supremo, esto solo es un aperitivo, el plato fuerte se sirve más tarde.
No sabía si esa solicitud coqueta había funcionado, pero su esposo era sensato, así que cuando lo levantó, no dudó en rodear su cadera con sus piernas y sujetarse con fuerza de su cuello, permitiendo que tocara cuanto quisiera y que sus lenguas se enredaran apasionadamente.
He Xuan fue discreto, solo bajó lo suficiente su pantalón como para dejar al descubierto su hombría, y tras prepararlo un poco se introdujo suavemente agarrando con firmeza sus piernas, moviendo sus caderas para penetrarlo una y otra vez. Los suspiros de su amado fueron silenciados con besos y el sonido del mar, aunque prefería mil veces la humedad de su interior que la del océano.
Pero Shi Qing Xuan no podía resistir demasiado tiempo en esa posición, y cuando lo bajó perdió el equilibrio debido a la inestabilidad de la arena, cayendo sobre He Xuan, mojando toda su ropa.
—Lo siento, yo no quería...
Shi Qing Xuan se preocupó de haber estropeado su ropa, pero su esposo solo quería seguir con lo que tenían pendiente, no le importó en absoluto que el agua lo cubriera casi por completo.
—Ven aquí, es tu turno de moverte— dijo dándole una pequeña nalgada.
Esa actitud traviesa no hizo más que encender la llama, así que Shi Qing Xuan se dispuso a montar a su esposo, chapoteando con entusiasmo mientras sus pezones eran estimulados y su hombría revotaba sobre el abdomen de su amado.
Incluso aunque He Xuan quisiera que eso durara más, el maestro del viento no lo permitiría, sabía perfectamente el ritmo y el ángulo adecuado para hacer llegar a su hombre al clímax, y cuando se aproximaba a ese momento dejó de reprimir su voz, gimiendo dulcemente para que su esposo lo escuchara. Tal como lo había planeado el demonio supremo tenía un punto débil, no podía resistirse a la tentación de un dulce orgasmo, el cual encontraron juntos cuando la marea subió.
Tuvieron que disimular lo mejor que pudieron cuando regresaron a la mansión, dijeron que sus ropas estaban húmedas porque habían jugado en la playa, aunque no especificaron qué tipo de juego habían tenido.
Cuando la fiesta de cumpleaños terminó, los niños estaban exhaustos, un panorama perfecto para que los padres pudieran continuar con su fiesta privada.
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Comentario de la autora~
Queridos lectores he estado muy ocupada estos últimos días, entre celebraciones, clases, inktober y el agotamiento del trabajo ya no me queda mucho tiempo para escribir pero de todos modos quería traerles este capitulo, espero que les haya gustado uwu
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Días luminosos
FanfictionContinuación de "La segunda oportunidad del maestro del viento" He Xuan y Shi Qing Xuan se encaminan en la aventura de intentar formar una familia, enfrentándose a dudas, temores y eventos emocionantes y divertidos que aunque resultan todo un desaf...