El pequeño Guzi se había quedado dormido al interior de una canasta, cual se movía de forma constante, él no entendía por qué habían dejado la comodidad del bosque para ir a meterse a la ruidosa ciudad, pero lo cierto es que al menos tenían un lugar estar alejados del frío, aunque fuera en la bodega de un barco.
Al principio el señor que descansaba a su lado le daba miedo, especialmente porque lo había regañado cada vez que lloraba a causa del abandono de su padre.
—Ese bueno para nada te vendió para salvarse el trasero, deberías guardar tus mocos para cuando lo veas, embárraselos en la cara y tomar tu venganza— le decía sin siquiera mirarlo a la cara.
—Pero mi papi era mi única familia, si él ya no me quiere entonces yo... yo...
—Mira pequeño llorón, ahora eres mi propiedad, te compré, debes hacer lo que digo si no quieres que te de razones reales para llorar, esas lágrimas debes guardarlas para cuando veas a los oficiales que nos perseguían, debes darles tanta lastima como para que de nuevo nos dejen ir, si lo haces, no voy a comerte.
—¿Por qué vas a comerme?
—Mmmm tienes un punto, comerte probablemente me haga más débil, pero si no dejas de llorar, voy a hacerlo de todos modos, así que ya cállate.
El niño caminó tras el duende verde dando pequeños pasos, muy rápidos, tal como lo hacía con su padre, rara vez se quejaba, y siempre que tenía la oportunidad complacía a ese señor con masajes y haciendo lo que él le encargaba. Traer agua, cepillar su cabello, pedir dinero en la calle, todo lo necesario para pasar desapercibidos hasta encontrar una nueva guarida en la cual armar su base secreta.
—Ya han pasado tantos días sin que coma a alguien, necesito encontrar nuevos esclavos para que me preparen un gran caldero de carne humana muahahah.
—Señor usted no debe comer eso o le dará dolor de estómago, además su boca ya no huele tan feo, debería comer arroz y vegetales.
—¡Quién eres tú para darme ordenes! ¡Acaso no sabes que los grandes demonios comen humanos para hacerse poderosos, yo soy uno de ellos y devoraré ciudades enteras para ser el más poderoso!
-¿Entonces a todos los demonios les apesta la boca?
—Cállate y hazme un masaje, pequeño esclavo cabeza hueca.
Las preguntas del niño eran sinceras, ahora imaginaba que todos los grandes demonios debían ser similares al señor de verde, extrañamente se sentía un poco más tranquilo, cuando no devoraba personas era un señor bastante normal, le daba arroz e incluso lo llevaba en su espalda en una canasta cuando debían caminar de noche, aunque lo regañaba mucho por ser tan débil, siempre le demostraba su fuerza, ya que le encantaba ser admirado, y aunque el niño era inocente, rápidamente aprendió que podía ganarse muchas más cosas con halagos que con críticas.
Ese día una gran oportunidad apareció frente a los ojos de Qin Rong, reconoció en esa ciudad a uno de los oficiales que había intentado atraparlo y ahora que lo miraba de reojo y percibía su energía, había comprendido que se trataba del mismísimo He Xuan. Más ofendido se sentía al comprender que dos demonios se habían unido en su contra, y ya que no podía lidiar por ahora con Hua Cheng, le daría su merecido al demonio de aguas negras, también conocido como el farsante maestro del agua.
Tomó al pequeño Guzi y lo metió en una canasta que cubrió de redes de pesca, se mezcló entre los voluntarios para acompañar a He Xuan en el barco, vestido con ropas de pescador él ni siquiera se dio cuenta de su presencia, obviamente no tenía pensado ayudar, así que se quedó en la bodega esperando el mejor momento para actuar, Guzi era un niño obediente y de tanto mantenerse callado, simplemente se durmió, por lo que no tuvo que lidiar con él.
Lamentablemente las cosas habían ocurrido demasiado rápido como para poder elaborar un plan, su primera idea fue incendiar el bote, pero de esa forma él también tendría problemas, las otras embarcaciones también parecían demasiado lejanas como para quemarlas, así que sus flamas deberían dirigirse directamente a He Xuan, un enfrentamiento directo y una huida limpia, esa sería la mejor opción.
Solo observarlo en la cubierta le producía rabia, intentando lucir tan heroico dominando las mareas, rescatando a los sobrevivientes de los naufragios, deteniendo el rumbo de los remolinos como si fuera tan difícil, Qi Rong aprovechó que él bajó la guardia tras encargarse del último remolino, lucía realmente cansado, así que tomó su red y se la lanzó, junto las llamas verdes en sus manos dispuesto a arrojárselas, pero... ¿Cómo fue que ese demonio fue incluso más rápido? ¿De dónde sacó el cuchillo con el que rompió la red? Y ¿Por qué de pronto todo se veía de cabeza?
—Tú... No tengo tiempo para lidiar contigo— La expresión de He Xuan era terrorífica, sus ojos dorados brillaban entre sus oscuros cabellos mojados.
—No me he olvidado de ti ¿Crees que puedes irrumpir en mi guarida sin consecuencias? — Qi Rong se levantó del suelo y arrojó la bola de fuego a su cuerpo, y la humedad de sus ropas produjo una nube de vapor que bloqueo la vista de ambos, aprovechó ese momento para alejarse y cambiar el canasto para dejarlo en frente de su cuerpo.
Las llamas de la linterna verde eran imposibles de apagar, o al menos eso era lo que se decía, sin embargo, al supremo He Xuan parecía ni siquiera hacerle cosquillas, chamuscó su ropa ligeramente, pero su energía espiritual era tan poderosa que protegía su cuerpo a la perfección, sin dejar que eso lo dañara.
—Suficiente, eres una molestia, te enseñaré a conocer tu posición de ahora en adelante— He Xuan no necesitaba poderes para hacerse cargo de él, un puño en el rostro fue suficiente para mandarlo a volar y chocar contra el mástil.
—¡MALDITO AGUAS NEGRAS
¡QUIÉN TE CREES QUE ERES PARA TOCARME, EL QUE TE FOLLES A LA PUTA DEL VIENTO NO TE VUELVE SUPERIOR!
Todos los presentes se cubrieron la boca por el espanto, la misma persona a quien le dedicaban plegarias como oficial celestial, mostraba ante ellos una energía oscura y poderosa propia de un demonio que los hacía temblar, todos comprendían que, si el duende verde buscaba algo peor que la muerte, lo había conseguido gracias a esas palabras.
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Comentario de la autora~
Ese hombre ya está muerto~ no más no le han avisadooo~
ヽ(>∀<☆)ノ
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Días luminosos
FanfictionContinuación de "La segunda oportunidad del maestro del viento" He Xuan y Shi Qing Xuan se encaminan en la aventura de intentar formar una familia, enfrentándose a dudas, temores y eventos emocionantes y divertidos que aunque resultan todo un desaf...